Jalisco

La UdeG, una de las instituciones más desfavorecidas por la Federación

De los recursos destinados a las universidades públicas estatales, 66% son federales

GUADALAJARA, JALISCO (20/SEP/2010).- La Universidad de Guadalajara (UdeG) se coloca como una de las instituciones con menos subsidio en términos federales y con más subvenciones por parte de entidades federativas. En lo relativo a los fondos federales, la UdeG se encuentra en la penúltima posición de 33 casas de estudios nacionales y estatales, con un subsidio de tan sólo 17 mil pesos por estudiante. En la esfera estatal, Jalisco es la tercera universidad más beneficiada, al recibir 20 mil pesos por alumno de Educación Media Superior y profesional. En este rubro, la casa de estudios es superada solamente por la Universidad Veracruzana y la Universidad de Guanajuato.

La mayoría de las instituciones estatales de educación superior se mantienen de los subsidios que desembolsa la Federación, muy pocas poseen una participación estatal determinante. En promedio, las universidades públicas estatales reciben dos de cada tres pesos mediante participaciones federales, mientras que sólo 34% procede de la Entidad federativa a la que pertenecen.

Por ejemplo, tomando en cuenta una casa de estudios de las proporciones de la UdeG, la Universidad Autónoma de Nuevo León recibe 62.20% de ingresos federales y menos de 40% de recursos del Estado. Por debajo de la línea de 30% de recursos estatales, están las universidades de Aguascalientes, Morelos, Tamaulipas, Sonora, Sinaloa y Oaxaca, entre otras. 

Pretende emparejarse con recursos extraordinarios

A pesar del bajo porcentaje de subsidio que desembolsa la Federación, la Secretaría de Educación Pública (SEP) pone a disposición de las universidades públicas ciertos fondos participables que intentan disminuir el déficit presupuestal del Gobierno con las instituciones de educación superior. En este rubro, los indicadores positivos de la máxima casa de estudios de Jalisco, han permitido que lidere ampliamente la asignación de recursos extraordinarios. En 2009, la institución jalisciense logró atraer más de 500 millones de pesos, lo que significa 7% de recursos extra para las operaciones adicionales.

De estos recursos, 50 millones de pesos (MDP) son destinados a incrementar la matrícula de estudiantes; 50 MDP para el Centro Cultural Universitario (CCU); 75 MDP para el fortalecimiento institucional y ocho millones para proyectos de investigación procedentes del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Procedencia de los ingresos presupuestales de la UdeG
(Millones de pesos)


Subsidio estatal    3 mil 096
Subsidio federal    2 mil 398
Autogenerados    Mil 192
Fondos externos    528
Comprometidos    492
Otros    366
Total    8 mil 072

La ineficiencia invade tanto al sector público como al privado

México invierte 5.7% de su PIB en educación


A pesar de lo que se suele pensar, México no invierte tan poco en educación, si se compara con otras naciones a nivel mundial, señala la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). La nación que más destina recursos al sistema educativo es Islandia, que alcanza 8% del Producto Interno Bruto (PIB), seguido muy de cerca por Israel, en la segunda posición, y ligeramente atrás los Estados Unidos. México, por su parte, se encuentra a mitad de la tabla en la línea de países con tradicional vocación de educación pública como Finlandia o Australia, aunque también codo a codo con naciones emergentes latinoamericanas como Chile. México invierte alrededor de 5.7% de su PIB en educación, lo que es tres puntos decimales por debajo del promedio de las naciones de la OCDE, que se ubican en 6% anual.

Para la institución global dirigida por el mexicano José Ángel Gurría, el problema educativo mexicano no se resuelve simplemente inyectando recursos excedentes al rubro, sino sobre todo modernizando un sistema que ha quedado obsoleto. Según revela el estudio “Panorama educativo 2009”, a México lo atraviesan problemáticas como la ineficiencia en la repartición de los recursos y obstrucciones de sindicatos y organizaciones que niegan la posibilidad de que el sistema mexicano se renueve y tome un respiro tras años de degradación.

El estudio advierte que el impacto de las tendencias negativas en el esquema educativo mexicano se da por igual en la esfera pública que en el entorno de la educación privada. Por ello, el documento llega a la conclusión de que la educación en México reclama una reforma estructural que elimine las malas prácticas que siguen perjudicando la preparación de millones de jóvenes en México.
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