Hay 350 puntos de inundaciones en la Zona Metropolitana

GUADALAJARA, JALISCO (27/MAR/2017).- En la Zona Metropolitana de Guadalajara hay 350 puntos susceptibles a inundaciones, reveló un estudio del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Luis Valdivia Ornelas, coordinador de la licenciatura, explicó que esta cifra está muy por encima de los datos del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa) que sólo dan cuenta de 70 puntos.

"Desde hace 20 años el Siapa menciona que son 70 lugares pero para nosotros esa cantidad de polígonos quedó rebasada en los años 90", señaló.

El estudio realizó una revisión documental sistemática de archivos periodísticos, de protección civil y de estudios propios de la Universidad desde 1917 al 2015. También revisaron información parcial desde 1850 y efectuaron salidas de campo.

Los resultados también revelaron que en promedio hay 70 inundaciones en la metrópoli cada año durante los cuatro meses que dura el temporal de lluvias. Esta incidencia se disparó a partir del año 2000.

"Hay un rezago histórico en la infraestructura hidráulica (la última actualización se hizo en los 70) en algunas partes hubo mal diseño y hay información parcial de muchas de las intervenciones que hizo la autoridad a partir de los años 40. Pensamos que falta más información para que la autoridad pueda tomar mejores decisiones desde el punto de vista de diseños y propuestas", indicó el académico.

La problemática también se debe a la pérdida del sistema hidrológico natural, el entubamiento del Río San Juan de Dios, a los trasvases de agua y al crecimiento urbano desordenado que ha permitido la construcción de fraccionamientos con infiltración cero.

"Hay urbanizaciones muy densas en las partes medias y altas de las ciencias como Andares, Santa Anita, el Colli, el Cerro del Cuatro y el Cerro del Tesoro con infiltración cero y son las zonas más sensibles a la generación de escurrimientos superficiales", explicó.

Es decir que en las zonas altas donde el subsuelo debería absorber el agua, ya no lo hace por la urbanización y esta agua escurre hasta las partes más bajas donde provoca inundaciones severas. Los estudios indican que una calle urbanizada genera 20% más escurrimiento que una sin urbanizar.

"Desafortunadamente hemos visto que el patrón de alteraciones, modificaciones y pérdidas del sistema hidrológico natural sigue repitiéndose y se está dando en zonas como Tesistán y en la cuenca del Ahogado".

Valdivia Ornelas indicó que las obras del Siapa para mitigar el problema de inundaciones no tendrán efecto a largo plazo si no van acompañadas de acciones para rehabilitar sistema hidrológico natural y la infraestructura hidráulica, así como generar criterios de urbanización máxima en zonas estratégicas.

"Las inundaciones no se van a solucionar a corto plazo, sino que tienen que ser estrategias de largo aliento. Debemos implementar medidas para aumentar las superficies arboladas en las partes altas porque la vegetación puede captar entre 12 y 22% del agua de lluvia durante una tormenta", señaló.

"Todas las nuevas urbanizaciones deben tener un patrón de cero escurrentía para que ya no aporten agua a los canales. Estas estrategias deben utilizarse a la par de las políticas de ampliación de los sistemas hidrológicos e hidráulicos".

Valdivia Ornelas calificó como acertada la política del Siapa para crear vasos reguladores pero destacó que debe estar acompañada por crear sistemas urbanos de drenaje sostenible son zonas de detención, retención e infiltración de agua.

EL INFORMADOR / VIRGINIA ARENAS

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