Jalisco

Investiga Procuraduría a homicida confeso de Santa María Tequepexpan

El detenido dijo a policías municipales haber participado en la muerte de su primo, a quien enterró en una fosa improvisada

TLAQUEPAQUE, JALISCO.- El pesar de haber asesinado a un familiar cercano lo llevó entregarse a la Policía; al hacerlo, reveló que el lugar en que se encontraba el cuerpo de su pariente era una finca ubicada sobre la calle Comonfort, casi en su cruce con la Avenida de las Flores, en la colonia Santa María Tequepexpan, de Tlaquepaque.

El homicida confeso responde al nombre de Juan Manuel Guevara Castro, cuenta con 40 años y se presume que es primo del finado, quien fue plenamente identificado por sus padres como Miguel Ángel Cerda Torres, de 18 años de edad.

Los hechos tomaron cauce la noche del pasado domingo, cuando el presunto autor del homicidio salió a las calles, detuvo a una patrulla de la Policía Municipal y le dijo a los oficiales que la abordaban que debía ser arrestado, pues había cometido un delito, y que el resultado de dicho ilícito se hallaba enterrado al interior del inmueble signado con los números 394-A de la primera vía en mención.

“Al paso, una persona reportó a nuestras unidades que había perpetrado un homicidio, que inhumaron el cuerpo y (que se encontraba) aquí en la finca”, reportó un oficial de la Policía de Tlaquepaque, quien confirmó que el individuo que les había dado el informe ya había sido aprehendido. Una unidad oficial de la Procuraduría de Justicia lo llevó bajo custodia.

Según los familiares cercanos del finado, éste llevaba aproximadamente ocho días desaparecido. Incluso, sus padres habrían de solicitar un espacio de denuncia en una televisora local el día de ayer.

Sobre el móvil del delito, circuló la versión que había ocurrido por líos económicos, pues al parecer todo involucraba una herencia que presumiblemente habría de serle entregada al finado.

Al lugar acudió personal de Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque, quienes armados con palas y picos, se dieron a la tarea de desenterrar el cuerpo que se encontraba bajo los mosaicos recién instalados de un baño. Las labores concluyeron a eso de la 01:40, cuando entregaron el cadáver al Servicio Médico Forense (Semefo).

El cuerpo estaba desnudo y con una avanzada evolución cadavérica; tenía la cabeza envuelta en bolsas de plástico, así como manos y pies, atados con trozos de tela. Dentro de la fosa también se halló un pantalón de mezclilla y unos huaraches en color azul. Los residentes del área informaron que el hombre que se adjudicó la muerte ante los oficiales tlaquepaquenses tenía un trato “cordial” con ellos, y que nunca se imaginaron que hubiera cometido un hecho así, ya que nunca evidenció algún comportamiento extraño.

La división de Homicidios Intencionales de la Policía Investigadora continuará con las pesquisas para aclarar este lamentable hecho, pues se presume que podría haber más personas involucradas en el deceso.

La víctima fue desenterrada por rescatistas municipales y entregada a los peritos forenses. Los estudios post mortem revelaron que murió a causa de asfixia por estrangulación indirecta, coadyuvada por sofocación.
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