Jalisco

Insuficientes, los apoyos a la investigación en AL

''Tenemos sistemas de ciencia y tecnología frágiles, debemos hacer un uso extensivo de las nuevas tecnologías'', Rosaura Ruiz

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2010).- El panorama se repite en muchas universidades de América Latina (AL): los apoyos económicos a la educación son pocos y todavía menor es el presupuesto que se destina a la investigación.

En este rubro están a la cabeza las instituciones anglosajonas, las cuales además se preocupan por incentivar la movilidad de sus investigadores, llevándolos a desarrollar su trabajo en otras latitudes.

En lo que al paisaje iberoamericano se refiere, falta fortalecer el trabajo en conjunto, según establecieron los participantes de la mesa de diálogo “La investigación en común: objetivos, proyectos, infraestructura y grupo”.

La conferencia de la rectora de la Universidad de las Illes Balears (Islas Baleares, en España), Montserrat Casas Ametller, fue el detonante de la charla, en la que se contó con la intervención de una treintena de representantes de instituciones de educación superior, entre los más de 150 asistentes a la sesión.

Y aunque en realidad en ningún momento se habló de temas comunes de investigación, la mesa fue la oportunidad para discernir respecto al escenario regional, y cómo se ha dificultado la posibilidad de establecer un espacio de enlace mucho más propicio para el desarrollo de la investigación.

A Casas Ametller le correspondió dar un panorama general, y destacó el ínfimo número de investigadores en los países de Iberoamérica, de tal suerte que según datos de una encuesta realizada entre 2000 y 2005, España apenas contaba con cinco de ellos por cada millar de personas, Portugal casi cuatro, y Chile y Argentina apenas dos.

Rosaura Ruiz, de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM), denunció que en países como el nuestro, la falta de investigadores tiene qué ver con las limitaciones en la educación básica: “Es difícil que haya interés si no hay esta formación desde la primaria. Tenemos en la región un analfabetismo científico”.

El alcance de la investigación científica en la sociedad es todavía menor cuando no se han establecido canales básicos para su crecimiento, además de que las relaciones interuniversitarias son frágiles.

“Tenemos sistemas de ciencia y tecnología frágiles, debemos hacer un uso extensivo de las nuevas tecnologías”.

En este último punto coincidieron varios representantes de universidades, puesto que la movilidad de los investigadores puede ser un tema que implica cierta dificultad, toda vez que las distancias en América Latina son mayores que en Europa.

En ese sentido, la propuesta fue aprovechar las tecnologías para fortalecer los canales de comunicación. Es decir, las videoconferencias podrían ser una opción para facilitar los intercambios de información, así como establecer una base de datos para conocer los proyectos de cada universidad de la Red Universia, los nombres de los académicos y las áreas de fortaleza.

En un intento por retomar el tema de la mesa de diálogo, Francisco Tomás, ex rector de la Universidad de Valencia, se refirió a la importancia de establecer objetivos comunes de estudio, lo que podría desembocar en un apoyo conjunto para el desarrollo de estos trabajos.

Así ejemplificó el asunto: “En Europa, cada país somos lo que somos, somos tan diversos como en América Latina. Europa está en construcción del espacio europeo de investigación y el proceso va bastante avanzado, porque hay programas que se extienden sobre todos los países, con líneas concretas y financiamiento hacia programas específicos. Pero es requisito que para ser financiado, trabajen investigadores de más de una institución con algún organismo o empresa”.
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