Jalisco

Jalisco celebra unido los 200 años de independencia

Desde las 12:00 horas, miles de jaliscienses comenzaron a concentrarse en el Centro de Guadalajara para iniciar con la gran fiesta mexicana

Jalisco celebra unido los 200 años de independencia
Calderón da el Grito del Bicentenario
Video: la seguridad en el festejo
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Da Vielma emotivamente su primer Grito
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Izamiento de Bandera puso en marcha los festejos patrios

GUADALAJARA, JALISCO (16/SEP/2010).-
Un emotivo grito se vivió ayer en el Centro de Guadalajara, donde los jaliscienses dieron muestra de que el pueblo mexicano está unido en estos tiempos difíciles; a pesar del nerviosismo y las rigurosas medidas de seguridad, el ánimo por festejar la gran fiesta del Bicentenario de la Independencia no se opacó por nada.

Mientras los miles de asistentes que tapizaron la Plaza de Armas esperaban la salida del gobernador Emilio González Márquez, se vivieron momentos emotivos. Uno de ellos fue minutos antes de las 22:00 horas, cuando la Orquesta Filarmónica de Jalisco comenzó a tocar el Huapango, de Moncayo”, y la fachada del Palacio de Gobierno se iluminó con las luces de la pirotecnia que estaba sincronizada con la música.

Este momento provocó el asombro y los aplausos de los asistentes, cuyos rostros mostraban la alegría de festejar este momento histórico.

Justo a las 23:00 horas, el gobernador de Jalisco hizo su arribo al balcón principal del recinto del Poder Ejecutivo estatal. Al verlo, los jaliscienses lo acogieron con aplausos y entusiasmo — como pocas veces se había visto—, y ahí el mandatario comenzó a recordar a los héroes que lucharon por convertir a México en una país libre y soberano.

“Por su contribución desde Jalisco a la libertad de México, ¡que viva El Amo Torres! Por la defensa de la Isla de Mezcala, ¡que viva Marcos Castellanos! Por demostrar gran valentía y compromiso con la lucha de Independencia, ¡que viva Rita Pérez de Moreno! Por inculcarnos que la patria es primero, ¡que viva Vicente Guerrero!”.

González Márquez no dejó de recordar a los héroes nacionales como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez.

El secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, reportó que al término del evento el saldo era blanco, y al mismo tiempo reconoció a los más de 25 mil asistentes que participaron en la fiesta del Bicentenario, a pesar del temor y las medidas seguridad que había y que se mantendrán hasta hoy que concluya el desfile.

CRÓNICA

La fiesta, con vigilancia inédita


Desde dentro son las familias mexicanas y su alegría acostumbrada, son las luces de los juegos mecánicos, el color de los algodones de azúcar y los gigantescos sombreros puntiagudos de todos los años; desde fuera, en cambio, todo luce irreconocible: es una fiesta custodiada y resguardada como nunca antes, para que siga siendo la de siempre.

Los tapatíos conmemoraron los 200 años de la vida independiente de México en una cápsula de seguridad. Los filtros de revisión con policías estatales y municipales para ingresar al cerco instalado generaron filas que se hacían más largas conforme transcurría el día.

En uno de esos filtros espera un hombre apoyado con sus antebrazos en el barandal. Es el que se encuentra en la Plaza Fundadores, atrás del Teatro Degollado, donde Pedro Benítez espera a su familia. Para matar el tiempo, observa a los hombres y mujeres enfilados que deben pasar por la revisión de sus mochilas y bolsos, para garantizar un “clima de orden y tranquilidad”.

Pedro está en el México de adentro, el que festeja su Bicentenario, pero su mirada está perdida en el de afuera, el de las 30 mil muertes de la guerra al crimen organizado. Pero le parece bien toda esta seguridad, “más vale”. Comenta que uno de sus hijos no piensa como él, porque, después de todo, es una restricción “en nuestro Centro”.

Mientras se da esta conversación —que no entrevista—, un policía estatal se aproxima para señalar que no está permitido estar así, dos personas hablando desde cada lado de la cerca, porque entonces “pues de nada sirve el filtro”. No hay problema.

Alguien hizo ver que en el cielo no habían pasado aves desde hacía mucho tiempo.

Pasando por la desolación de los baldíos alrededor del Parque Morelos hasta llegar al cruce de Pino Suárez e Independencia, un grupo de unos 30 comerciantes espera en otro de los filtros para ingresar a la fiesta. ¡Cuánta seguridad!, se sorprenden unos y lamentan otros. Un comandante de la Policía municipal habla con ellos, y de manera amable, les comenta que llamará a la autoridad competente para determinar si pueden ingresar.
Uno de ellos toma aire, y bromea: “Bara bara las banderitas, compre una y le damos su pase de entrada”.

Luis Herrera.
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