Jalisco
Inicia UdeG recorte de servicios por crisis presupuestal
Señalan que se ha cancelado también la publicación de revistas nutridas con investigaciones de los académicos
GUADALAJARA, JALISCO (14/JUL/2011).- Por la crisis presupuestal en que se ha visto inmersa la Universidad de Guadalajara (UdeG), el rector general de la casa de estudios, Marco Antonio Cortés Guardado ha informado el comienzo de medidas para racionar los recursos disponibles y dar prioridad al pago de nómina de los trabajadores universitarios.
“El problema no es que vayamos a parar actividades prácticamente en septiembre, sino que ya no tenemos en estos momentos para continuar con el trabajo normal en muchas áreas de la Universidad de Guadalajara”.
Entre los programas que han sido suspendidos por el déficit presupuestal, se encuentra el cese de pagos a proveedores de servicios bibliotecarios y, es que, como lo señaló la directora del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), Martha Ruth Padilla Muñoz, las bibliotecas han resentido las dificultades económicas al tener que ser cesados sus acervos bibliográficos.
Cortés Guardado articuló que la afectación a la operatividad de la casa de estudios va más allá de “las actividades que tenemos que realizar cotidianamente”, debido a que detonará en una “involución” del progreso “que ha logrado esta Universidad a lo largo de los años”.
Además, se ha cancelado la publicación de revistas nutridas con investigaciones de los académicos, quienes dejarán de ser apoyados hasta nuevo aviso con programas de formación y capacitación.
Los estudiantes tendrán una repercusión sustancial en su vinculación internacional al verse impedidos en la obtención de becas de intercambio, pues, también se encuentra en suspenso el financiamiento para cursar algún grado de estudios en universidades del extranjero, así como el apoyo a los alumnos que compitan en olimpiadas de física o matemáticas.
Aunado a lo anterior, a partir de agosto se corre el riesgo de impedir el pago de servicios básicos como luz, Internet o teléfono.
Ante el panorama de austeridad obligada, los directivos argumentan que se continuará con el programa académico para el próximo ciclo escolar incluso si se tuviera que impartir clases con el sólo uso del pintarrón.
En rueda de prensa, las autoridades universitarias dieron indicios de no descartar una movilización como la emprendida el año anterior, pero notificaron que el marco de acciones por la exigencia de los 960 millones de pesos que se adeudan será definido la próxima semana tras una reunión entre directivos.
EL INFORMADOR/ ADRIÁN MARISCAL
“El problema no es que vayamos a parar actividades prácticamente en septiembre, sino que ya no tenemos en estos momentos para continuar con el trabajo normal en muchas áreas de la Universidad de Guadalajara”.
Entre los programas que han sido suspendidos por el déficit presupuestal, se encuentra el cese de pagos a proveedores de servicios bibliotecarios y, es que, como lo señaló la directora del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), Martha Ruth Padilla Muñoz, las bibliotecas han resentido las dificultades económicas al tener que ser cesados sus acervos bibliográficos.
Cortés Guardado articuló que la afectación a la operatividad de la casa de estudios va más allá de “las actividades que tenemos que realizar cotidianamente”, debido a que detonará en una “involución” del progreso “que ha logrado esta Universidad a lo largo de los años”.
Además, se ha cancelado la publicación de revistas nutridas con investigaciones de los académicos, quienes dejarán de ser apoyados hasta nuevo aviso con programas de formación y capacitación.
Los estudiantes tendrán una repercusión sustancial en su vinculación internacional al verse impedidos en la obtención de becas de intercambio, pues, también se encuentra en suspenso el financiamiento para cursar algún grado de estudios en universidades del extranjero, así como el apoyo a los alumnos que compitan en olimpiadas de física o matemáticas.
Aunado a lo anterior, a partir de agosto se corre el riesgo de impedir el pago de servicios básicos como luz, Internet o teléfono.
Ante el panorama de austeridad obligada, los directivos argumentan que se continuará con el programa académico para el próximo ciclo escolar incluso si se tuviera que impartir clases con el sólo uso del pintarrón.
En rueda de prensa, las autoridades universitarias dieron indicios de no descartar una movilización como la emprendida el año anterior, pero notificaron que el marco de acciones por la exigencia de los 960 millones de pesos que se adeudan será definido la próxima semana tras una reunión entre directivos.
EL INFORMADOR/ ADRIÁN MARISCAL
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