La cruz a cuestas por convicción
Desde hace 16 años dio un giro a su vida y prefirió, en lugar de tomarse las vacaciones de Semana Santa, personificar a Jesús en la tradicional Judea en Vivo
Antes era muy compulsivo (…), veía la religión católica como una tradición, mas no como convicción; ahora soy mejor católico porque comprendo más la vida de Jesús con los libretos”, menciona Antonio Gutiérrez Gómez, tapatío de 46 años de edad, quien desde hace 16 años dio un giro a su vida y prefirió, en lugar de tomarse las vacaciones de Semana Santa, personificar a Jesús en la tradicional Judea en Vivo que se realiza desde hace 200 años en el poblado de san Martín de las Flores.
A sus 46 años de edad, Antonio, quien labora como empleado de mantenimiento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), personificará por séptima ocasión a Jesús. Año con año, la cruz le pesa aún más, “pero me da orgullo que otros a mi edad no quieren caminar ni a la tienda de la esquina”, dice.
Este evento religioso, particularmente se ha posicionado como una de las mejores representaciones de la Pasión de Cristo a nivel nacional, y Antonio tendrá el papel principal por segunda vez consecutiva, lo que para él representa “satisfacción y responsabilidad” para dirigirse a un gran público que debe, mas que apreciar un simple espectáculo, “convencerse”.
¿Por qué decidió participar en esta celebración?
Porque creo en Jesús y en su enseñanza. Siento un gusto al representarlo físicamente, lo más apegado que yo pueda hacerlo, aprovechando mi físico, y también por un reto físico, espiritual e intelectual, porque también aprenderse todos los diálogos no es fácil; el 90% de los diálogos los digo el jueves y el otro 10% el viernes, así que la gente que va ese día pues sólo ve parte de la representación.
Yo no tenía ninguna experiencia teatral, entonces tuve que meterme a un grupo de teatro y me sirvió, agarré cierta experiencia y confianza.
¿Cómo fue su primera participación?
Me di cuenta por un compañero cuando yo participaba en carreras pedestres; los dos veníamos a entrenar a San Martín de Las Flores, vimos la Judea y al que la hizo de Jesús en ese entonces; fue entonces cuando entre broma y broma dije ‘yo la hago mejor’. Pasaron seis años, y en 1992, cuando vine a San Martín y les pedí una oportunidad, ese año sólo pude hacerla de Apóstol, pero al otro ya se me hizo salir de Jesús.
¿Qué significa para usted representar a Jesús?
Satisfacción y responsabilidad, porque tengo que tratar de mostrar sus últimas 24 horas. Yo lo considero como una forma de evangelización porque hay personas que vienen a verlo y no estaban convencidos, y cuando salen de aquí más de alguna se convenció de la pasión y muerte de Jesús. Es un gusto porque aunque no soy experto, a mi capacidad trato de hacer lo mejor que puedo para que la gente reconozca mi esfuerzo.
¿Cómo se prepara para el personaje?
Ya tengo los diálogos aprendidos, entonces sólo tengo que repasarlos. Estuve viniendo desde hace dos meses a ensayar dos días entre semana; sábado y domingo.
Físicamente, me preparo caminando y trotando, pues ya no puedo correr mucho; tengo las rodillas un poco dañadas, pero lo hago tranquilo.
¿Cuánto mide y pesa la cruz que va a cargar?
Pesa 78 kilogramos y mide como tres metros.
¿Qué siente al retomar el personaje de Jesús?
Es mi séptima en total y la segunda consecutiva. Cada año lo siento más pesado físicamente porque ya me pesan mis 46 años, pero me da orgullo que otros a mi edad no quieren caminar ni a la tienda de la esquina, y yo hago esto.
Siento que estoy en condiciones físicas y me da gusto que vaya a ser otra vez yo. El que estaba antes lo hacía bien, pero esta vez me tocó a mí repetir.
En San Martín no están muy de acuerdo en que yo lo haga, porque no soy de ahí y el otro sí era de ahí, pero es por lo único que no les gusta.
Además mi físico no es muy diferente al de él, pues yo no tengo que ponerme peluca, pupilentes o la barba para parecerme a la imagen que todos tenemos de Jesús, eso es una ventaja que tengo.
¿A qué se dedica?
Soy empleado del mantenimiento del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ahí tengo 27 años trabajando, hago reparaciones de electricidad, de fontanería y del aire acondicionado. Desde que estoy ensayando para La Judea, me dan permiso de ir por las noches a trabajar, pero después de hoy todo vuelve a la normalidad.
¿Y qué le dicen sus compañeros de trabajo?
Pues me echan ‘carrilla’ (ríe), pero sana, sin burlarse. Hasta ellos se emocionan porque me ven en los anuncios publicitarios y les da gusto.
¿Tiene familia?
No tengo hijos, soy soltero, pero vivo con dos de mis 15 hermanos; ya casi todos están casados. Tengo muchos sobrinos y primos, quienes también se emocionan y me cuidan. Muchos parientes han hablado por teléfono a la casa para preguntar por mí, algunos sí van a verme.
Antes, cuando vivía mi mamá, le daba mucho gusto verme vestido de Jesús. Ella era de Tepatitlán y allá son muy católicos, siempre nos inculcó la religión de buena manera.
¿Qué siente cuando la gente llora al verlo cargar la cruz o cuando está encarcelado?
Siento gusto por haber hecho una representación digna, es una satisfacción por tener el reconocimiento de las personas.
¿Cómo hace para salirse del personaje, después de una representación tan fuerte?
Tratar de vivir la vida normal, sin obsesionarme con el personaje. Nunca he tenido el problema de meterme tanto y sentirme mejor persona que otros. La gente que me conoce puede constatarlo. Gracias a Dios estoy bien conciente de que estoy haciendo sólo una representación y tratar de que lo que hago lo pueda llevar a la práctica en mi vida.
¿Cuántos años lleva participando en la celebración?
He hecho siete ocasiones de Jesús, en los años de 1993, 1994, 1995, 1998, 1999, 2007 y ahora 2008. La primera vez, en 1992, salí de Apóstol.
¿Seguirá haciéndolo los próximos años?
Pues si me invitan, y si estoy en condición de hacerlo, porque siento que si no lo hago, teniendo la capacidad es fallarme a mi mismo.
Frase: “Antes veía la religión católica como una tradición, mas no como convicción; ahora soy mejor católico porque comprendo más la vida de Jesús con los libretos”
Frase: “Lo considero una forma de evangelización porque hay personas que vienen a verlo y no estaban convencidos”
La Judea en Vivo se realiza en San Martín de las Flores desde hace 200 años; se ha posicionado como una de las mejores representaciones de la Pasión de Cristo a nivel nacional.
Antonio refiere que representar el papel de Jesús es un reto físico, intelectual y espiritual. La cruz que llevará a cuestas pesa 78 kilogramos y mide unos tres metros.
EL INFORMADOR 21-03-08 IJALH