Jalisco

''Las palabras se limpian cuando limpiamos la mente''

El lingüista José Luis Iturrioz considera que deben modificarse las relaciones sociales antes que los términos

GUADALAJARA, JALISCO (09/JUN/2011).- En su acepción primaria, discriminar significa diferenciar, “seleccionar excluyendo”, según la Real Academia Española. De hecho, el conocimiento se basa en la discriminación, en hacer diferencias cada vez más finas y no en un esquema reduccionista. “La tendencia es diferenciar más y eso no lo hacemos con algunos grupos como los indígenas”, asegura el lingüista José Luis Iturrioz Leza.

El director del Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas recuerda que le llama la atención el lema de los zapatistas “queremos un mundo donde quepan muchos mundos”, pues en México se ha querido simplificar en dos universos: el mestizo y el indio. “Pero nosotros queremos y necesitamos muchos mundos, eso es lo que debemos buscar”.

En el lenguaje mucha de la carga discriminatorias está relacionada con lo indígena, por lo que algunos sectores académicos han sugerido eliminar palabras como “indio” . “Pero eso es olvidar 500 años de historia. Sí existen y son el resultado de nuestra discriminación, de la cultura dominante que sigue alimentando esta figura en sentido negativo. El tratamiento homogéneo no diferenciado es lo que los ha creado, pero no tiene caso decir que no se utilice en el lenguaje 'indígena', lo que tiene que cambiar es la relación social, no la palabra”.

El también investigador de la Gramática Científica Huichol y doctor en lingüística indoeuropea, explica que para algunas personas la solución es que “dejen de ser indios. Y entonces les digo, ‘el problema no son ellos, eres tú que no los quieres reconocer y dar su espacio’. Nosotros tenemos que cambiar. Y la palabra indio debe estar llena de orgullo, debe tener una connotación positiva”.

— ¿El lenguaje fortalece los estigmas sociales?

— El lenguaje no es la causa, creemos que es el discurso y no. Es una perversión del pensamiento. El discurso cambiará cuando nosotros cambiemos de mentalidad. Obviamente al cambio de mentalidad podemos contribuir con un discurso nuevo. Pero no es el cambio de este último, sino en la medida en que contribuya a cambiar estigmas mentales.

Por ejemplo, antes se decía inválidos, luego dijeron que no, que eran minusválidos. Pero también era discriminatorio y se cambió por discapacitados. Luego que personas con capacidades diferentes. Yo estoy esperando que propongan personas con capacidades superiores. Pero todo es un engaño, porque no cambian nada. Cambiamos la palabra, pero no cambia las relaciones sociales. Los verdaderos cambios deben ser que les den empleo, que haya rampas en todos lados…

—¿Le tenemos miedo a las palabras?

—La discriminación lingüística es una manifestación derivada de lo que ocurre en la sociedad, y ésta no existiría si no hubiera discriminación social. La lengua no inventa, describe el rededor. Y aquí tenemos tantos términos para algunas cosas porque aquí resulta un problema. Pero no olvidemos que las palabras se limpian cuando limpiamos la mente. Para mí, el término indio no es discriminatorio. Al contrario, para mí es bandera de orgullo y en un ambiente discriminatorio no pasa nada si se usa la palabra.

Pobreza y exclusión, padecimientos de indígenas

La historia de los indígenas en México es un sinónimo de exclusión y abandono por parte del Estado y en la práctica continúan siendo presa de altos niveles de marginación y discriminación. Casi cuatro de cada 10 indígenas en México denuncian ser frecuentemente agredidos y discriminados, lo que se traduce en falta de oportunidades laborales y la imposibilidad de mantener sus lazos culturales a través del elemento central de la cultura: la lengua.

Estas reflexiones se desprenden de la revisión de la Encuesta Nacional de Discriminación 2010.

Los indígenas, y otros grupos étnicos minoritarios, revelan que sus carencias son tan grandes que abarcan desde el empleo (problemática que afecta a casi todos los grupos sociales en México, según revela la encuesta) hasta la exclusión de oportunidades educativas. Uno de cada cuatro indígenas en México considera que su condición de exclusión se materializa en la imposibilidad de acceder a algún plantel educativo. La percepción de la desigualdad presente en la mente de los indígenas no sólo se limita a la educación, sino que derechos como los servicios de salud también presentan altos niveles de exclusión.

Uno de cada cinco indígenas considera que la discriminación social es su principal afectación. En su opinión, los estados que más discriminan son Baja California Norte y Sur. Sin embargo, entidades con comunidades indígenas bastante numerosas, como Chiapas, Guerrero y Oaxaca son los siguientes en las lista. Según la encuesta, Jalisco presenta bajos niveles de discriminación en este sentido.

Un dato que resulta interesante es que la percepción que tienen los indígenas de su desigualdad varía ampliamente en términos regionales. Atendiendo al empleo, principal rasgo de discriminación identificado por estas comunidades, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas son las entidades en donde mayor rezago económico se presenta. En estos estados, 62.7% de los indígenas encuestados declararon que la falta de oportunidades laborales es su principal carencia. En relación a este aspecto, Jalisco se encuentra encima de la media nacional, ya que cuatro de cada 10 indígenas identifican la falta de empleo como su principal problema.
La realidad que viven los indígenas se alinea con las problemáticas que sufren distintos grupos vulnerables a nivel nacional.

Si se revisan a detalle los datos que arroja la encuesta, podemos ubicar la falta de espacios laborales en la cúspide de las necesidades de jóvenes, mujeres y homosexuales. En el caso de los jóvenes, la imposibilidad de encontrar un empleo digno encabeza la lista de prioridades: más de uno de cada tres habitantes situados en este rango de edad concibe esta problemática como la más apremiante en su vida. A pesar de lo anterior, Guadalajara es la segunda ciudad de México donde los jóvenes expresaron menos problemática con el mercado laboral, sólo 5.5 por ciento.

Análisis

La prensa reprodujo la carga racista


La visión europea de que los pueblos originarios de América eran bárbaros y miserables permitió justificar la conquista del Continente. En la época colonial se extendió el estatus de “salvajismo” y se tradujo en una actitud discriminatoria que implicó el exterminio de muchos pueblos indígenas.

Horacio Hernández Casillas, coordinador de la carrera de Antropología de la Universidad de Guadalajara, resalta que cuando la población indígena disminuyó a causa de las guerras y las enfermedades, se fortaleció el dominio español y el trato racista. Con el tiempo, la discriminación se matizó con nuevas concepciones humanistas. “A partir de ello se les obliga a que se sometan a las formas conductuales de las culturas dominantes y se gesta un maltrato cultural”.

El también autor de las obras Los indígenas en el papel y El imaginario racista sobre el indio en el discurso de la prensa de Guadalajara, explica que en los documentos del siglo XIX la descripción de los pueblos indígenas “es terrible, tienen un afán discriminatorio espeluznante. En las descripciones de los alzamientos de la zona yaqui los llaman pueblos bárbaros, incivilizados, sin leyes, y los incorporan a una serie de refranes peyorativos, como ‘los indios tan muertos de hambre, capaces de correr como aquel simio que corre por su banana’”.

A pesar de que ya pasaron más de 500 años de dominación, la discriminación en Guadalajara sigue viva con adjetivaciones racistas y comportamientos de desprecio, puntualiza Hernández Casillas. Un ejemplo es que en el estudio que hizo del parque Rubén Darío, detectó que los vecinos lo llamaban la Nueva Tenochtitlan porque ahí se juntaban las trabajadoras domésticas de origen indígena, además de que no querían que fuera un punto de reunión.

—¿Cómo es que se insertaron corrientes de pensamiento más humanistas?

—A partir de la imagen del mestizaje, particularmente con La Raza Cósmica de Vasconcelos, predominó la idea de que lo mestizo era lo mayoritario y lo indígena ya no tuvo cabida. Se trató de olvidar al indígena que vivía en las ciudades o en las comunidades, pero se glorificó al pasado prehispánico con los monumentos y las evidencias culturales. Pero a lo actual, al indígena pobre, a ese había que esconderlo, invisibilizarlo. Se creó un imaginario en el que todos nos sentimos mestizos y desde lo jurídico se homogenizó a la población.

—¿Cómo fue cambiando la imagen del indígena en la prensa?


—La propia denominación comienza cuando se les dice indios en la prensa. En los años veinte del siglo XIX, algunos intelectuales exigen que éste desaparezca porque hay un proceso de unificación para que no haya diferencias culturales. Entonces no encuentras la denominación de indígena, se habla de campesino. En el siglo XX definen al indio porque usa huarache, pantalón de manta, sombrero, y en la formalidad jurídica no estaban incluidos. Hasta 1950 hay cuidado en el tema, aunque todavía se hablaba de comunidades primitivas, tribus, aborígenes… Después del alzamiento zapatista, las cosas mejoraron aún más.

Los periódicos nacionales, especialmente, comienzan a cuidar los términos y se refieren a los pueblos por su propio nombre (coca, tarasco, tzeltal, etcétera). Estos cambios reflejan una plataforma ética para no incurrir en formas discriminatorias. Sin embargo, no en todos los periódicos se ha respetado; sigo encontrando palabras terribles como tribus, aborígenes, grupos primitivos y una serie de expresiones despectivas.

Expresiones

El dicho hiere más que la lanza


La memoria histórica y la evolución cultural se encuentran fielmente depositadas en los significados de las palabras que usamos diariamente. La connotación de éstas va mutando a tal grado que no guardan relación con su significado original. Éstas son algunas palabras o expresiones discriminatorias que se utilizan cotidianamente:
Palabra Origen Significado actual
Naco(a). La palabra ha sido utilizada para designar al indígena, aunque varía en cada región en México. Carlos Monsivaís identifica la palabra con "totonaco". Naco tiene muchas acepciones: puede ser ignorantes, sujeto de mal gusto o persona de poca educación. Los diccionarios de mexicanismos definen la palabra como indio o ignorante.
Chacha Es una abreviatura de la palabra muchacha, usada para designar a la ayudante doméstica. Es una palabra con tintes despectivos que identifica a las trabajadoras domésticas.
Indio(a) pata rajada

La palabra viene de las marcas que quedan en los pies de las personas que calzan huaraches y se desplazan durante mucho tiempo.

Es una de las frases más comunes para discriminar a los indígenas; también se utiliza para hablar de personas sin educación o con poca habilidad para los productos innovadores de desarrollo tecnológico.
Indio(a) bajado del
cerro a tamborazos
Es una combinación entre pertenencia étnica (indígena) y poco refinamiento estético y artístico (tamborazo-música de Tambora-). La frase es aplicada para designar a personas principalmente por su apariencia física. La frase alude a ciertos rasgos fisonómicos de la persona.
Gringo(a) La palabra, utilizada por primera vez en el siglo XIX en España, designaba a los extranjeros. Es adoptada en México y Centroamérica y aplicada en la invasión de Estados Unidos de 1846 a 1848. La palabra identifica a las personas con piel rubia o muy clara. Aunque en un principio designaba a los originarios de Estados Unidos, en la actualidad se entiende más como un concepto racial que geográfico.
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