Jalisco
Fenómeno ''ninis'', presente en niños desde los 10 años
Identifican variables que distinguen a los países que cuentan con altos porcentajes de estos jóvenes
“El fenómeno lo estamos viendo ya desde niños estudiantes de primaria y de secundaria, que a sus 10, 11 años, están decidiendo dejar la escuela y no dedicarse a nada en casa”, lamenta la jefa del Departamento de Psicología Básica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Elsy Claudia Chan Gamboa.
“Esto sabemos que los va a poner en una situación de riesgo porque se pueden involucrar con nuevos grupos de socialización que no son positivos como el de los compañeros en la escuela, y que son los jóvenes que se reúnen en las esquinas para hacer pandillas o para drogarse”, añade la especialista.
Comenta que en la mayoría de los casos, estos niños y jóvenes no cuentan con planes ni a corto ni a largo plazo, ni sienten preocupación de su inactividad, más bien, dijo, “se sienten cómodos” en esa posición.
Aunque según las estadísticas oficiales se estima que en Jalisco existen alrededor de 238 mil “ninis”, para el rector del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la UdeG, Carlos Orozco Santillán, es difícil estimar la dimensión de este fenómeno.
Sostiene que el de los “ninis” es un problema estructural ocasionado por la desigualdad social, principalmente tanto por la falta de acceso a la educación superior y media superior, como por el desempleo.
Agregó que existen diferentes tipos de “ninis” según su ubicación geográfica. En ese tenor, Chan Gamboa criticó la falta de actividades recreativas para los jóvenes en las zonas rurales del Estado.
El rector del CUCS, Héctor Raúl Pérez Gómez, señaló que entre las variables que distinguen a los países que cuentan con altos porcentajes de “ninis” entre su población, se encuentran la violencia social creciente; que más de 30% de sus habitantes vive en pobreza extrema; que existe una cobertura menor de 25% de educación superior y media superior; y que existe un incremento en el consumo de estupefacientes entre los jóvenes, y un aumento del fenómeno del narcotráfico.
En ese tenor, Pérez Gómez pidió la detección permanente y atención oportuna de los indicadores que hablan de la desintegración familiar, para de esta manera, hacer frente al fenómeno de la desocupación entre los jóvenes.
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