Jalisco
Lanzarán convocatoria para dirigir oficina anticorrupción
El ex titular de la Oficina de Combate a la Corrupción, niega que la reducción de sueldo haya influido en su renuncia
GUADALAJARA, JALISCO (08/JULIO/2010).- El Ayuntamiento de Guadalajara realizará una convocatoria pública para encontrar al sustituto de
Augusto Valencia López, luego de que éste renunciara a la Oficina de Combate a la Corrupción, creada en la reforma administrativa del 26 de marzo.
El presidente municipal, Aristóteles Sandoval Díaz, describió así el perfil de la persona que busca para esta instancia: “Debe ser ajeno a cualquier partido político, un ciudadano comprometido, con experiencia en materia de transparencia y combate a la corrupción y que esté decidido a trabajar junto con el Gobierno para evitar cualquier caso de abuso, exceso o mala aplicación de los recursos”.
Reconoció que hubo lentitud de parte de su Gobierno en la implementación de las adecuaciones administrativas que solicitaba Valencia López, pero también dejó entrever que éste perdió entusiasmo con la reducción de su salario.
“Empezamos a proveer una oficina, algunas computadoras, pero no teníamos la capacidad en este momento para las 26 personas que se solicitaban, finalmente íbamos en ese proceso y lamentablemente el tiempo no nos dio (…). Estábamos nosotros proveyendo de todas las necesidades, pero iba lento, debo reconocer que iba lento el apoyo en esta materia”.
Defendió las facultades indagatorias con las que fue creada la Oficina, a pesar de que ésta no tiene atribuciones para sancionar funcionarios ni resultan vinculatorias sus determinaciones:
“Saben que un proyecto, cuando inicia, requiere de mucho esfuerzo, mucho sacrifico por todas las partes y mucha entrega, aquí faltó…”
Entonces, una reportera le preguntó si faltó esa entrega de parte de Valencia López, a lo que respondió: “Después que modificamos el salario también esto, pues, no fue algo que…” ¿No le gustó?, se le cuestionó: “Fue algo que…”, y quedó así, sin terminar la oración.
Consejo de Transparencia “obsoleto: Valencia
Valencia López rechazó, por su parte, que en su determinación por dejar la Oficina haya sido un factor la cuestión salarial o que por este motivo hubiera tenido algún disgusto: “No, eso no es cierto, yo me ajusté a lo que se había dado, eso no es una situación que haya influido”.
Sostiene que fue la “falta de apoyos” en la conformación de la Oficina lo que lo orilló a renunciar, particularmente acerca de la integración de áreas de la Secretaría General, Contraloría y del Consejo para la Transparencia y Ética Pública para la puesta en marcha de los trabajos de investigación.
Sobre el Consejo también hizo críticas puntuales: “Hoy es totalmente inoperante, fue un modelo que sirvió ya hace algunos años y el día de hoy ya se encuentra totalmente inoperante.
“La idea era transformarlo en un modelo de contraloría social, que era su incidencia en las decisiones de Gobierno. Hoy solamente genera algunas recomendaciones y la manera en que fue conformado, pues no garantiza que haya una representación de los sectores. Es un modelo que sirvió cuando no había Instituto de Transparencia (e Información Pública), pero pues hoy es totalmente obsoleto e inoperante”.
Destacó que la autoridad debe difundir las instancias existentes para hacer las denuncias de corrupción, y que debe establecer “procedimientos claros” para la sanción de funcionarios. “Para el proyecto del presidente municipal era de manera inmediata (la puesta en marcha de la Oficina), pero al final dentro de un Ayuntamiento conviven una serie de fuerzas políticas que pueden ir atrasando este tipo de decisiones”.
El presidente municipal, Aristóteles Sandoval Díaz, describió así el perfil de la persona que busca para esta instancia: “Debe ser ajeno a cualquier partido político, un ciudadano comprometido, con experiencia en materia de transparencia y combate a la corrupción y que esté decidido a trabajar junto con el Gobierno para evitar cualquier caso de abuso, exceso o mala aplicación de los recursos”.
Reconoció que hubo lentitud de parte de su Gobierno en la implementación de las adecuaciones administrativas que solicitaba Valencia López, pero también dejó entrever que éste perdió entusiasmo con la reducción de su salario.
“Empezamos a proveer una oficina, algunas computadoras, pero no teníamos la capacidad en este momento para las 26 personas que se solicitaban, finalmente íbamos en ese proceso y lamentablemente el tiempo no nos dio (…). Estábamos nosotros proveyendo de todas las necesidades, pero iba lento, debo reconocer que iba lento el apoyo en esta materia”.
Defendió las facultades indagatorias con las que fue creada la Oficina, a pesar de que ésta no tiene atribuciones para sancionar funcionarios ni resultan vinculatorias sus determinaciones:
“Saben que un proyecto, cuando inicia, requiere de mucho esfuerzo, mucho sacrifico por todas las partes y mucha entrega, aquí faltó…”
Entonces, una reportera le preguntó si faltó esa entrega de parte de Valencia López, a lo que respondió: “Después que modificamos el salario también esto, pues, no fue algo que…” ¿No le gustó?, se le cuestionó: “Fue algo que…”, y quedó así, sin terminar la oración.
Consejo de Transparencia “obsoleto: Valencia
Valencia López rechazó, por su parte, que en su determinación por dejar la Oficina haya sido un factor la cuestión salarial o que por este motivo hubiera tenido algún disgusto: “No, eso no es cierto, yo me ajusté a lo que se había dado, eso no es una situación que haya influido”.
Sostiene que fue la “falta de apoyos” en la conformación de la Oficina lo que lo orilló a renunciar, particularmente acerca de la integración de áreas de la Secretaría General, Contraloría y del Consejo para la Transparencia y Ética Pública para la puesta en marcha de los trabajos de investigación.
Sobre el Consejo también hizo críticas puntuales: “Hoy es totalmente inoperante, fue un modelo que sirvió ya hace algunos años y el día de hoy ya se encuentra totalmente inoperante.
“La idea era transformarlo en un modelo de contraloría social, que era su incidencia en las decisiones de Gobierno. Hoy solamente genera algunas recomendaciones y la manera en que fue conformado, pues no garantiza que haya una representación de los sectores. Es un modelo que sirvió cuando no había Instituto de Transparencia (e Información Pública), pero pues hoy es totalmente obsoleto e inoperante”.
Destacó que la autoridad debe difundir las instancias existentes para hacer las denuncias de corrupción, y que debe establecer “procedimientos claros” para la sanción de funcionarios. “Para el proyecto del presidente municipal era de manera inmediata (la puesta en marcha de la Oficina), pero al final dentro de un Ayuntamiento conviven una serie de fuerzas políticas que pueden ir atrasando este tipo de decisiones”.
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