Jalisco

Líderes jaliscienses

Los grandes empresarios y líderes de Jalisco responden a ¿dónde está Guadalajara y el Estado?, ¿cuál ha sido el mejor y peor momento?, ¿por qué Monterrey ha despuntado más?, ¿y el Gobierno?, ¿y los nuevos empresarios?

“Por la crisis económica,
éste es el peor momento

Javier Arroyo Chávez,
propietario de Farmacias Guadalajara.

Los mejores momentos de Guadalajara fueron las décadas de los sesenta y setenta, cuando se hicieron las grandes obras. Ahorita llevamos más de 20 años retrasando la Presa de Arcediano. Todo es por falta de planeación y decisión (de los gobiernos).

El peor momento es éste. En 1994 nos apoyaron internacionalmente para fondos de estabilización, lo cual permitió salir más rápido de la crisis. Ahora, como el mundo es el emproblemado (sic), ¿dónde está el que nos salvará? Esta crisis es más impactante por el factor externo y los problemas internos, otra vez por no hacer los cambios que se requieren. A nivel país nos está sucediendo lo mismo que no hicimos algunos empresarios locales cuando empezaba el Tratado de Libre Comercio, o lo que no hicimos algunos jaliscienses cuando otras ciudades o estados tomaron forma en el mundo globalizado. Cuando el mundo salga de la crisis, nosotros vamos a estar en nuestra propia crisis. En 2007 debimos replantear el escenario, seguir la receta de la abuela: “Nunca gastes más de lo ganas”.

Somos una región cuyo Producto Interno Bruto es principalmente la agricultura y ganadería, y son sectores que no han sido tan favorecidos como el de la exportación de servicios, de comunicaciones y de manufacturas, muy beneficiados por la globalización. Ahí es donde nos faltó visión desde hace dos o tres generaciones. Hubo un periodo de 10 años para que se pusieran en posibilidad de competir las empresas (tras la apertura de fronteras), pero es un problema no del tapatío sino del mexicano, que se espera hasta el último para hacer las cosas. Cuando muchos esperaron, cuando quisieron reaccionar, tenían el mundo encima.

Las maquiladoras (electrónicas) son generadoras de empleo, pero no de riqueza. Satisfacen una necesidad de empleo, pero es un riesgo: así como llegan y emplean a cinco mil, al rato corren a cuatro mil. Si Estados Unidos deja de pedir empleo, hay problemas.

Monterrey, a través de políticas públicas, fue mejorando con administraciones preocupadas en el largo plazo y ahora cosechan esas virtudes. La estructura productiva fue una de las grandes diferencias con Guadalajara. Allá son empresas muy grandes y fuertes, orientadas a la exportación y a la globalización. La cercanía con Estados Unidos es importante, pero tampoco es una condicionante porque con buenas vías de comunicación y buenos costos, no importa dónde estés. La prueba es que Estados Unidos se va a China y aún así resulta buen negocio.
Es lógico (que con el PAN en el Gobierno estatal mermara la economía). No hay que sentirnos tan autosuficientes, todo mundo necesita de los demás… hay que confiar de los demás. Por eso las políticas públicas deben ser muy claras, se debe invertir en cosas que reditúen en la población.

Los (nuevos) empresarios están carentes de recursos, no es tanto que no sean capaces. La coinversión extranjera no se da porque al rato están peleados unos con otros.
Llama la atención que en la Bolsa de Valores sólo hay de tres o cuatro empresas locales, pero en Nuevo León todas están ahí. Eso quiere decir que no hay empresas de ese tamaño, pero por otro lado, muchos no se han atrevido a mostrar su información. En nuestro caso, sí lo hemos hecho.


“Jalisco es muy importante, no está en mal lugar”
Carlos Álvarez Bermejillo,
propietario de Laboratorios PISA.

Guadalajara y Jalisco tienen una posición importante en la parte agroindustrial, en la producción de huevo, pollo y puerco. La Entidad produce casi la mitad del huevo que se produce en México; también hay empresas lecheras. Hay muchas posibilidades de desarrollarse en manufactura y en servicios, desarrollos habitacionales, turismo y comercio.

Jalisco es muy importante, no está en mal lugar, esa situación está en todo el país. Falta competitividad, carreteras, puertos, energía eléctrica a mejores precios…

Entre 1950 y 1970, Guadalajara era muy importante porque tenía una cantidad de grandes haciendas a su alrededor, era una zona agrícola y ganadera que reflejaba su comercio. Después, con el agrarismo, quedó aislada de la tecnología para iniciar industrias importantes; eso se dio en el Norte o en la Ciudad de México. En ese entonces Guadalajara empezó a tener un crecimiento comercial en el Pacífico y Centro del país.

Las pocas empresas industriales que había no crecieron lo suficiente para desarrollarse internacionalmente, como lo eran los molinos de trigo, las fábricas de maíz, en fin, productos agroindustriales, pero la industria se fue desarrollando en la parte zapatera, metálica y textil, así como algunos comercios protegidos por los mercados cerrados, que crecieron ante ese amparo. Cuando se acabó esta protección, a esas empresas industriales les pegó la apertura y las importaciones.

En Guadalajara hay una diversidad de empresas comerciales e industriales, pero otros no vieron oportunidades y vendieron, no le tuvieron fe al futuro, aunque había líneas que seguían creciendo como los dulces, aceites vegetales, metal-metálicas y, en nuestro caso, en la parte farmacéutica.

En el ambiente global que existe, para los jóvenes empresarios resulta más complicado que antes. Hay dinámicos, pero prefieren trabajar como directores o ejecutivos en empresas.
En desarrollo urbano, desgraciadamente vino un crecimiento de la población en Guadalajara tras el temblor de la Ciudad de México, y eso sacó de equilibrio a la ciudad. Comenzó a perder su belleza por la contaminación y la falta de vialidades… creció de forma desordenada. Eso le ha quitado bienestar y atractivo.


“Al éxito se le persigue de oficio; la envidia es la principal característica”
Jorge Vergara,
propietario de Omnilife.

Por la experiencia que tenemos en México y otros países, Guadalajara está muy abajo en competitividad. Los que estamos aquí es porque somos creyentes de Guadalajara y somos muy necios; es muy difícil hacer negocios en la ciudad. Hemos tenido ofrecimientos para movernos hacia otros estados, por ejemplo en el Sureste. En Chiapas hay grandes programas de promoción para hacer parques industriales; Guanajuato es otro de ellos. En lo personal, (el Gobierno) nos tiene aislados en todo sentido, y a pesar de eso seguimos invirtiendo. A nosotros nos interesa crear abundancia, pero debe haber más participación.

En relación con el Gobierno, épocas pasadas fueron mejores. El principal problema es la cero disponibilidad y flexibilidad en los reglamentos de las autoridades, el no establecer un sistema rápido en la creación de empresas, la cero confianza hacia los empresarios, la no promoción de la inversión, que es indispensable para el crecimiento y solventar las crisis que enfrentamos como en este momento. Para mí, estos últimos 18 años han sido muy difíciles en todo sentido, es luchar contra corriente para poder lograr los proyectos. Los nuevos gobernantes deben invitar a la iniciativa privada a participar en soluciones.

Monterrey es mejor porque hay una cultura y mentalidad diferente. Guadalajara es una ciudad en donde tenemos una educación y cultura muy particular: al éxito se le persigue de oficio, la envidia es la principal característica; no hay el deseo de unirnos y compartir lo que sabemos para poder crecer. Y el ejemplo es que teníamos a la zapatera más grande del mundo, teníamos una industria de válvulas y conexiones que ha ido decayendo, teníamos supermercados y muchas industriales ejemplares que desaparecieron; después no hubo sucesión entre las familias, crecimiento, el compartir y reinvertir.

En la clase empresarial no hay una cultura y educación que se trasmitan en las escuelas. Somos una educación destinada al fracaso. Hubo una época priista donde se educaba sólo a seguidores y no a líderes, no les interesaba tener gente líder y ahora estamos pagando las consecuencias de muchas generaciones. Tenemos que hacer un cambio generacional en la educación, tenemos que generar líderes.
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