Jalisco
La disfunción eréctil puede ocultar una enfermedad grave
La diabetes, hipertensión y colesterol alto pueden provocar este padecimiento
Enfermedades como la diabetes, hipertensión y colesterol alto pueden llevar a un hombre a sufrir disfunción eréctil a temprana edad. Un alto porcentaje de estos casos se relaciona también con el estrés, el vicio del tabaco y llevar una vida desordenada.
Para el cirujano urólogo Ignacio Barragán Arteaga, la disfunción eréctil, antes llamada impotencia, afecta en algún grado a la mitad de los hombres mayores de 50 años.
El especialista en salud sexual masculina explica que este padecimiento se presenta en tres grados: el primero, llamado “leve”, es cuando el hombre simplemente no tiene la rigidez suficiente, pero puede tener una relación sexual; el segundo es “moderado”, cuando aún logra la erección, pero ya le es difícil tener intimidad, y el tercer grado, es el caso “severo”, cuando definitivamente ya no se logra la erección.
Después de los 40
Luego de más de seis años de experiencia en el ámbito de la salud sexual masculina, Barragán Arteaga asegura que la disfunción eréctil se puede presentar en personas menores de 40 años, que aunque son una minoría, generalmente estos casos están relacionados con enfermedades ya conocidas como la diabetes juvenil, la hipertensión y el colesterol alto.
Es por eso que cuando un paciente joven llega al consultorio con este padecimiento, es objeto de análisis de todas estas enfermedades para saber qué es lo que le está causando la disfunción eréctil, que en muchos casos se puede controlar.
Muchas veces puede ser que el paciente reconoce que tiene alguna de estas enfermedades y la medicina que toma para tratarla es la que le puede estar provocando este problema.
¿Cuándo acudir al médico?
Un hombre que sufre disfunción eréctil puede detectarlo de inmediato, porque él conoce su cuerpo y el primer síntoma es la baja de calidad en sus erecciones.
“Si el paciente antes no tenía ningún problema para lograr una erección rígida y ahora se tarda más en lograrla, cada persona se conoce perfectamente y sabe cuando es diferente”, aseguró el especialista.
Es en este momento, explica el urólogo, cuando el paciente debe acudir al médico para saber qué grado de disfunción eréctil tiene y cómo la puede tratar.
En primer lugar, se trata de encontrar los factores que puedan estar provocando enfermedades generales como diabetes, hipertensión, colesterol alto. Todos los padecimientos que entorpezcan la libre circulación de sangre en el organismo, pueden provocar disfunción eréctil.
No se estrese
Sin duda, el estrés es el causante de 65% de los casos de disfunción eréctil. Y es que las preocupaciones o el sedentarismo que generalmente nos llevan a un estado de depresión y por consecuencia al estrés, aumenta la probabilidad de tener un problema sexual de este tipo.
Y cuando se vive de esta manera, el impacto en la calidad de vida de un hombre que sufre disfunción eréctil entra en un círculo vicioso muy dramático, “porque empiezan problemas de estrés lo que le causa la disfunción eréctil, luego la detectan y el estrés se agrava”.
Ante estas circunstancias, Barragán Arteaga asegura que cualquier persona está sujeta al estrés por la forma en que vivimos en una ciudad grande, por lo que se es más susceptible a sufrir cualquier grado de disfunción eréctil.
La disfunción eréctil está catalogada como el identificador de que el paciente tiene otros problemas de salud, “es el estallido de muchos otros problemas que viene arrastrando”.
Focos rojos
Usted debe hacer caso a detalles como cuando sube escaleras y llega agotado, en muchos casos los pacientes piensan que se debe solamente a que no tienen condición física, pero algunas veces es que la circulación de sangre no da lo suficiente como para compensar el esfuerzo.
“El qué dirán”
Debido a que muchas veces es difícil para un hombre aceptar que sufre de disfunción eréctil, el especialista explica que se ha trabajado con otros médicos de consulta general para que cuando llegue el paciente y le hagan su historia clínica, les pregunten cómo les va en su vida sexual y muchas veces en ese momento, aprovechando la pregunta, contestan que sí, que tiene algún tipo de problema al respecto. De esta manera el doctor puede determinar qué es lo que le causa este padecimiento.
Falta de testosterona
También se presentan casos en que el paciente que sufre disfunción eréctil tiene niveles bajos de testosterona y que no padece ninguna de las enfermedades antes mencionadas. La estadística que maneja el especialista es que dos de cada 10 hombres tienen bajo el nivel de esta hormona.
El tabaquismo
Barragán Arteaga asegura que 75% de los hombres que sufren disfunción eréctil son fumadores. Explica que en algunos países como Inglaterra, la leyenda que imprimen en las cajas de cigarros dice de la siguiente manera: “Fumar puede provocar cáncer, e impotencia”.
Una posible solución
Existen en el mercado un medicamento para la disfunción eréctil, es una pastilla que se toma 40 minutos antes de tener una relación sexual.
En general la probabilidad de respuesta del medicamento es alta, ya que el paciente prácticamente recupera su vida sexual anterior, “con la ventaja de luego de varias tomas y ajustes, el paciente puede tener la posibilidad de depender menos del medicamento”.
El urólogo recomienda a los pacientes que no se automediquen, porque en dosis no adecuadas puede causar un efecto contrario. “Deben acudir con el especialista, porque cada persona es diferente y requiere de un chequeo para determinar cuál es la dosis adecuada y generalmente ésta se obtiene luego de cuatro tomas”.
En cuanto a las reacciones del medicamento para tratar la disfunción eréctil, se ha reportado dolor de cabeza, que se presenta porque el organismo reconoce la sustancia, pero al paso de las tomas se reducen estos dolores, aseguró.
Para saber
La disfunción eréctil es la incapacidad de mantener y lograr una erección satisfactoria para mantener relaciones sexuales.
De todas las disfunciones sexuales que existen, la más dramática y común viene a ser la disfunción eréctil, seguida por la eyaculación precoz.
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