Jalisco
La iniciativa de divorcio
Parece que las mujeres han superado el miedo a irse del hogar y prescindir del sustento económico que proporcionan los hombres
También lo hemos cotejado con algunos abogados que se dedican a este tema y confirman que, efectivamente, ha aumentado el número de hombres que son demandados por sus esposas para finiquitar el matrimonio civil.
¿Qué está pasando? Es la pregunta obligada.
A ciencia cierta no tenemos una explicación. Pero las apreciaciones y reflexiones preliminares nos conducen a establecer algunas alternativas que deseamos exponer.
Parece que las mujeres, ya hartas de su situación conyugal, han superado el miedo a irse del hogar y prescindir del sustento económico que proporcionan los hombres.
Este miedo lo superan, o bien porque han llegado al fondo de su paciencia y tolerancia, o porque reciben el exhorto y la motivación de otras amigas y parientes que ya han pasado por el mismo calvario.
Otra explicación viene de la idea de que las mujeres están tomando la iniciativa en muchas áreas de la vida social y laboral, sin la preocupación o el freno que impone la figura masculina.
De igual manera, el ambiente que se respira es de crítica e intolerancia al machismo y al abuso del hombre hacia la mujer, y que por consecuencia no hay que aguantar ni soportar el más mínimo agravio. El divorcio es la solución.
Hay mujeres que soportaron heroicamente a sus maridos por años, desde su mal carácter, hasta el control económico, pero un buen día descubren que ya no es vida seguir al lado de un verdugo así. Y con gran esfuerzo y dolor dejan la esclavitud para probar el gozo de la libertad.
Un sociólogo observaba que las mujeres se han topado con el placer de apropiarse del mundo y aspiran a disfrutar de todo cuanto la vida ofrece; pero eso, que no tiene nada de inadecuado, resulta que es a cambio de la vida doméstica y sobre todo a favor de la vida un tanto más egoísta, muy típica del género masculino. Y por consiguiente, ante los problemas con la pareja, la puerta más inmediata es dejarlo. Eso sí, pero buscar quedarse con la seguridad que pueden dar los hijos y el sustento económico.
Explicaciones van y vienen, y de alguna manera iremos comprendiendo el fenómeno que nos ocupa, mientras tanto, ahora son los varones los que sufren del abandono de la esposa y peor aún, son ellas las que llegan con la demanda de divorcio en la mano, muchas veces con la espada desenvainada y un abogado de cómplice.
Ciertamente las cosas están cambiando, para bien o para mal, todavía es prematuro saberlo.
Lo que es muy cierto, es que los hijos son los que muchas veces acaban pagando el plato roto.
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