Jalisco

Laboratorios digitales, estrategia para reducir déficit de ingenieros

Las universidades jaliscienses generan al año entre dos mil y tres mil ingenieros, pero la industria requiere más de siete mil

GUADALAJARA, JALISCO (19/OCT/2016).- Uno de los objetivos de la implementación de los Laboratorios de Fabricación Digital en preparatorias de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es impulsar el estudio de las ingenierías en Jalisco, afirma el titular de la Coordinación y Administración de Programas de Cultura de Innovación de la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología (Sicyt), Obed Castillo Morales.

Destaca que el Gobierno pretende que en estos espacios se genere la cultura de la innovación: que los alumnos puedan construir un prototipo o un dispositivo que ayude a resolver, de forma barata, algunos problemas de la sociedad.

Apunta que las metodologías con las que se capacitaron a 300 alumnos de la Preparatoria 20 de la UdeG en Técnicas de Fabricación Digital (que estrenó su laboratorio en septiembre de 2015) fueron producidas por la Universidad de Stanford y por Fab Lab México, proyecto de la Universidad Anáhuac.

“Aquí arrancamos con un Laboratorio de Fabricación Digital para chavos de prepa. No había uno instalado en todo el país (en el nivel medio superior). Fuimos los primeros en lograrlo”.

Explica que en los laboratorios hay cortadoras láser, impresoras 3D, materiales de robótica, electrónica y herramientas comunes que se pueden encontrar en cualquier taller. Con éstas y con la ayuda de un maestro, los estudiantes pueden interaccionar con las nuevas tecnologías y cristalizar sus ideas.

Por su parte, el director del Instituto Jalisciense de Tecnologías de la Información (Ijalti), Jorge Eduardo Chávez Ramos, resalta que a nivel internacional los Laboratorios de Fabricación Digital ayudan a los estudiantes de ingenierías que se enfocan en las Tecnologías de la Información, pues en estos espacios desarrollan su creatividad. Además, a través de estos espacios pueden entender que la ingeniería no es sólo un área funcional.

El Ijalti cuenta con un laboratorio en el Centro del Software. En este lugar ayudan a estudiantes de cualquier universidad a capacitarse para desarrollar prototipos en las áreas de las Tecnologías de la Información y de Internet de las cosas.

Chávez Ramos asegura que en 2015 el Ijalti elaboró un estudio para identificar las necesidades de la industria en materia de ingenieros. En él se concluyó que las universidades del Estado generan, al año, entre dos mil 500 y tres mil ingenieros especialistas en Tecnologías de la Información. Sin embargo, la industria necesita más de siete mil.

“Esto no nada más está pasando en Jalisco, sino a nivel global. Se estima que en 2020, Estados Unidos va a tener un déficit de casi un millón de ingenieros. No estamos generando el suficiente volumen que requiere la industria”.

Además, en el documento se pone de relieve la importancia de que exista una plataforma común que sirva para que la industria comunique qué tipo de personal requiere y para que la academia conozca las habilidades que debe tener un alumno para obtener un trabajo en este sector.

Planteles de la UdeG que estrenarán Laboratorios

• Preparatoria 17.
• Preparatoria 19.
• Preparatoria Regional de Tonalá Norte.
• Preparatoria de Ahualulco de Mercado.
• Preparatoria Regional de Jocotepec.
• Preparatoria Regional de Atotonilco.
• Sistema de Universidad Virtual.

¿Qué incluye un Laboratorio de Fabricación Digital?

• Impresoras 3D.
• Cortadora láser.
• Material de electrónica.
• Material de robótica.
• Herramientas (taladros, celadoras, desarmadores).
• Máquinas de coser.

Capacitan a los alumnos

De acuerdo con la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (Sicyt), en 2015 se capacitaron a 300 alumnos de la Preparatoria 20 de la UdeG en Técnicas de Fabricación Digital.

TODO ES REPLICABLE

Para Eduardo Ramírez, director de FabLab DF, espacio ubicado en la Ciudad de México, la fortaleza de los Laboratorios de Fabricación Digital radica en que en éstos todo es replicable. Por ejemplo, un taller para niños que hable sobre cómo armar una silla se puede repetir en cualquier parte del mundo, pues para llevarlo a cabo se necesitan las mismas máquinas.

Hay algunos laboratorios que se han montado en espacios remotos y poco comunicados. Uno de éstos se asentó en el Amazonas.

El empresario explica que el concepto del FabLab nació a finales de los noventa en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). A diferencia de otros espacios como Makers Space (en donde las máquinas son más pequeñas y el proceso de trabajo es distinto), en un FabLab se pueden hacer prototipos con máquinas más sofisticadas.

En ese sentido, en FabLab DF, que es un proyecto privado, desde hace cuatro años desarrollan proyectos de diseño, arte y tecnología, principalmente. Su objetivo es que se cristalicen proyectos que ayuden a la población cercana.

“Nosotros somos un espacio abierto. Viene la gente, alumnos que no tienen las máquinas. Un alumno de diseño puede crear algo. Cada alumno hace su diseño. Hablan con un maestro para que acudan al FabLab y conozcan cuáles son las posibilidades. Aquí desarrollan su proyecto. Nosotros tenemos costo por tiempo de las máquinas y también damos talleres”.

LA VOZ DEL EXPERTO

María Elena Chan (jefa del Instituto de Gestión del Conocimiento y Aprendizaje en Ambientes Virtuales de la UdeG)

Primera etapa positiva

María Elena Chan afirma que el impulso que tuvo la puesta en marcha del Laboratorio de Fabricación Digital en la Preparatoria 20 fue positiva. En este espacio se capacitaron profesores para que aprendieran a trabajar desde el laboratorio con materias de cualquier tipo.

“Lo primero fue formar a los profesores para que pudieran identificar cómo podían hacer uso de esas metodologías. Se hicieron cursos con estudiantes y se probó que en plazos muy breves de tiempo se pueden ensayar este tipo de ejercicios de innovación o de invención. Por otro lado, además de que todos pueden trabajar en grupo, también sirvió para que se pudiera pensar qué se requiere en la universidad al nivel del SEMS para generar un espacio curricular en el que quepan los laboratorios”.

Resalta que en el trabajo con los maestros se presentaron proyectos para generar una alarma antibullying. El objetivo de esta herramienta fue realizar un conteo de los acosos.

Asegura que el trabajo de un docente en un laboratorio es lanzar un reto a los alumnos, dejarlos que piensen en libertad, acercarles recursos para que puedan armar una estrategia y generar una invención desde su imaginación. Al final, los involucrados pueden realizar el prototipo con el uso de las herramientas con las que cuenta este espacio.

“Lo principal es que el estudiante tenga la confianza de saber que puede generar ideas nuevas, que puede llegar a fabricar algo. Eso es lo más sorprendente tanto en los jóvenes como en los adultos. Lo más bonito del proyecto es cuando uno ve la cara de satisfacción de los equipos de que lograron inventar e incluso programar algo sin ser programadores y sin haberse acercado nunca a lo que es una impresora en 3D; que puedan aprender con herramientas sencillas en pocos días y sentir que pueden ser también ingeniosos y que pueden producir cosas”.

Resuelven los problemas "reales"

El encargado del Laboratorio de Fabricación Digital de la Preparatoria 20 de la UdeG, Manuel Granado, asegura que la intención de este espacio es que los estudiantes lleven a cabo proyectos que les ayuden a resolver problemáticas “reales” y para que desarrollen su creatividad.

“Es una metodología para utilices herramientas tecnológicas para resolver problemas en tu vida cotidiana, independientemente de tu unidad de aprendizaje. No es para que te dediques a la tecnología. La intención no es que los chavos se dediquen a las tecnologías o las ingenierías, sino que sepan que se les van a presentar problemas y que sepan cómo resolverlos con la utilización de herramientas”.

Desde octubre de 2015 a junio de 2016, periodo en el que el laboratorio operó con mayor regularidad, este profesor de Tecnologías de la Información observó cómo el espacio se adaptaba a los proyectos de Historia, Matemáticas, Arte y Comunicación en Lengua Escrita. Pero también recibió a maestros de otras preparatorias que llegaron para recibir capacitación. Vio pasar a alumnos de primer semestre, pero también de quinto y sexto. Fue testigo de cómo los participantes realizaron el proyecto de un bastón para personas ciegas, de un dispensador de papel y diversas obras de arte con censores, luz y sonido.

Manuel resalta que es necesario que en los siete laboratorios que se construirán en diversas preparatorias de la Universidad de Guadalajara y en el Sistema de Universidad Virtual (SUV) se aumente la capacidad (en el de la Preparatoria 20 caben 30 personas, pero otros espacios pueden recibir hasta 40) y se conformen equipos de trabajos para que los estudiantes puedan ser atendidos de forma eficaz.
Lo ideal es que los alumnos acudan al laboratorio hasta dos meses al semestre, pero con proyectos bien armados.

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