Jalisco
Fueron encontrados poco más de cinco toneladas de percusores químicos
Entre las sustancias, también fue encontrada droga procesada, lista para su comercialización, además de metanfetaminas
GUADALAJARA, JALISCO.- Luego del operativo conjunto de personal de la XV Zona Militar y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, en donde fue asegurado uno de los narcolaboratorios más grandes, encontrados en los últimos seis años en la entidad y cuya producción podría ser una de las más fuertes a nivel nacional, se informó de manera oficial lo decomisado en el lugar.
El mencionado narco-laboratorio se localizó en el rancho “Los Ontiveros”, municipio de Juanacatlán, en una zona de difícil acceso, donde se aseguraron por lo menos 5 mil kilogramos de químicos utilizados para la elaboración de drogas de diseño.
La localización del predio, ocurrió la tarde del pasado miércoles, en donde fueron detenidos cuatro individuos identificados como Luis Nava Velázquez, de 34 años de edad, quien dijo ser originario del estado de Guerrero; Francisco Javier Luna Silva, de 34 años, vecino del municipio de Juanacatlán; Carlos Preciado Ochoa, quien dijo ser originario de Ciudad Guzmán e Iván Soberanes Bravo, de 26 años, quien también dijo ser originario del estado de Guerrero.
En el lugar, el comandante de la XV Zona Militar, general Alfredo Carranza Rosales y el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, coincidieron en señalar que al recibirse una llamada anónima en la que se alertaba de la presencia de personas armadas se montó un operativo conjunto por parte de elementos del Ejército Mexicano y personal de la Dirección de Seguridad Pública del Estado. Incluso, en el operativo se incluyó la presencia del helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco que brindó apoyo al personal que en tierra realizó el aseguramiento del narco-laboratorio.
Al arribo del grupo de tarea conformado por las dos instituciones, se detuvo a los cuatro individuos que estaban en el sitio y a quienes se les sorprendió con un rifle de asalto AK-47, un arma corta calibre .45 y una más de calibre 5.6 x 28, esta última llamada “mata policías”, debido a que dicho calibre perfora los chalecos antibalas.
También fueron asegurados dos cargadores para Galil, un cargador de disco para el rifle de asalto AR-15 y otro cargador de disco para rifle AK-47 y en un contenedor se encontraron 22 kilogramos de metanfetamina, con un valor aproximado a un millón de pesos.
En una bodega de unos 600 metros cuadrados se aseguraron seis hornos, cuatro procesadores, equipo sofisticado y en general un laboratorio industrial destinado a la fabricación de drogas sintéticas. Además, se decomisaron decenas de contenedores con materia prima y algunos conteniendo droga ya terminada.
En una segunda bodega encontrada en el mismo “Rancho Ontiveros”, fue materialmente destruida por los individuos que, al observar la presencia policial trataron de distraer la atención provocando un incendio en dicho almacén, por lo que quedó destruida otra parte de químicos que ahí tenían.
El predio, quedó resguardado por personal de la XV Zona Militar y de elementos de la Policía del Estado, mientras se realizan los peritajes para conocer las cantidades de precursores, químicos y droga terminada.
Por cierto, por el tipo de narcolaboratorio que es, la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) ya atrajo el caso.
El mencionado narco-laboratorio se localizó en el rancho “Los Ontiveros”, municipio de Juanacatlán, en una zona de difícil acceso, donde se aseguraron por lo menos 5 mil kilogramos de químicos utilizados para la elaboración de drogas de diseño.
La localización del predio, ocurrió la tarde del pasado miércoles, en donde fueron detenidos cuatro individuos identificados como Luis Nava Velázquez, de 34 años de edad, quien dijo ser originario del estado de Guerrero; Francisco Javier Luna Silva, de 34 años, vecino del municipio de Juanacatlán; Carlos Preciado Ochoa, quien dijo ser originario de Ciudad Guzmán e Iván Soberanes Bravo, de 26 años, quien también dijo ser originario del estado de Guerrero.
En el lugar, el comandante de la XV Zona Militar, general Alfredo Carranza Rosales y el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, coincidieron en señalar que al recibirse una llamada anónima en la que se alertaba de la presencia de personas armadas se montó un operativo conjunto por parte de elementos del Ejército Mexicano y personal de la Dirección de Seguridad Pública del Estado. Incluso, en el operativo se incluyó la presencia del helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco que brindó apoyo al personal que en tierra realizó el aseguramiento del narco-laboratorio.
Al arribo del grupo de tarea conformado por las dos instituciones, se detuvo a los cuatro individuos que estaban en el sitio y a quienes se les sorprendió con un rifle de asalto AK-47, un arma corta calibre .45 y una más de calibre 5.6 x 28, esta última llamada “mata policías”, debido a que dicho calibre perfora los chalecos antibalas.
También fueron asegurados dos cargadores para Galil, un cargador de disco para el rifle de asalto AR-15 y otro cargador de disco para rifle AK-47 y en un contenedor se encontraron 22 kilogramos de metanfetamina, con un valor aproximado a un millón de pesos.
En una bodega de unos 600 metros cuadrados se aseguraron seis hornos, cuatro procesadores, equipo sofisticado y en general un laboratorio industrial destinado a la fabricación de drogas sintéticas. Además, se decomisaron decenas de contenedores con materia prima y algunos conteniendo droga ya terminada.
En una segunda bodega encontrada en el mismo “Rancho Ontiveros”, fue materialmente destruida por los individuos que, al observar la presencia policial trataron de distraer la atención provocando un incendio en dicho almacén, por lo que quedó destruida otra parte de químicos que ahí tenían.
El predio, quedó resguardado por personal de la XV Zona Militar y de elementos de la Policía del Estado, mientras se realizan los peritajes para conocer las cantidades de precursores, químicos y droga terminada.
Por cierto, por el tipo de narcolaboratorio que es, la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) ya atrajo el caso.
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