Jalisco

—Jimena

¡Ya tenemos reina para los Panamericanos!

¿Gol a favor del Gobierno de Jalisco, en el partido de los Juegos Panamericanos cuyo resultado aún está en el aire...? Vamos a ver...

Podrá tildarse de oportunistas —virtud típica de los goleadores, por cierto— al gobernador del Estado, Emilio González Márquez, y al secretario de Turismo, Aurelio López Rocha... pero no de tontos. El primero, por el mensaje que se apresuró a enviar, en cuanto se supo de su triunfo en el certamen de Miss Universo, a la tapatía Jimena Navarrete: “¡Ya tenemos reina para los Panamericanos!”. El segundo, por su intención de oficializar el compromiso con la chica que, quizá sin proponérselo, compite por el título de “Reina de Jalisco” con la Virgen de Zapopan, nada menos, para que sea promotora de los Juegos del año próximo, y para que se convierta, al término de su reinado —dentro de un año, cuando se designe a su sucesora—, en la “imagen” del evento deportivo.

—II—

Para que sea gol, falta, primero, que el balón entre al marco; es decir, que se formalice la invitación... y que Jimena, en principio, acepte. Después, lo más importante: que el árbitro lo convalide; es decir, que la organización Miss Universo dé su anuencia para que la guapérrima tapatía deslice el comercial de los Panamericanos, como no queriendo, cada vez que, en el ejercicio de su honroso cargo, aluda a la tierra que la vio nacer: “Soy de Guadalajara, la tierra de Alejandro Fernández (o del ‘Chicharito’ Hernández)... y sede  de los que serán, aunque ni Ripley lo crea, los mejores Juegos Panamericanos de la historia”.

(En fechas recientes, por cierto, las últimas noticias con respecto a los hasta ahora malhadados Juegos —que, de hecho, dejaron de ser de Guadalajara y pasaron a ser del Gobierno de Jalisco— han sido las relacionadas con el asiento definitivo —¡aleluya, aleluya...!— del Estadio de Atletismo, y con las dificultades para comercializar, para cuando concluya el evento, los departamentos de la Villa Panamericana).

—III—

Si se consuma el gol a favor que sería el “nihil obstat” de los patrocinadores de Jimena —y el de ella misma, por supuesto— para que la flamante Miss Universo se convierta, oficialmente, en la Reina de los Juegos, sería, por lo menos hasta ahora, lo que los antiguos cronistas llamaban “el gol de la honrilla” (una de cal por las muchas que van de arena)... en un partido que parece estarse perdiendo por goliza.
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