Jalisco
La Yesca posee el mejor comportamiento técnico del mundo
El complejo hidroeléctrico es uno de los más rentables para la generación de energía limpia
HOSTOTIPAQUILLO, JALISCO (06/NOV/2012).- Los complejos hidroeléctricos son los más rentables para la generación de energía limpia y La Yesca es un ejemplo mundial del potencial de estas fuentes, aunado al ingenio mexicano.
Así lo aseguró el coordinador de Proyectos Hidroeléctricos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Humberto Marengo Mogollón, en el marco de la inauguración de la central hidroeléctrica La Yesca, la segunda más grande del mundo después de Tres Gargantas, en el río Yangtze de China.
Destacó que La Yesca fue construida con técnicas innovadoras que hoy en día son reconocidas por ingenieros de diferentes partes del mundo.
Mencionó que sobre la construcción de esta obra se han desarrollado al menos 25 tesis de maestrías y doctorados, además de que cientos de estudiantes recorrieron la hidroeléctrica para conocer su proceso de edificación.
Un factor que hacen de esta presa una de las mejor comportamiento técnico es el factor filtración, pues en su construcción se combinaron metales como el cobre, que es "más noble" respecto al fenómeno de oxidación, lo que lo hace más controlable, expuso.
El funcionario de la CFE explicó que en este tipo de presa, "por mucho cuidado que pongamos para colocar sellos en la construcción se mete el agua, lo cual ocurre porque la roca se asienta y con este proceso las caras de concreto se fracturan y el agua entra".
Comentó que en presas de Brasil, África e Islandia, se tuvieron mil 500 litros de agua por segundo de filtración, mientras que en La Yesca apenas es de 89 litros por segundo, es decir, reiteró, la cantidad del líquido agua que puede entrar por la cortina es muy reducida.
Por otra parte, abundó, la presa cuenta con aparatos denominados inclinómetros que miden cuánto se han asentado las rocas y que han detectado que en La Yesca sólo se tuvo un asentamiento de 89 centímetros, comparada con las presas brasileñas que tienen 3.25 metros de inclinación.
Otro factor que convierte a esta presa en una de las de mejor comportamiento técnico del mundo son la serie de aparatos que miden el movimiento de las juntas de los cimientos, de apenas décimas de milímetros, anotó.
Marengo Mogollón enfatizó que La Yesca es ahora un ejemplo en su tipo a nivel mundial, de ahí que ingenieros de otros países acuden a la obra a estudiar el trabajo de los mexicanos y sus resultados.
Al respecto, el residente general de la obra, Próspero Ortega, dijo que a diferencia de una termoeléctrica, que utiliza uranio, combustóleo o diesel para calentar el agua y echar a andar el generador, la hidroeléctrica no requiere de ningún combustible para operar, salvo la materia prima, que es el agua.
Si bien las inversiones que requiere este tipo de infraestructura son considerables, como La Yesca que necesitó un 30 por ciento más de recursos de lo presupuestado, aseguró que además de ser rentables son nobles con el ambiente.
Para un país como México, donde los recursos hidráulicos son limitados y muy acotados a una temporada del año (de cuatro a cinco meses), la opción de almacenar agua en una presa es una de las más rentables, destacó.
De esta manera, añadió, el costo de la materia prima de una hidroeléctrica, comparada con una termoeléctrica, es gratuita, por lo que sólo es cuestión de guardar el agua cuando es época de lluvias para administrarla cuando no hay, eso hacen las presas.
Próspero Ortega resaltó que la principal ventaja de las presas es lo que denominó "la entrada en operación instantánea", pues cuando existe una demanda fuerte de energía eléctrica, ninguna fuente generadora tiene una respuesta tan rápida de generación como las hidroeléctricas.
Aseguró que además de generar la energía que requiere el país, las presas permiten regular el flujo de los ríos, evitando inundaciones en zonas bajas cuando vienen lluvias muy abundantes.
Mencionó que presas como El Cajón, Aguamilpa y la propia Yesca evitaron inundaciones en poblaciones cercanas, además de que fomentan la pesca al crear vasos lacustres muy productivos, como el caso de Aguamilpa, cuya producción era de 33.5 toneladas por año y hoy se tienen cinco mil toneladas.
Pero lo principal es el hecho de que las presas pueden guardar el agua y entregarla cuando la población la requiera, algo que es muy demandado en estos tiempos en ciudades como el Distrito Federal, puntualizó.
Así lo aseguró el coordinador de Proyectos Hidroeléctricos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Humberto Marengo Mogollón, en el marco de la inauguración de la central hidroeléctrica La Yesca, la segunda más grande del mundo después de Tres Gargantas, en el río Yangtze de China.
Destacó que La Yesca fue construida con técnicas innovadoras que hoy en día son reconocidas por ingenieros de diferentes partes del mundo.
Mencionó que sobre la construcción de esta obra se han desarrollado al menos 25 tesis de maestrías y doctorados, además de que cientos de estudiantes recorrieron la hidroeléctrica para conocer su proceso de edificación.
Un factor que hacen de esta presa una de las mejor comportamiento técnico es el factor filtración, pues en su construcción se combinaron metales como el cobre, que es "más noble" respecto al fenómeno de oxidación, lo que lo hace más controlable, expuso.
El funcionario de la CFE explicó que en este tipo de presa, "por mucho cuidado que pongamos para colocar sellos en la construcción se mete el agua, lo cual ocurre porque la roca se asienta y con este proceso las caras de concreto se fracturan y el agua entra".
Comentó que en presas de Brasil, África e Islandia, se tuvieron mil 500 litros de agua por segundo de filtración, mientras que en La Yesca apenas es de 89 litros por segundo, es decir, reiteró, la cantidad del líquido agua que puede entrar por la cortina es muy reducida.
Por otra parte, abundó, la presa cuenta con aparatos denominados inclinómetros que miden cuánto se han asentado las rocas y que han detectado que en La Yesca sólo se tuvo un asentamiento de 89 centímetros, comparada con las presas brasileñas que tienen 3.25 metros de inclinación.
Otro factor que convierte a esta presa en una de las de mejor comportamiento técnico del mundo son la serie de aparatos que miden el movimiento de las juntas de los cimientos, de apenas décimas de milímetros, anotó.
Marengo Mogollón enfatizó que La Yesca es ahora un ejemplo en su tipo a nivel mundial, de ahí que ingenieros de otros países acuden a la obra a estudiar el trabajo de los mexicanos y sus resultados.
Al respecto, el residente general de la obra, Próspero Ortega, dijo que a diferencia de una termoeléctrica, que utiliza uranio, combustóleo o diesel para calentar el agua y echar a andar el generador, la hidroeléctrica no requiere de ningún combustible para operar, salvo la materia prima, que es el agua.
Si bien las inversiones que requiere este tipo de infraestructura son considerables, como La Yesca que necesitó un 30 por ciento más de recursos de lo presupuestado, aseguró que además de ser rentables son nobles con el ambiente.
Para un país como México, donde los recursos hidráulicos son limitados y muy acotados a una temporada del año (de cuatro a cinco meses), la opción de almacenar agua en una presa es una de las más rentables, destacó.
De esta manera, añadió, el costo de la materia prima de una hidroeléctrica, comparada con una termoeléctrica, es gratuita, por lo que sólo es cuestión de guardar el agua cuando es época de lluvias para administrarla cuando no hay, eso hacen las presas.
Próspero Ortega resaltó que la principal ventaja de las presas es lo que denominó "la entrada en operación instantánea", pues cuando existe una demanda fuerte de energía eléctrica, ninguna fuente generadora tiene una respuesta tan rápida de generación como las hidroeléctricas.
Aseguró que además de generar la energía que requiere el país, las presas permiten regular el flujo de los ríos, evitando inundaciones en zonas bajas cuando vienen lluvias muy abundantes.
Mencionó que presas como El Cajón, Aguamilpa y la propia Yesca evitaron inundaciones en poblaciones cercanas, además de que fomentan la pesca al crear vasos lacustres muy productivos, como el caso de Aguamilpa, cuya producción era de 33.5 toneladas por año y hoy se tienen cinco mil toneladas.
Pero lo principal es el hecho de que las presas pueden guardar el agua y entregarla cuando la población la requiera, algo que es muy demandado en estos tiempos en ciudades como el Distrito Federal, puntualizó.
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