Jalisco
Jaliscienses desconfían de grupos fuera de la familia
Ocho de cada 10 no está en juntas vecinales, clubes o asociaciones políticas
GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2014).- El alto índice de desconfianza en grupos sociales fuera de la familia es lo que provoca poca participación de los jaliscienses en la toma de decisiones que atañen a su localidad y sociedad, revelan los resultados de la encuesta 2013 del Observatorio Jalisco Cómo Vamos.
Dos tercios de los encuestados dijeron confiar mucho en sus familiares, casi la mitad mencionó confiar algo en sus conocidos, mientras que un tercio manifestó confiar poco en los transeúntes.
Las personas que viven en las zonas rurales tienden a confiar más en sus vecinos y familiares que los que habitan en las zonas urbanas.
El nivel de confianza y participación se ven reflejadas en que ocho de cada 10 jaliscienses no pertenecen a algún tipo de organización como junta vecinal, club deportivo, asociación civil u organización política.
En el estudio se precisa que ningún grupo social, ya sea por edad, género, nivel de ingresos o estudios muestran mayor participación.
Las personas que cuentan con estudios universitarios tienden a mostrar más interés en la política.
En una escala del uno al 10, donde uno es “no le interesa nada la política” y 10 es “le interesa mucho”; el 12 por ciento de los entrevistados dijo situarse en un ocho dentro de la escala de interés por la política.
Una de las conclusiones contenidas en el documento precisa que el clima de desconfianza generado por el abuso de ciudadanos y autoridades ha llevado a la gente a relegarse en sus círculos más íntimos donde encuentran mayor satisfacción.
La corrupción institucional y la burocratización de la política provocan que las demandas no se traduzcan en posibilidades de cambio, lo que, en consiguiente, genera frustración y la lectura de que se requiere demasiado esfuerzo para poder incidir.
El estudio concluye que si la gente dispone de poco tiempo, al final decide no destinarlo en algo en donde tiene pocas posibilidades de incidencia.
Por las condiciones existentes es más natural el afán por lo individual que por lo colectivo. Es un signo del tiempo “somos cada vez una sociedad más individual, por lo tanto, lo de los otros nos importa menos”.
LA VOZ DEL EXPERTO
El reto es detectar las formas de relacionarse
Héctor Castañón Reyes (maestro en planeación de desarrollo regional por la Universidad de Dortmund)
Para Héctor Castañón Reyes el reto para construir ciudadanía está en conocer y participar en las nuevas formas de relacionarse entre los jóvenes y que serán los motores de cambio en la sociedad al desplazar las formas tradicionales de participación ciudadana.
El especialista explicó que se tendría que empezar a ver cuáles son los agentes principales de confianza que pueden generar cohesión en la sociedad y detectar si las instituciones tradicionales ya no representan autoridad, para entonces buscar al nuevo ente a quien se le esté reconociendo esa autoridad.
Para el experto, una parte fundamental hacia la transición de las nuevas formas políticas están relacionadas con las condiciones de confianza que animen a la ciudadanía a instalar nuevas colectividades innovadoras que representen un cambio en la participación ciudadana.
Para lograrlo el especialista dijo que es necesario que los medios de comunicación masiva dejen de hablar de los políticos porque los sitúan como agentes de cambio cuando su papel se limita a ser simples administradores de lo existente, además de que no son vanguardistas y están obligados a no ser flexibles.
“Es ahí entre los grupos de jóvenes donde hay transformaciones importantes, donde la actividad política tradicional deja de ser el centro de la actividad política y estamos por conocer nuevas formas de relaciones que se están presentando. Nuevas formas de relaciones que están fuera de las formas tradicionales de interés de la política y que en próximos estudios deberán ser integradas”.
Dos tercios de los encuestados dijeron confiar mucho en sus familiares, casi la mitad mencionó confiar algo en sus conocidos, mientras que un tercio manifestó confiar poco en los transeúntes.
Las personas que viven en las zonas rurales tienden a confiar más en sus vecinos y familiares que los que habitan en las zonas urbanas.
El nivel de confianza y participación se ven reflejadas en que ocho de cada 10 jaliscienses no pertenecen a algún tipo de organización como junta vecinal, club deportivo, asociación civil u organización política.
En el estudio se precisa que ningún grupo social, ya sea por edad, género, nivel de ingresos o estudios muestran mayor participación.
Las personas que cuentan con estudios universitarios tienden a mostrar más interés en la política.
En una escala del uno al 10, donde uno es “no le interesa nada la política” y 10 es “le interesa mucho”; el 12 por ciento de los entrevistados dijo situarse en un ocho dentro de la escala de interés por la política.
Una de las conclusiones contenidas en el documento precisa que el clima de desconfianza generado por el abuso de ciudadanos y autoridades ha llevado a la gente a relegarse en sus círculos más íntimos donde encuentran mayor satisfacción.
La corrupción institucional y la burocratización de la política provocan que las demandas no se traduzcan en posibilidades de cambio, lo que, en consiguiente, genera frustración y la lectura de que se requiere demasiado esfuerzo para poder incidir.
El estudio concluye que si la gente dispone de poco tiempo, al final decide no destinarlo en algo en donde tiene pocas posibilidades de incidencia.
Por las condiciones existentes es más natural el afán por lo individual que por lo colectivo. Es un signo del tiempo “somos cada vez una sociedad más individual, por lo tanto, lo de los otros nos importa menos”.
LA VOZ DEL EXPERTO
El reto es detectar las formas de relacionarse
Héctor Castañón Reyes (maestro en planeación de desarrollo regional por la Universidad de Dortmund)
Para Héctor Castañón Reyes el reto para construir ciudadanía está en conocer y participar en las nuevas formas de relacionarse entre los jóvenes y que serán los motores de cambio en la sociedad al desplazar las formas tradicionales de participación ciudadana.
El especialista explicó que se tendría que empezar a ver cuáles son los agentes principales de confianza que pueden generar cohesión en la sociedad y detectar si las instituciones tradicionales ya no representan autoridad, para entonces buscar al nuevo ente a quien se le esté reconociendo esa autoridad.
Para el experto, una parte fundamental hacia la transición de las nuevas formas políticas están relacionadas con las condiciones de confianza que animen a la ciudadanía a instalar nuevas colectividades innovadoras que representen un cambio en la participación ciudadana.
Para lograrlo el especialista dijo que es necesario que los medios de comunicación masiva dejen de hablar de los políticos porque los sitúan como agentes de cambio cuando su papel se limita a ser simples administradores de lo existente, además de que no son vanguardistas y están obligados a no ser flexibles.
“Es ahí entre los grupos de jóvenes donde hay transformaciones importantes, donde la actividad política tradicional deja de ser el centro de la actividad política y estamos por conocer nuevas formas de relaciones que se están presentando. Nuevas formas de relaciones que están fuera de las formas tradicionales de interés de la política y que en próximos estudios deberán ser integradas”.
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