Jalisco

Guadalajara se suma a la red internacional

Los observatorios que conforman esta red internacional pueden intercambiar sus experiencias, metodologías y tecnologías para alcanzar sus objetivos

GUADALAJARA, JALISCO (26/NOV/2010).- Con la creación del Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida “Jalisco Cómo Vamos”, el Área Metropolitana de Guadalajara se suma a la red de más de 50 ciudades en el mundo que tienen en marcha este tipo de iniciativas ciudadanas para la evaluación e incidencia sobre las políticas públicas de sus gobiernos.

Marcos Fuchs, director estratégico del Programa Ciudades Sustentables América Latina, de la Fundación AVINA, expuso que los observatorios que conforman esta red internacional pueden intercambiar sus experiencias, metodologías y tecnologías para alcanzar sus objetivos.

“Ya estamos considerando a México en la red; son 10 países: Uruguay, Argentina, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil y México, y suman 56 iniciativas”, dijo Fuchs, quien apuntó que, aunque los niveles de desarrollo de los observatorios son muy dispares (en Colombia tiene más de 13 años, en Jalisco ayer nació), la ayuda mutua puede ser muy rica.

“Algunas pudieran avanzar más en el campo de mapeo de indicadores, hacer seguimiento, traducir esos indicadores a la sociedad, porque indicadores hay muchos, pero hay que darles visibilidad, darles traducción, a veces tienen un grado de visión académica que la persona común no ve eso como suyo; es hacer que esos datos de la ciudad nos ayuden a entenderla en su complejidad, nosotros conocemos nuestra colonia, nuestra calle, máximo a donde manejamos para ir a la universidad, el trabajo, pero cómo tener una visión completa”.

Durante su intervención en la conferencia “Experiencias compartidas y retos comunes: Observatorios, movimientos y redes ciudadanas en urbes latinoamericanas”, Fuchs señaló que el alejamiento de la sociedad o su desinterés hacia la gestión pública, puede dar origen a una “política corporativa”, que prioriza intereses partidistas o gremiales, pero no colectivos.

“Cuando decimos que la política se está corporativizando,  o que es corporativa, es que sus intereses son de grupo, que pueden ser partidarios, partidistas, empresariales o de otro lugares, que por su capacidad de incidir sólo están interesados en que su visión, su objetivo, sus intereses, su área de inversión crezca y las otras no, entonces esos intereses privados o de grupo o corporativizados, desconsideran los intereses de otros, las necesidades de otros grupos.

“Lo que está pasando en estas iniciativas por ciudades justas y sustentables, es cómo hacemos parte a un grupo que viene en esa trayectoria y que puede ser parte de una articulación, porque estas iniciativas son antes que todo articulaciones de la sociedad civil para que encontremos una agenda que sea externa a nosotros, que sea no común a todos, pero que en la medida que participo de ella, eso trae beneficios para mi agenda”.

Con el Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente ( ITESO) estará generando información e indicadores confiables para medir la calidad de vida, que estará al alcance de todos, lo que permitirá tomar decisiones fundamentadas desde el ámbito público, y un análisis más certero de la cosa pública desde la sociedad.

Fuchs lo resumió en un enunciado breve, pero conciso: “Cómo generar información para que cada sociedad comprenda la realidad y actúe para su transformación”.

La ciudad como un bien público


En el funcionamiento de los observatorios de esta naturaleza resulta indispensable su capacidad para generar confianza en la sociedad y en sus distintos actores, precisamente para que estos se sumen al proyecto, destacó Pamela Cáceres, coordinadora ejecutiva de la Red Ciudadana Nuestra Córdoba, Argentina.

—    ¿Cómo se da este proceso para la generación de confianza en la sociedad de parte del observatorio?

—    Primero, nosotros no nos identificamos como un observatorio, porque un observatorio puede ser un componente de un movimiento, pero no ser la razón de ser de un movimiento; el observatorio, si uno lo mira fríamente, pareciera ser como una mirada desapegada , del que observas desde lejos la realidad, pero no te involucras; para nosotros la producción de información tiene que ver con que esa información te dé la posibilidad de actuar, de poner evidencia y tiene que ser información punzante, que ponga de relieve los problemas.

El proceso que hablaba de construcción de confianza se está dando porque creemos que, además de poder pensar los procesos de las ciudades como procesos de diseño técnico, es necesario también pensar cambios actitudinales. Me hablaron de un romanticismo al respecto, pero es bien realista, nuestras sociedades en gran medida tienen dificultades para el desarrollo porque no hay confianza entre las personas ni en las instituciones, para poder cambiar tenemos que cambiar ese problema, si ignoramos que tenemos un problema de falta de confianza, que es la base de la fragmentación, tenemos sociedades fragmentadas, porque no confiamos entre nosotros, entonces para nosotros el desafío es uno realista en la medida de que entendemos que parte de la estrategia debe ser hacia la reconstrucción de la confianza.

Las estrategias que nos proponemos no están vinculadas al interés de un sector, sino que se orientan a cuestiones que tienen que ver con una comprensión de la ciudad como bien público. Por un lado, los discursos tiene que ser coherentes con lo que hacemos, pero nuestras acciones tienen que ser congruentes con esos discursos también.

—    En el funcionamiento de uno de estos organismos, ¿cómo se logra blindar la parte técnica (la generación de indicadores) de las intromisiones que pudieran surgir de los grupos de interés?

—    Nosotros tenemos una forma de organización que hace que los grupos temáticos, que son diversos, se tengan que discutir los indicadores que vamos a construir, no es que haya un grupo que los define. Cuando hablamos de desarrollo urbano —que es un área siempre  muy difícil en las ciudades— decimos cuáles son los indicadores que necesitamos producir para dar cuenta de los problemas que hoy tenemos en relación al desarrollo urbano, al acceso a vivienda, suelo, degradación de espacios, y comienzan a aparecer indicadores que se construyen sobre la base de acuerdos.

Tenemos una instancia más técnica, pero subordinada a la instancia de discusión, tenemos un grupo donde se reúnen actores diversos que han producido y han definido esos indicadores y una instancia técnica que vela por la consistencia técnica de eso, hay una complementación y control del para qué y cómo producimos la información.  

—    Estos observatorios vigilan y evalúan las políticas públicas de los entes gubernamentales, pero ¿también analizan los hábitos y la cultura de las sociedades en las que se encuentran inmersos?

—    En el caso de Córdoba nosotros tenemos un grupo temático que se llama de Democracia Participativa, cuando elaboramos indicadores no sólo dan cuenta de en qué medida el Estado es abierto o cerrado a la participación, sino que elaboramos indicadores de prácticas de participación ciudadana, si los ciudadanos participan o no, los ciudadanos cómo entienden la participación: son indicadores que dan cuenta también de las actitudes ciudadanas en relación con la participación política.

Se han incorporado indicadores subjetivos que tienen que ver con actitudes y percepciones de los ciudadanos de los diferentes temas, eso puede identificar también el estado de la sociedad en relación con esos problemas: la existencia de problemas no sólo es consecuencia de las acciones o inacciones estatales, sino de las acciones e inacciones ciudadanas.

Una sociedad organizada para superar la “democracia incipiente”: López Miranda

El Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida “Jalisco Cómo Vamos” servirá para fortalecer a la sociedad civil, expresó Tomás López Miranda, integrante de la asociación Guadalajara 2020, quien destacó la relevancia de incrementar la participación ciudadana para superar esta democracia aún “incipiente”. 

“Nos está tocando vivir una transición. En el proceso de ésta, si hoy hay cierta alternancia de partidos, es un punto incipiente de democracia, también es un punto incipiente, de inicio, de participación ciudadana;  si la democracia la queremos un día ver, seguramente la veremos con partidos fuertes y con sociedad civil organizada fuerte, porque tiene que haber un contrapeso, en la medida que logremos eso, le vamos a llamar gobernanza”.

Existen “prejuicios” e “inercias” en la sociedad basados en la desconfianza que obstaculizan la valoración justa de estos movimientos ciudadanos, así lo dijo: “Es real que tenemos una inercia y un aprendizaje durante muchas décadas donde la simulación de la participación de la sociedad va acompañada del prejuicio natural: ¿Este grupo a quién responde?, al grupo de fulano, al partido zutano, trae intereses particulares, es negocio, etc. Sé que como parte de la inercia que aprendimos en muchas décadas es desacreditarlo primero, ni siquiera vamos a tener la intención de profundizar un poco para conocer y tener un juicio más real, eso será muy normal”.

Sin embargo, dijo, este observatorio aplica una metodología probada para impulsar la evaluación de las políticas públicas y la incidencia en éstas por parte de la sociedad, con mecanismos incluso reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas.

“Hemos optado por (buscar) a quién le aprendemos las prácticas, no que las inventemos, y nos hemos encontrado con experiencias en Europa, Estados Unidos o Latinoamérica, y más vale que tengamos un sentido de humildad para aprender de los que han empezado a caminar antes que nosotros”.
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