Jalisco
''Incorrecta'', construcción de universidad: especialista
El profesor del CUCBA sugiere que se respete la condición actual del Cerro del Cuatro; asegura que el proyecto estaría en la zona más contaminada de la metrópoli
GUADALAJARA, JALISCO (20/JUL/2012).- Como “incorrecta” califica el especialista del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Aarón Rodríguez Contreras, la idea de edificar un plantel educativo en las faldas del Cerro del Cuatro. Desde su óptica, cristalizar el proyecto en la zona “más contaminada de la ciudad” resultaría adverso, pues supondría exponer a una gran cantidad de personas a estas partículas de polución.
El profesor investigador del Instituto de Botánica y Zoología, lamenta la metodología empleada para el cambio de uso de suelo, y sugiere respetar la condición actual del lugar. “Es sentido común nada más; creo yo que deberían respetar la zona como reserva, y en lugar de hacer un centro universitario, tratar de pensar en un proyecto de restauración ecológica, para probar que todavía se puede recuperar el área, y que esto ayude a aliviar un poco los índices de contaminación que se presentan en la zona”.
Dado que el Cerro del Cuatro se halla dentro del polígono de alta fragilidad de Miravalle, que desde 2007 no es susceptible de intervención urbanística, la sugerencia del experto de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es que las autoridades “apliquen la Ley” y cualquier intento por construir en la zona se nulifique.
“Pienso que no es buena la idea, realmente no funcionaría. La zona del Cerro del Cuatro no es la más accesible, ¿Ya pensaron en cómo van a llevar agua y sacar los desechos? No solo es construir, sino pensar en la infraestructura que se requiere para proveer de servicios a quienes lo necesitan. Entonces está más complicado el asunto”.
Asegura que “no es necesario ser un sabio” para reconocer los perjuicios de una iniciativa de esta magnitud, toda vez que las condiciones actuales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ya marcan un “déficit” en términos de áreas verdes por habitante. Entonces, llevar a la práctica el centro universitario reduciría aún más este margen.
Su negativa es rotunda. La sugerencia que expone es “dejar la zona como está”, y en lugar de pensar en futuras urbanizaciones, implementar un programa que no sólo aproveche la vegetación natural del área, sino que ayude a potenciarla para beneficio de todos los habitantes de la ciudad.
“Dejar la zona como está; no se puede cambiar el uso de suelo en la zona. En lugar de urbanizarla, tratar de implementar un programa de tipo de recuperación ecológica, para asegurar que cumpla con su función: aliviar un poco los efectos de la contaminación”.
Y remata: “Nada más (se requiere) aplicar la ley, así de fácil. Si ya se emitió una evaluación en donde se dice que esa zona no puede cambiar; si alguien lo hizo, sencillamente investigar bajo qué condiciones se hizo, quién lo aprobó, cuáles son los argumentos para aprobarlo, y aplicar la ley”.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
El profesor investigador del Instituto de Botánica y Zoología, lamenta la metodología empleada para el cambio de uso de suelo, y sugiere respetar la condición actual del lugar. “Es sentido común nada más; creo yo que deberían respetar la zona como reserva, y en lugar de hacer un centro universitario, tratar de pensar en un proyecto de restauración ecológica, para probar que todavía se puede recuperar el área, y que esto ayude a aliviar un poco los índices de contaminación que se presentan en la zona”.
Dado que el Cerro del Cuatro se halla dentro del polígono de alta fragilidad de Miravalle, que desde 2007 no es susceptible de intervención urbanística, la sugerencia del experto de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es que las autoridades “apliquen la Ley” y cualquier intento por construir en la zona se nulifique.
“Pienso que no es buena la idea, realmente no funcionaría. La zona del Cerro del Cuatro no es la más accesible, ¿Ya pensaron en cómo van a llevar agua y sacar los desechos? No solo es construir, sino pensar en la infraestructura que se requiere para proveer de servicios a quienes lo necesitan. Entonces está más complicado el asunto”.
Asegura que “no es necesario ser un sabio” para reconocer los perjuicios de una iniciativa de esta magnitud, toda vez que las condiciones actuales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ya marcan un “déficit” en términos de áreas verdes por habitante. Entonces, llevar a la práctica el centro universitario reduciría aún más este margen.
Su negativa es rotunda. La sugerencia que expone es “dejar la zona como está”, y en lugar de pensar en futuras urbanizaciones, implementar un programa que no sólo aproveche la vegetación natural del área, sino que ayude a potenciarla para beneficio de todos los habitantes de la ciudad.
“Dejar la zona como está; no se puede cambiar el uso de suelo en la zona. En lugar de urbanizarla, tratar de implementar un programa de tipo de recuperación ecológica, para asegurar que cumpla con su función: aliviar un poco los efectos de la contaminación”.
Y remata: “Nada más (se requiere) aplicar la ley, así de fácil. Si ya se emitió una evaluación en donde se dice que esa zona no puede cambiar; si alguien lo hizo, sencillamente investigar bajo qué condiciones se hizo, quién lo aprobó, cuáles son los argumentos para aprobarlo, y aplicar la ley”.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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