Jalisco
La difusión de violencia abona a conductas patológicas: experto
Según el maestro de UdeG, José Francisco Gutiérrez debe regularse el contenido de violencia en medios
GUADALAJARA, JALISCO (16/FEB/2013).- Las autoridades deben prestar mayor atención para prevenir que actos como el del adolescente de 14 años que en días pasados apuñaló a su padre en la espalda se vuelvan más frecuentes, expuso el maestro José Francisco Gutiérrez Rodríguez, director del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica de la Universidad de Guadalajara. Según expuso, el clima de violencia que se ha manifestado en los últimos años en la entidad y los medios abonan a que se presenten conductas patológicas en los niños y jóvenes:
“Tenemos que trabajar a través de los diferentes canales de socialización, la familia, la escuela, los medios de comunicación, para poder identificar estos materiales comunicantes que en un momento determinado pueden ser factor de riesgo para la violencia o los rasgos sicopáticos a temprana edad. Es una responsabilidad no sólo de las autoridades, se tienen que trabajar más iniciativas de ley para poder hacer las valoraciones específicas”.
El académico insistió en que tanto en los niños como en adolescentes, el contexto actual ha comenzado a detonar “niveles de violencia que traslapan más allá de lo que se había venido dando, aspectos como una naturalización de la violencia a través de los diferentes materiales comunicantes, a la televisión, las películas, los cómics, los videojuegos, una brecha que empieza a darse cada vez más marcada entre las actuales generaciones entre los padres y los hijos cambiando los modelos de conformación familiar”.
Si a lo anterior se le suma el hecho de que en algunos jóvenes inicia cada vez a más temprana edad el consumo de alcohol o drogas, y que son susceptibles de presenciar conductas sicopatológicas por parte de los padres, es de esperar que se presenten más reacciones de este tipo en la sociedad.
Incluso, se han presentado movimientos contraculturales “que permiten que el joven pueda tener una noción del aquí y del ahora sin una idea clara de las consecuencias de un proyecto de vida a futuro”, razones por las cuales llegan a agredir pese a que tales arrebatos pueden llegar a truncar su desarrollo social.
“Los hijos llegan a tener una identificación con la víctima y una oposición hacia el agresor que puede detonar algo que en sicología se denomina acting out, es una explosión, en este tipo de actos, los agresores llegan a tener una visión en túnel, no advierten las consecuencias lógicas de sus actos, hay toda una bioquímica cerebral que se activa, como es desde la adrenalina, empieza a ser parte del síndrome de alerta o de huida, y va siendo una preparación para el enfrentamiento con el posible agresor”, detalló Francisco Gutiérrez.
La noche del 12 de febrero pasado, Joaquín García Silva, de 35 años, llegó ebrio a su casa en la colonia Benito Juárez de Guadalajara y posteriormente comenzó a golpear a su mujer. Ante el acto, el hijo de la pareja tomó un cuchillo y apuñaló a su padre por la espalda. Mientras el adulto fue trasladado a la clínica 14 del IMSS, el menor fue detenido por agentes del Ministerio Público. Este viernes, tras ser dado de alta el hombre agredido, decidió no presentar cargos en contra de su hijo, por lo que éste fue puesto en libertad.
EL INFORMADOR / SERGIO BLANCO
“Tenemos que trabajar a través de los diferentes canales de socialización, la familia, la escuela, los medios de comunicación, para poder identificar estos materiales comunicantes que en un momento determinado pueden ser factor de riesgo para la violencia o los rasgos sicopáticos a temprana edad. Es una responsabilidad no sólo de las autoridades, se tienen que trabajar más iniciativas de ley para poder hacer las valoraciones específicas”.
El académico insistió en que tanto en los niños como en adolescentes, el contexto actual ha comenzado a detonar “niveles de violencia que traslapan más allá de lo que se había venido dando, aspectos como una naturalización de la violencia a través de los diferentes materiales comunicantes, a la televisión, las películas, los cómics, los videojuegos, una brecha que empieza a darse cada vez más marcada entre las actuales generaciones entre los padres y los hijos cambiando los modelos de conformación familiar”.
Si a lo anterior se le suma el hecho de que en algunos jóvenes inicia cada vez a más temprana edad el consumo de alcohol o drogas, y que son susceptibles de presenciar conductas sicopatológicas por parte de los padres, es de esperar que se presenten más reacciones de este tipo en la sociedad.
Incluso, se han presentado movimientos contraculturales “que permiten que el joven pueda tener una noción del aquí y del ahora sin una idea clara de las consecuencias de un proyecto de vida a futuro”, razones por las cuales llegan a agredir pese a que tales arrebatos pueden llegar a truncar su desarrollo social.
“Los hijos llegan a tener una identificación con la víctima y una oposición hacia el agresor que puede detonar algo que en sicología se denomina acting out, es una explosión, en este tipo de actos, los agresores llegan a tener una visión en túnel, no advierten las consecuencias lógicas de sus actos, hay toda una bioquímica cerebral que se activa, como es desde la adrenalina, empieza a ser parte del síndrome de alerta o de huida, y va siendo una preparación para el enfrentamiento con el posible agresor”, detalló Francisco Gutiérrez.
La noche del 12 de febrero pasado, Joaquín García Silva, de 35 años, llegó ebrio a su casa en la colonia Benito Juárez de Guadalajara y posteriormente comenzó a golpear a su mujer. Ante el acto, el hijo de la pareja tomó un cuchillo y apuñaló a su padre por la espalda. Mientras el adulto fue trasladado a la clínica 14 del IMSS, el menor fue detenido por agentes del Ministerio Público. Este viernes, tras ser dado de alta el hombre agredido, decidió no presentar cargos en contra de su hijo, por lo que éste fue puesto en libertad.
EL INFORMADOR / SERGIO BLANCO
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