Jalisco

La Catedral está lista ante el paso de la tuneladora

Se estima que 'La Tapatía' perforará debajo del recinto religioso la próxima semana

GUADALAJARA, JALISCO (10/FEB/2017).- La Catedral de Guadalajara está lista para resistir el paso de “La Tapatía”, la tuneladora que pasa por las entrañas del Centro tapatío como parte de la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero.

Para evitar riesgos en el edificio con casi 400 años de vida se hizo una serie de reforzamientos en toda la estructura, con énfasis en las dos torres, que serían las más susceptibles en caso de algún movimiento brusco del subsuelo.

No obstante, se descarta por el momento cancelar parcial o permanentemente las actividades de la Catedral, pues el momento más riesgoso de las excavaciones e instalación de los muros ya terminó, anunció el cura coordinador de la comisión de Arte Sacro del Arzobispado de Guadalajara, Eduardo Gómez Becerra.

“Ha sido una planeación que ha ayudado a que la Catedral siga manteniendo sus actividades y sus celebraciones ordinarias”.

El Arzobispado estuvo en una reunión con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Protección Civil estatal y de Guadalajara, para hacer una evaluación y revisión del estatus de la obra.

Se informó que la tuneladora ya está frente a Catedral, para cruzar el túnel de Hidalgo, donde se detuvieron para reforzar el terreno diferenciado que se encontró la máquina a su paso.

Según el padre, todo está previsto para que la tuneladora comience a trabajar el próximo 14 de febrero, por lo que se prevé que haya pasado de largo para cuando empiece la Cuaresma.

El padre refiere que se detectó cierta “psicosis” por parte de la población, que piensa que la Catedral se va a caer con los trabajos del Tren Ligero.

“La gente antes entraba a la Catedral y no volteaba a verla; ahora entran revisando todo, a ver qué se le ha caído, y pues no, yo creo que la Catedral tiene su fortaleza, aunque es débil en estructura, el edificio mismo todavía tiene para mucho tiempo”.

URGE RESTAURARLA INTEGRALMENTE

La Catedral metropolitana es pobre estructuralmente, no tiene solidez y necesita una restauración y conservación integral, advierte el cura coordinador de la comisión de Arte Sacro del Arzobispado de Guadalajara, Eduardo Gómez Becerra. El plan es que, una vez terminada la Línea Tres y con el tren en marcha, se realice un proyecto completo en el que participen el Gobierno estatal, el INAH, la Secretaría de Cultura federal y la Arquidiócesis de Guadalajara.

“La Catedral es propiedad federal, entonces está encomendada a la Iglesia Católica, pero es un edificio patrimonial histórico muy importante y emblemático de nuestra ciudad que hay que cuidar” explicó el sacerdote.

Con el paso de los años, la Catedral se ha desgastado y no se le ha dado el mantenimiento que requiere. Por ejemplo, el paso de hasta 100 mil vehículos todos los días le hizo “mucho daño a la Catedral. El smog y el movimiento en todo el espacio deterioraron mucho la cantera”.

El inmueble fue blindado ante las vibraciones

Como parte de los trabajos para evitar que la Catedral tenga daños con las obras de la Línea 3, desde mediados del año pasado se inició un proyecto de seguridad en todo el edificio.

Éste incluyó el reforzamiento de las torres de Catedral, mediante un trabajo organizado por el Instituto de Investigaciones de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el aval de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Consistió en reforzar la parte del cubo, donde están las campanas y columnas. Cada columna se reforzó con un cincho e inyección de mortero, se traspasaron con unas varillas de acero inoxidable para darle mayor fortaleza, además de que se colocaron unos aros de acero y tirantes en el desplante del cono de las torres.

“Esto se hizo de agosto a diciembre del 2016, o sea, acaban de terminar; ya se entregó esa parte y hasta ahorita creo que vamos bien”.

El sacerdote coordinador de la comisión de Arte Sacro del Arzobispado de Guadalajara, Eduardo Gómez Becerra, explicó que como parte del proyecto, Siteur contrató un monitoreo permanente de toda la Catedral, con una instrumentalización robotizada para medir el edificio a través de drones y sensores.

Se enterraron unas placas en las calles que rodean al recinto religioso, con el objetivo de observar cualquier movimiento o desplazamiento en el terreno.

También se colocaron unos prismas que durante las 24 horas del día realizan mediciones. “A través de unos teodolitos miden todo el día y cualquier movimiento llega en tiempo real” destacó.

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