Jalisco
Inundaciones, tema menor para SIAPA
La prioridad del organismo metropolitano es garantizar el abasto del líquido y asegurar la operación con “números negros”
GUADALAJARA, JALISCO (19/JUL/2012).- La insuficiencia presupuestal para ejecutar el Programa de Manejo Integral de Aguas Pluviales (Promiap) ha sido, desde hace casi cinco años, el argumento del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) para explicar por qué no han comenzado las obras previstas en esa iniciativa, que resolvería los problemas de inundaciones de la ciudad. Y así continuará, pues el foco de atención prioritario es el abasto de agua potable.
Para el presidente del Consejo de Administración del SIAPA y alcalde interino de Guadalajara, Francisco Ayón, implementar el Promiap no es prioridad, pues lo urgente es “llevar a números negros al SIAPA, y eso implica reducir el subsidio”. Y recuerda que, como se anunció recientemente, el próximo año podrían darse los primeros aumentos a las tarifas del agua “desde 2009, cuando decidimos no aumentarlas”.
El titular del SIAPA, José Luis Hernández Amaya, confirma que los proyectos actuales son atraer agua desde el Río Verde, modernizar el Acueducto Chapala-Guadalajara, renovar la planta potabilizadora de Toluquilla y hacer lo propio con la presa derivadora El Purgatorio. Además, se busca optimizar el Acuaférico, que entregará agua a colonias de la periferia que no la tienen, y arreglar las fugas de la red.
Los recursos que pueda captar el organismo por tarifas podrían duplicar sus gastos de operación. Sin embargo, aunque haya más dinero, el Promiap difícilmente podría ver la luz en el corto plazo, ya que antes hay que atender el saneamiento de aguas residuales, dice Francisco Ayón.
La visión del SIAPA para dar solución a las inundaciones se encuentra a seis años de distancia. Se espera que la paramunicipal reciba unos 15 mil millones de pesos en ese lapso para cristalizar todos los proyectos que asegurarían abastecimiento, disposición y tratamiento de agua.
Con esos 15 mil millones, asegura Hernández Amaya, se cubrirá el Promiap. El problema radica, pues, en que dentro de seis años quizá las soluciones ya estudiadas y diagnosticadas saldrán más caras. Adicionalmente, el apoyo del Gobierno del Estado es nulo: desde 2010 se le hizo una petición por 250 millones de pesos para concluir el fallido programa “Todos con Agua”, que orquestó la anterior administración, y no ha llegado un solo peso.
Para cerrar el círculo pendiente se solicitaron 500 millones de pesos federales, pero se requería una contraparte que, a decir de Hernández Amaya, no entregó el Estado. Y así, “no dejamos a un lado el Promiap, pero atendemos lo más prioritario, que es dar servicio continuo a la población, los 365 días del año”.
Para el presidente del Consejo de Administración del SIAPA y alcalde interino de Guadalajara, Francisco Ayón, implementar el Promiap no es prioridad, pues lo urgente es “llevar a números negros al SIAPA, y eso implica reducir el subsidio”. Y recuerda que, como se anunció recientemente, el próximo año podrían darse los primeros aumentos a las tarifas del agua “desde 2009, cuando decidimos no aumentarlas”.
El titular del SIAPA, José Luis Hernández Amaya, confirma que los proyectos actuales son atraer agua desde el Río Verde, modernizar el Acueducto Chapala-Guadalajara, renovar la planta potabilizadora de Toluquilla y hacer lo propio con la presa derivadora El Purgatorio. Además, se busca optimizar el Acuaférico, que entregará agua a colonias de la periferia que no la tienen, y arreglar las fugas de la red.
Los recursos que pueda captar el organismo por tarifas podrían duplicar sus gastos de operación. Sin embargo, aunque haya más dinero, el Promiap difícilmente podría ver la luz en el corto plazo, ya que antes hay que atender el saneamiento de aguas residuales, dice Francisco Ayón.
La visión del SIAPA para dar solución a las inundaciones se encuentra a seis años de distancia. Se espera que la paramunicipal reciba unos 15 mil millones de pesos en ese lapso para cristalizar todos los proyectos que asegurarían abastecimiento, disposición y tratamiento de agua.
Con esos 15 mil millones, asegura Hernández Amaya, se cubrirá el Promiap. El problema radica, pues, en que dentro de seis años quizá las soluciones ya estudiadas y diagnosticadas saldrán más caras. Adicionalmente, el apoyo del Gobierno del Estado es nulo: desde 2010 se le hizo una petición por 250 millones de pesos para concluir el fallido programa “Todos con Agua”, que orquestó la anterior administración, y no ha llegado un solo peso.
Para cerrar el círculo pendiente se solicitaron 500 millones de pesos federales, pero se requería una contraparte que, a decir de Hernández Amaya, no entregó el Estado. Y así, “no dejamos a un lado el Promiap, pero atendemos lo más prioritario, que es dar servicio continuo a la población, los 365 días del año”.
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