Jalisco

Fraccionamiento Los Guayabos, ejemplo de viviendas sustentables

La palabra “sustentable” es la pauta de todas las actividades, formas y manifestaciones de los colonos

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2011).- Como si se tratara de un mundo escondido entre una espesa comunidad de árboles, se encuentra un conjunto de viviendas que a simple vista pasan desapercibidas, pues la armonía con la naturaleza está tan presente que las fachadas se pierden entre el color verde distintivo de la zona.

Los habitantes del fraccionamiento Los Guayabos, ubicado al Noreste de la cabecera municipal de Zapopan, decidieron vivir de una manera totalmente distinta a como se vive en la ciudad. Con las mismas comodidades, pero respetando al medio ambiente, incluso conviviendo con la naturaleza sin causar alteraciones que afecten la flora y fauna del Bosque El Nixticuil, condiciones para quienes quieran formar parte de esta comunidad, que se formó hace más de 20 años.

La palabra “sustentable” es la pauta de todas las actividades, formas y manifestaciones de los colonos, quienes cuentan con un reglamento interno que les dicta cada acción cotidiana que realizan.

Las casas tienen un diseño especial con ventanas y tragaluces por todos lados que permiten la iluminación de cada habitación para ahorrar energía eléctrica durante el día; están equipadas con calentadores solares, fosas en lugar de drenaje, que funcionan con bacterias anaeróbicas, y un depósito común en el que cada familia deposita los residuos inorgánicos. Los residuos orgánicos son utilizados como composta para el jardín, según lo marca el reglamento interno.

En Los Guayabos viven al menos 160 personas, una de ellas es Katya Aldana, quien se mudó hace 20 años para estar lejos del ruido, el tráfico y el estrés de la ciudad.

Ella relata que todos los productos de limpieza que utilizan son totalmente biodegradables, pues de usar sustancias químicas matarían a las bacterias que consumen los desechos biológicos.

Gracias a las bacterias, el agua puede ser reutilizada en el regado de plantas, y además se evita contaminar cauces y ríos. En cuanto al agua que se usa para el cuidado personal o el lavado de ropa, existe un pozo profundo al cual se le da varios usos, primero se separan aguas negras y jabonosas, éstas últimas son para el regado.

“No tenemos alumbrado público, ni lo necesitamos, porque aquí se ven increíbles las estrellas, es hermoso con la luz de la Luna; para la electricidad de las casas el cableado está subterráneo, para que no interfieran con el ambiente. Cuando salimos a caminar en las noches vemos diferentes animales nocturnos, vemos mapaches, tejones y armadillos, no necesitamos más”.

El conocimiento sobre la sustentabilidad y la forma de vivir en armonía con la naturaleza se transmite, y es que, según refirió Katya, en Los Guayabos se dan cursos de sustentabilidad, sobre todo dirigidos a jóvenes, para que desde temprana edad se interesen por el cuidado del medio ambiente y la vida silvestre.

Por su parte, Álvaro Hernández Santana, asesor de composteo y agricultura, detalló que cada día de la semana acude un camión proveniente de una empresa que le compra al fraccionamiento sus residuos inorgánicos: el lunes se lleva el plástico, el martes el cartón, miércoles chatarra, jueves aluminio y viernes vidrio.

Agregó que los vecinos tienen prohibido tocar la flora o fauna del bosque, y no se permite el uso de insecticidas a base de productos químicos.

Acciones de reforestación

Los administradores de Los Guayabos realizan labores de regeneración de suelos con 150 toneladas anuales de composta fría, además cada año se realizan reforestaciones con hasta 10 mil árboles para el Bosque El Nixticuil. Para la reforestación se utilizan pinos michoacanos y pinos douglaciano.

“Este año vamos a plantar otros 10 mil árboles. Les ponemos tierra de lombriz, que es una excelente composta, para que tengan mayor porcentaje de sobrevivencia; estamos dentro del programa de Pro Árbol y el fundador de este lugar también aporta recurso para estas acciones”, indicó Álvaro Hernández.

PARA SABER

En Los Guayabos se planeó desde un principio dedicar 33% de la superficie total a zona habitacional, el resto cumple funciones de conservación del espacio natural, además de la restauración de espacios degradados.

Del total de área habitacional (cuatro hectáreas) sólo se permite construir un 35% de la misma, situación reglamentada y observada por el conjunto de habitantes. La superficie restante en cada predio se destina a áreas verdes, ya que el espacio para actividades de esparcimiento y convivencia es sumamente importante, información corroborada por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un mínimo de 11 metros cuadrados de áreas verdes por persona para considerar un espacio habitacional como adecuado.

La densidad de población en Los Guayabos está limitada por su reglamento, que establece un máximo de una persona por cada 100 metros cuadrados de área privativa.

Características


El terreno en Los Guayabos es fundamentalmente plano, con un pequeño barranco que atraviesa la propiedad, por el cual corre el arroyo del mismo nombre (de aguas de temporal) que se une al final de su recorrido con el Río Blanco (hoy en día altamente contaminado).

La vegetación predominante es bosque de encino-pino, la cual incrementa la captación de agua de lluvia, protege el suelo y genera un espacio importante para diversas especies animales, que lo utilizan tanto para conseguir alimento, como para refugiarse y reproducirse.

Existe una interesante variedad de fauna, destacando la presencia de aves, además de mamíferos, reptiles y una gran diversidad de insectos y arácnidos. Esto indica el valor de Los Guayabos como refugio para estos animales, dado el acelerado proceso de degradación de las zonas circundantes.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando