Jalisco
Jóvenes presentan examen para entrar a la preparatoria
Al menos mil 600 aspirantes buscan un lugar en la prepa Jalisco
GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2014).- A pesar de haber sido citados a las 7:30 de la mañana, muchos llegaron ahí desde las 6:00. Pero una hora más de espera no les facilitará la entrada a la preparatoria. Un número en una boleta y una respuesta pueden ser la diferencia entre ser admitidos o quedar fuera.
Cerca de 800 alumnos se presentaron el día de hoy afuera de las instalaciones de la Preparatoria Jalisco para realizar el examen de admisión de una de las últimas etapas de su vida académica. Sólo hay alrededor de 500 lugares disponibles para los turnos matutino y vespertino y, aunque la competencia se agrava, eso no es todo, pues a los 800 del día de hoy se le sumarán 800 más que acudirán la próxima semana con las mismas esperanzas.
Mil 600 aspirantes. Menos de un tercio de espacios vacantes. Tres horas para luchar por ellos.
"Anoche no pude dormir", admite Antonio, "cerraba los ojos y seguía viendo las respuestas que tuve mal en la guía".
Antonio o Toño, como prefiere que le llamen, tiene 14 años y asiste a la escuela secundaria. En el futuro quiere ser arquitecto y sabe que los próximos tres años determinarán si lo logra a o no. "Si no me va bien aquí (en la preparatoria 1) luego es más difícil entrar al CUAAD. Ahorita tengo 90 de promedio, pero luego está bien competido".
"Siempre ha sido muy listo", asegura Adriana, su hermana mayor, "yo tuve que esperarme un semestre porque no salí en listas, pero él lo va a lograr a la primera".
Adriana esperó fuera de la preparatoria mientras Toño hacía su examen. Otros padres estaban también ahí, expectantes e incluso nerviosos por el futuro de sus hijos. Fuera los familiares se esfuerzan por conversar para matar el tiempo, dentro tan sólo se escucha el rasgar de los lápices y el pasar de las hojas.
Veinte salones, 40 alumnos en cada uno, tres secciones y pocos futuros asegurados. Un acento y un punto decimal o una traducción errónea lo decidirán, pero una vez transcurridas las tres horas ya no hay nada por hacer.
"¡Donde más me confundí es en la parte de inglés!" se quejó Toño al salir, "¿Por qué la tuvieron qué poner este semestre? ¡¿Por qué?!".
Su hermana le tranquiliza y le asegura que todo estará bien, pero Antonio aún está nervioso por la sección de inglés y probablemente siga estándolo hasta el 28 de julio cuando se den a conocer los resultados que determinarán los próximos tres años de la vida de Toño.
EL INFORMADOR / DANIEL CASTILLO
Cerca de 800 alumnos se presentaron el día de hoy afuera de las instalaciones de la Preparatoria Jalisco para realizar el examen de admisión de una de las últimas etapas de su vida académica. Sólo hay alrededor de 500 lugares disponibles para los turnos matutino y vespertino y, aunque la competencia se agrava, eso no es todo, pues a los 800 del día de hoy se le sumarán 800 más que acudirán la próxima semana con las mismas esperanzas.
Mil 600 aspirantes. Menos de un tercio de espacios vacantes. Tres horas para luchar por ellos.
"Anoche no pude dormir", admite Antonio, "cerraba los ojos y seguía viendo las respuestas que tuve mal en la guía".
Antonio o Toño, como prefiere que le llamen, tiene 14 años y asiste a la escuela secundaria. En el futuro quiere ser arquitecto y sabe que los próximos tres años determinarán si lo logra a o no. "Si no me va bien aquí (en la preparatoria 1) luego es más difícil entrar al CUAAD. Ahorita tengo 90 de promedio, pero luego está bien competido".
"Siempre ha sido muy listo", asegura Adriana, su hermana mayor, "yo tuve que esperarme un semestre porque no salí en listas, pero él lo va a lograr a la primera".
Adriana esperó fuera de la preparatoria mientras Toño hacía su examen. Otros padres estaban también ahí, expectantes e incluso nerviosos por el futuro de sus hijos. Fuera los familiares se esfuerzan por conversar para matar el tiempo, dentro tan sólo se escucha el rasgar de los lápices y el pasar de las hojas.
Veinte salones, 40 alumnos en cada uno, tres secciones y pocos futuros asegurados. Un acento y un punto decimal o una traducción errónea lo decidirán, pero una vez transcurridas las tres horas ya no hay nada por hacer.
"¡Donde más me confundí es en la parte de inglés!" se quejó Toño al salir, "¿Por qué la tuvieron qué poner este semestre? ¡¿Por qué?!".
Su hermana le tranquiliza y le asegura que todo estará bien, pero Antonio aún está nervioso por la sección de inglés y probablemente siga estándolo hasta el 28 de julio cuando se den a conocer los resultados que determinarán los próximos tres años de la vida de Toño.
EL INFORMADOR / DANIEL CASTILLO
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