Jalisco
Harry Felipotter y el narcotúnel secreto
Nuestro ministro sexenal de magia, hoy en el bunker de fuego, entre el Chapo de Azcabán y los de la letra que no debe ser nombrada
Resulta que a los señores del poder no les gusta que la sangre haya llegado a su ministerio. Veamos algunos datos de esta interesantísima zaga de Felipe Potter y las reliquias de la Santa Muerte.
Primero, dementores de dudosa procedencia desaparecieron a sepa el cielo que Azcabán al jefe Dumblediego, ministro de la anticonstitucional y oscura magia de litigar desde el poder para intereses personales.
En cuanto a las decenas de miles de muertos de la sociedad civil, son sólo eso, decenas de miles de números inimportantes para aquellos que veían hasta hace poco al toro desde la comodidad de su barrera.
Pero el toro, hoy convertido en quimera, acecha ya el castillo normalmente infranqueable de los saqueadores constitucionales de corbata. Ellos ahora se dan cuenta que las oxidadas instituciones pueden lo mismo por los pobres que por los poderosos, es decir, nada.
Basta como muestra que en el caso del asesinato del candidato priista a gobernar Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, hace ya cinco meses, hay tantas pistas, investigaciones e indiciados, como en el caso de la Guardería ABC (moraleja: no se puede ser timorato por décadas y despertar de golpe).
Y hablando de golpes, el asesinato del ex gobernador de Colima, con tufo a cacique del más puro estilo rulfiano (Silverio Cavazos aka Pedro Páramo), fue un duro gancho abajo del cinturón de las élites de la política.
Manlio Malfoy Beltrones y Bellatrix Paredes salieron de su marasmo, bajaron de la nube en la que andaban y están comenzando a sospechar que el clima de violencia e ingobernabilidad del país está más recio de lo previsto, y puede que se haya salido de las manos. Han llegado incluso a cuestionar a Harry Felipotter y sus capacidades para llevar este barco, ya no digamos a buen puerto, pero por lo menos a alguna parte que no sea el fondo del mar de la violencia y de la sangre (esto traducido al castellano es empezar a entender el primer acto cuando la obra ya va en el tercero).
Mientras tanto, en la fortaleza peñanietista llamada Edomex, Andrés Manuel López Voldemort parece haber enloquecido con las mieles del poder del movimiento legítimo y está dispuesto incluso a proponer a una tal Yedicloac, o algo así, ya que un montón de encuestas totalmente imaginarias aseguran que es la favorita del pueblo (para perder las elecciones y apoyar tabacaleras).
Francamente esta insensata realidad supera, incluso en número de muertos, a la ficción.
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