Jalisco
Faltan herramientas para fiscalizar gasto irregular: Instituto Electoral
Luego de que se diera por concluido el proceso electoral 2012, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) sancionó a los partidos políticos que cometieron irregularidades en sus campañas
GUADALAJARA, JALISCO (24/ABR/2013).- El proceso electoral de 2012 ha concluido. Se cumplieron todas las etapas, finalizando con la fiscalización de los gastos de campaña. En la sesión del 28 de febrero, el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Jalisco fincó las sanciones a los partidos políticos y abrió los procesos de impugnaciones. Al final, las sanciones no alcanzaron ni el millón de pesos. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el más penado, con dos sanciones que sumaron poco más de 676 mil pesos, y Movimiento Ciudadano (MC) fue el segundo con poco más de 240 mil pesos. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) recibió una amonestación sin sanción y el Partido Acción Nacional (PAN) presentó su reporte de gastos sin ninguna irregularidad sancionable.
En el caso de los topes de gasto de campaña, ningún partido rebasó los límites determinados por la ley. Sin embargo, como advierte el presidente del IEPC, Tomás Figueroa Padilla, esto no significa que en la práctica no se hayan cometido irregularidades: “Nosotros tenemos instrumentos muy confiables para medir lo que podemos llamar gastos de ‘aire’: medios de comunicación, espectaculares, spots y demás. Pero hay que decir que no tenemos todas las herramientas para rastrear otro tipo de erogaciones que muchas veces se hacen en efectivo y que son dirigidas hacia objetivos de ‘tierra’”.
El consejero presidente del IEPC admite que posiblemente se gaste más que los topes, pero esto es indetectable, por los modos de operar el dinero y las herramientas de fiscalización que tiene el Instituto.
Ante esta realidad, el IEPC carece de los instrumentos para rastrear estas irregularidades: desde gasolina para “acarrear” a votar, pasando por tarjetas telefónicas para invitar al voto o desprestigiar al contrincante, o dinero en efectivo para pagar comidas de los “ejércitos” de operadores electorales, lo cierto es que el gasto en el “Día D” es muy difícil de identificar.
En el caso de los topes de gasto de campaña, ningún partido rebasó los límites determinados por la ley. Sin embargo, como advierte el presidente del IEPC, Tomás Figueroa Padilla, esto no significa que en la práctica no se hayan cometido irregularidades: “Nosotros tenemos instrumentos muy confiables para medir lo que podemos llamar gastos de ‘aire’: medios de comunicación, espectaculares, spots y demás. Pero hay que decir que no tenemos todas las herramientas para rastrear otro tipo de erogaciones que muchas veces se hacen en efectivo y que son dirigidas hacia objetivos de ‘tierra’”.
El consejero presidente del IEPC admite que posiblemente se gaste más que los topes, pero esto es indetectable, por los modos de operar el dinero y las herramientas de fiscalización que tiene el Instituto.
Ante esta realidad, el IEPC carece de los instrumentos para rastrear estas irregularidades: desde gasolina para “acarrear” a votar, pasando por tarjetas telefónicas para invitar al voto o desprestigiar al contrincante, o dinero en efectivo para pagar comidas de los “ejércitos” de operadores electorales, lo cierto es que el gasto en el “Día D” es muy difícil de identificar.
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