Jalisco
Inconsistentes
Somos una cultura que adolece de consistencia, de una disciplina mucho más firme y dedicada
Hay quien dice que somos volubles y cambiantes, que no somos capaces de sostener un ritmo creciente de eficacia en lo que hacemos. Parece que un día sí le echamos todas las ganas y al día siguiente parece lo contrario. Como si dependiera del humor con el que nos levantamos o del estado de ánimo según el clima del día. No somos capaces de mantener un mismo esfuerzo constante y una actitud igual, pase lo que pase. Al menos esto es lo que podemos observar del comportamiento que han mostrado nuestros jugadores y que no dista mucho de reflejar lo que hacemos muchos mexicanos.
Somos una cultura que adolece de consistencia, de una disciplina mucho más firme y dedicada, pues igual un día nos esmeramos al máximo en nuestro trabajo y a la semana siguiente nos da por la pereza y nos olvidamos de los compromisos que tenemos.
Hoy me comprometo, mañana ya no lo sé; lo puedo hasta olvidar, así de inestables podemos resultar. Por supuesto que esto crea un columpio de posibilidades que nos hace poco productivos e ineficaces a la hora de dar resultados.
A lo mejor el futbol no es el reflejo más vivo de lo que es nuestra forma de ser, pero al menos es un parámetro que nos puede dar una muestra de la manera en que enfrentamos y resolvemos los problemas en la vida diaria.
El día que ganamos a Francia, estábamos en las nubes, y unos cuantos días después volvimos a nuestra realidad. Así también puede resultar nuestra vida laboral, cuando ganamos se nos sube la autoestima y cuando perdemos hasta derrotados nos sentimos. Al triunfar, nos hacemos ilusiones de más; al perder, volvemos a ser los pequeños ratones de siempre. Los de ya merito, los que casi... casi la hacemos.
La verdad es que los mexicanos tenemos que enseñarnos a ser más constates, a repetir lo bueno que tenemos y a combatir nuestros defectos y fallas. Debe ser una persistente lucha ascendente y no un prolongado sube y baja.
En los deportes podemos ver el estilo de nuestra forma de ser, la manera en que nos preparamos y afrontamos los problemas.
La Selección Mexicana se preparó con mucha anticipación pero no tuvimos un cuadro constante, una formación consistente. Y así de esta manera enfrentamos a los tres equipos de la primera ronda. Cada encuentro se hizo con diferentes jugadores y eso no muestra estabilidad y cohesión.
En la vida tenemos que aprender a mantener una misma manera, un mismo propósito, una cohesión más estable. De igual manera las personas tenemos que hacer el esfuerzo diario en forma disciplinada y firme. Requerimos más coherencia en lo que hacemos, hay que vencer la volubilidad y la falta de compromiso para hacer las cosas con una actitud más constante.
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