Jalisco

Habrá cambios en Ley de Ingresos, afirman senadores por Jalisco

Ante la inminente alza en impuestos, Alberto Cárdenas y Ramiro Hernández, integrantes de la Cámara Alta, recibieron los reclamos de representantes del Cesjal

GUADALAJARA, JALISCO.- Alberto Cárdenas Jiménez y Ramiro Hernández García, senadores por Jalisco del PAN y PRI, respectivamente, asumieron el compromiso de modificar y observar la Ley de Ingresos enviada por los diputados federales.

Ambos coincidieron que no es una reforma integral y que deberá estudiarse el documento, aunque prefirieron no comprometerse a dar marcha atrás a los incrementos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR).

“Antes de tocar campanadas o adelantar vísperas, debemos revisar palmo a palmo, de la ‘A’ a la ‘Z’. Puedo asegurar que la minuta que entró al Senado no saldrá igual; habrá recomendaciones, sugerencias en estudio”, dijo el senador panista. “Hay que revisar el IVA, el ISR y el impuesto a las comunicaciones”.

Ayer, ambos senadores se reunieron con representantes del Consejo Económico y Social de Jalisco (Cesjal), quienes de manera unánime se manifestaron contra estos incrementos a los impuestos recién aprobados por diputados federales.

El vicepresidente del Cesjal, Roberto de Alba, apuntó: “El futuro de las familias mexicanas está en manos del Senado de la República”, e hizo un exhorto a los senadores a “corregirle la plana a los diputados federales”.

Otro de los integrantes del consejo, José Morales, se refirió a la tarea de los senadores como “la posibilidad que tienen para resolver absurdos”, y subrayó que el incremento en impuestos fomentará el comercio informal y creará intranquilidad social.

El ex legislador local y actual integrante del Cesjal, Salvador Cosío Gaona, hizo un fuerte llamado a los senadores tricolores para cumplir su palabra y dar marcha atrás a los incrementos en impuestos.

Mientras tanto, Alfredo Barba Hernández expuso que este aumento en impuestos afectará el bolsillo de las familias mexicanas, “por ejemplo, una persona que gana seis mil pesos mensuales tendrá que destinar dos horas 25 minutos diarios extras para pagar el incremento a los impuestos”.

“Nadie quiere que le bajen un peso”

Alberto Cárdenas Jiménez expuso al concluir la reunión que “son muy valiosos los puntos de vista de los empresarios, pero es necesario escuchar a todas las voces”.

Explicó que los aumentos al IVA y al ISR, “son dos puntos de 30 ó 40 que trae el paquete fiscal. El punto es que la ecuación al final de cuentas nos dé”, pues considera que es importante garantizar recursos a estados y municipios. “Nadie quiere que le bajen un peso a las participaciones de los estados y municipios; nadie quiere quedarse sin médicos, enfermeras o maestros; nadie quiere que bajemos el costo en nada. Por eso se requiere de una revisión exhaustiva de los dineros públicos”.

Y pidió a los empresarios que realicen un análisis de la situación que guardan en las empresas. “Analicemos sin buscar choques estériles: veamos cuánto pagan los empresarios de otros países y cuánto pagan los de México”.

Insiste en una reforma fiscal integral

Ramiro Hernández García reconoció que la Ley de Ingresos está “muy lejos de ser lo que aspirábamos, mucho menos de representar una posibilidad que responda a las necesidades económicas que vive el país”.

El senador tricolor dijo que se discute una cuestión coyuntural, pero se debe pensar a largo plazo en una reforma fiscal integral.
“De lo contrario, se volverá un asunto cíclico, discutiendo e inconformándonos de nuevos impuestos. Sería el asunto de nunca acabar”.

Y retó a que el Presupuesto de Egresos del Gobierno federal tenga “un ajuste real”, que se vea reflejado en una disminución de los ingresos de funcionarios de primer nivel y mandos medios. Además, pugnó porque se realice una reorientación adecuada del gasto, que se tenga como prioridad la inversión y que se busque fomentar el empleo y preservar las plazas existentes.

“En la preservación de las fuentes de trabajo es donde más nos está pegando la crisis. Estamos convencidos que el impuesto a la pobreza era un paliativo que no puede abandonarse en combatir la pobreza. La gente prefiere un ingreso por el empleo, que una dádiva de carácter coyuntural”.
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