Jalisco
La calma invade Autlán de Navarro
En viernes la plaza principal siempre está llena, éste luce totalmente vacía
AUTLÁN DE NAVARRO, JALISCO (01/MAY/2015).- Es viernes y son las 21:00 horas. En la plaza principal de
Autlán de Navarro, en el sur de Jalisco, cada semana concurren cientos de personas para disfrutar una nieve, un pan, cenar o divertirse en alguno de los negocios. Este primero de mayo la plaza está totalmente vacía.
"Si la plaza hablara joven. Nadie quiere salir. Es como toque de queda. Esto estuvo muy feo. Los que incendiaron el banco estuvieron aquí en el kiosco como hasta que se animaron y le arrojaron botes de vidrio con gasolina. Luego se fueron en una camioneta que pasó por ellos", soltó un taxista a un costado de los portales. No hubo necesidad de hacerle preguntas.
La sucursal de Banamex bandalizada está en contra esquina de la plaza. A las 21:00 horas continuaba acordonada, sin que alguien haya manipulado los indicios del ataque.
Según el hombre de unos 50 años que permanecía a un costado de su carro de sitio, tras el ataque el pueblo se guardó en su casa.
"Fue como si todos temieran lo peor y la verdad si fue peligroso. Aquí cercas dicen que tiraron un helicóptero militar. Y usted ya vio, hubo camiones y carros que quemaron. Uno anda en la calle por necesidad, no por gusto", cerró su monólogo el taxista, para después abordar sj unidad e irse.
A unos 20 metros dos policías municipales observan atrás de los portales, como si se resguardaran del peligro. La plaza continuó totalmente vacía.
"Si la plaza hablara joven. Nadie quiere salir. Es como toque de queda. Esto estuvo muy feo. Los que incendiaron el banco estuvieron aquí en el kiosco como hasta que se animaron y le arrojaron botes de vidrio con gasolina. Luego se fueron en una camioneta que pasó por ellos", soltó un taxista a un costado de los portales. No hubo necesidad de hacerle preguntas.
La sucursal de Banamex bandalizada está en contra esquina de la plaza. A las 21:00 horas continuaba acordonada, sin que alguien haya manipulado los indicios del ataque.
Según el hombre de unos 50 años que permanecía a un costado de su carro de sitio, tras el ataque el pueblo se guardó en su casa.
"Fue como si todos temieran lo peor y la verdad si fue peligroso. Aquí cercas dicen que tiraron un helicóptero militar. Y usted ya vio, hubo camiones y carros que quemaron. Uno anda en la calle por necesidad, no por gusto", cerró su monólogo el taxista, para después abordar sj unidad e irse.
A unos 20 metros dos policías municipales observan atrás de los portales, como si se resguardaran del peligro. La plaza continuó totalmente vacía.
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