Jalisco

Hombre capturado con un arma y drogas confiesa homicidio

Tras ser puesto a disposición de agentes investigadores, un individuo de 18 años reveló haber disparado contra dos adolescentes; uno de ellos murió

GUADALAJARA, JALISCO.- Caminaba por calles de la colonia Santa Cecilia cuando se le ocurrió encender un cigarrillo de mariguana, pero al acercarse al cruce de Pepe Guizar con Luis Alcaraz, una patrulla de la Policía de Guadalajara le salió al paso.

Asustado por la presencia policial, Guillermo Ortega Carranza arrojó el enervante al suelo y aceleró su andar, pero las sospechas ya habían sido levantadas y los oficiales se le acercaron para interrogarlo. Tras someterlo a una revisión, le encontraron 35 dosis de mariguana y una pistola del calibre .25 con un cargador desabastecido. Fue arrestado y su captura quedó registrada en la corporación tapatía el viernes 30 de octubre; horas después la Policía Investigadora solicitó su presencia.

Una vez de frente con los agentes de la fiscalía, el sospechoso fue interrogado y la presión lo hizo confesar un homicidio que había perpetrado. Agregó que en él usó la misma pistola que le había sido asegurada.

El indiciado, quien cuenta con 18 años, declaró haber asesinado a un joven un año menor que él por problemas entre pandillas; desafortunadamente, no fue un rival al que privó de la existencia, sino a un adolescente que, por obra de la mala fortuna, se detuvo a conversar con un amigo en la esquina de las calles Rivas Guillén y Artesanos, en la colonia San Miguel de Huentitán. A decir del presunto homicida, ahí se junta un “barrio” contrario al suyo.

Edi Eduardo Rodríguez Palma, de 17 años, y Juan Carlos García Ramírez, de 14, platicaban con dos mujeres, cuando un par de tipos se les acercó y, en tono agresivo, les preguntó “¿de qué barrio rifan?”.

Dicha versión, aportada a las autoridades por testigos del hecho, fue corroborada por el propio señalado, quien confesó que tras ser ignorado, sacó la pistola y les disparó a los menores en tres ocasiones; luego se dio a la fuga.

A pesar de que los primeros auxilios llegaron momentos después, Rodríguez Palma pereció cuando llegaba al Antiguo Hospital Civil, pues una bala le fue asestada en el pecho. Su compañero de plática, por el contrario, salvó su vida, pues las detonaciones no acertaron en partes vitales.

En el informe oficial del hecho, se lee que “(el sospechoso) se percató de la presencia de sus víctimas, y asegura que en el cruce en el que estaban se junta otro pandillero con el que tiene rencillas; pensando que se trataba de éste, les disparó”.

No obstante, las indagatorias efectuadas con amigos y vecinos del finado revelaron que Edi Eduardo Rodríguez Palma no pertenecía a pandilla alguna, por lo que el señalado confesó haber asesinado a un inocente.

“Con las pesquisas quedó en claro que el ahora muerto no pertenecía a ninguna pandilla, y se encontraba ajeno a los problemas de Guillermo Ortega”, citó el informe oficial.

Bajo este hecho, el presunto asesino fue puesto a disposición del Ministerio Público encargado del área de homicidios intencionales, quien se encargará de dar el seguimiento correcto a su situación legal.
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