Jalisco

Incompleta, rehabilitación en Gobernador Curiel

Colonos, comerciantes y camioneros lamentan que se dé prioridad a otras zonas, como Lázaro Cárdenas

GUADALAJARA, JALISCO.- La pavimentación con concreto hidráulico de la Avenida Gobernador Curiel, que abarca aproximadamente 1.8 kilómetros, sólo es visible en algunos tramos: el que va del entronque con Periférico Sur hasta Artesanos, y pasando la calle Cerro las Campanas hasta la estación de transferencia Fray Angélico del Macrobús. En el tramo intermedio, la arteria se asemeja más a una zona de terracería adecuada para cualquier camioneta todo terreno.

Tras recorrer la corta distancia intervenida y de trepar el auto sobre los que suponen ser topes, no queda de otra que zigzaguear esperando pasar otra vez por suelo firme, pues es imposible sacarle a la tierra, piedra suelta y brechas con charcos que se repiten al avanzar. Este tramo abarca desde la calle Sierra del Curiel, pasando por las arterías Arroyo, Loma Verde, Chulavista, Francisco Silva Romero y Mezquite, por mencionar algunas, hasta Cerro las Campanas. Ésta es una vía en la que a diario y a toda hora del día circulan unidades de hasta 20 toneladas.

Motocicletas, bicicletas, automóviles, camionetas, tráilers y rutas alimentadoras del  Macrobús (15, 18, 19 y 20) que recogen habitantes de las colonias Lomas del Cuatro, El Vergel, Guadalupe Ejidal y Miravalle, entre otras, circulan por esta avenida. Las rutas alimentadoras del sistema articulado lo hacen de entre ocho y 15 veces al día, informó el chofer José Limón Vázquez, quien comentó que deben lidiar a diario con el rechinido de las llantas que se aflojan y las quejas de los usuarios por la demora de la unidad, pues no pueden aumentar su velocidad de 40 kilómetros por hora; incluso, deben ir más despacio para evitar que el vehículo se desestabilice, lo cual ocasiona retrasos de hasta 20 minutos.

Agregó que los deterioros de las unidades se resienten en los amortiguadores, suspensiones y llantas, cuyos gastos van desde dos mil pesos, los cuales se suscitan cada semana.

Víctor Godínez Castillo, coordinador de las rutas alimentadoras, indicó sobre la obra en la avenida: “Parece que tienen otras prioridades, como las obras de la Nueva Central de Autobuses y en Lázaro Cárdenas (y López Mateos)”.

Vivir de propinas


A la mitad del tramo, a la altura de la calle Andrés Carreón, hay un pequeño puente sobre un canal. Ahí se encuentra un hombre echando mezcla de escombros de piedra, sobras de cal, tierra y un poco de agua, con un balde sobre el camino para tapar los baches y zanjas que, según comentó, vuelven a quedar expuestos una vez que vuelven a pasar camiones sobre el terreno. Su nombre es Ernesto Rivero Rodríguez. Lleva un año realizando la labor de taparlos para que los vehículos que por ahí transiten no se desequilibren y se caigan hacia el cauce.

“Vienen recio y, al brincar, con los pozos se descontrolan. Ya pasó que se fue un coche al barranco, se le descompuso la flecha, una señora se golpeó; otros venían en una pick up, y una chava que iba en la parte de atrás se tambaleó, cayó y se golpeó la espalda”.

Su labor, expresó, es voluntaria, además de que se gana unas cuantas propinas. “En las lluvias se inunda todo, desaparece el poco empedrado que queda y nadie puede pasar. Hay hoyos de hasta medio metro de hondo porque baja el agua y queda como una especie de canal muy abierto”.

Afectaciones en comercios


En la avenida también se encuentran pequeños comercios, principalmente tiendas abarrotes, talleres automotrices y ferreterías. Jorge Eduardo Marmolejo Ramírez, comerciante de una ferretería, dijo resentir como problema principal el polvo que los carros levantan por la tierra suelta. “De por sí Miravalle está bien contaminado, ahora imagínese con el polvo que levantan a diario los camiones”.

Respecto a si sus ventas se ven afectadas, comentó que no suben ni bajan, pues debido al estancamiento de infraestructura vial en la zona, su clientela es la misma de siempre.

En cuanto a las promesas de concluir las obras, expresó haber tenido la esperanza de que se terminaran, pues hace aproximadamente dos meses había visto a unos topógrafos haciendo estudios.

“Solamente han puesto el drenaje, lo demás sigue inconcluso; se quedaron en Lomas del Cuatro. El canal quedó tapado con piedra y tierra, pues una vez que instalaron el drenaje quedaron zanjas abiertas, las cuales los vecinos tuvieron que cubrir”.

Uno de los colonos que lo resiente es Manuel Noriega Reyes, de 78 años de edad, quien tiene su vivienda a la altura del Cerro las Campanas, frente a un boquete de aproximadamente 80 centímetros de ancho, con agua estancada. Lleva 40 años viviendo ahí con su esposa. Afirmó que la calle siempre ha estado en las mismas condiciones.

“En la noche hay una fuga de agua y se estanca frente a la casa; decían (las autoridades) que iban a poner una boca de tormenta, pero nada”.

Recuento de acciones

Una acción considerada como clave en el Plan Estatal de Desarrollo de Jalisco, es la movilidad en sectores vulnerables. Según comentan vecinos, hace tres años se había pavimentado la avenida, pero con asfalto, el cual se desgastó y quedó la vía prácticamente abandonada.

Aunque en el estudio de mecánica de suelos Fase III, hecho para el Proyecto del Macrobús hace dos años, se muestran fotos con las calles en condiciones no apropiadas para el flujo de unidades, las obras en los trayectos mencionados parecen no haber tenido reparación alguna.

El 16 junio del año pasado se dio a conocer que la Dirección de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Tlaquepaque trabajó en corregir los daños causados por las tormentas mediante la aplicación de mezcla caliente, pues más de la mitad de la carpeta asfáltica resultó dañada desde la empresa de Cementos Mexicanos (Cemex) hasta el Periférico; además de informarse que se les daría mantenimiento en octubre y noviembre para cicatrizar los daños.

La ejecución de las obras de pavimentación se anunció en septiembre del año pasado y consistiría en la aplicación de mil 600 metros de concreto hidráulico, desde Periférico hasta Francisco Silva Romero. Se había previsto continuar de la calle Arroyo hasta donde inicia la estación del Macrobús, pero sólo se quedó hasta la calle Artesanos. Lo que sí se ha efectuado es la instalación del drenaje pluvial en calle Arroyo y Privada del Mezquite, así como el empedrado en Huerta de Peña, Lomas de Curiel, Fraccionamiento La Huerta y Lomas del Cuatro.

En diciembre de 2009 quedó lista la pavimentación de concreto hidráulico entre Periférico Sur y Artesanos, y en esa misma fecha se informó que se instalaron guarniciones de concreto desde Artesanos hasta Loma Verde, junto con 60 metros lineales de agua potable. El concreto sobre la avenida a la altura de la calle mencionada es intangible.

El 5 de marzo del presente año, en sesión de Ayuntamiento se aprobó el Proyecto Operativo Anual (POA) 2010. En el mismo, el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, declaró que se invertirían más de 40 millones en obras de restauración de vialidades, entre éstas, las complementarias en la zona de la Nueva Central Camionera por la cantidad de seis millones de pesos.

No obstante, el director de Obras y Proyectos de Tlaquepaque, Saúl del Castillo Lepe, afirmó el 25 de marzo que no había fecha programada para el inicio de la pavimentación en este tramo.

El 11 de marzo se publicó el consenso entre los alcaldes que conforman el Consejo Metropolitano para la realización de obras en 2010, como la conclusión del Bulevar Tlaquepaque, Gobernador Curiel, Prolongación 8 de Julio y la ampliación de Camino Real a Colima. Sin embargo, las obras están frenadas porque falta la firma de un convenio entre alcaldes y el gobernador de Jalisco.

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