Jalisco
Falta de ingresos preocupa a los tapatíos
Aunque el salario alcanza para menos, los habitantes de la ciudad admiten que su situación económica es mejor que en 2011
GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2012).- Todos los indicadores presentan mejorías, pero aun así no alcanza el ingreso. El análisis de la Segunda Encuesta de Percepción Ciudadana sobre Calidad de Vida presentada por el observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos, arroja que los tapatíos creen que su situación económica ha mejorado en el último año (en el periodo 2011-2012) y que el futuro también “pinta bien” para los habitantes de esta ciudad. Así, 38% de los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) considera que su situación económica es mejor hoy que el año pasado, contra 29% que piensan que sigue igual y 32% que opinan lo contrario, que ha empeorado.
En el mismo sentido, los tapatíos demuestran su buena fe en el futuro económico: seis de cada 10 habitantes de la metrópoli piensan que su situación económica mejorará en el futuro, contra sólo 12% que son más pesimistas y creen que empeorará.
Sin embargo, todos estos datos, que identifican una tendencia positiva para la economía de la ciudad, chocan con una realidad de insuficiencia de ingresos. A la pregunta “¿Usted cree que el ingreso familiar le alcanza?”, una tercera parte de los encuestados cree que no le ajusta para vivir con suficiencia, cuando en 2011 esta cifra era de 27 por ciento. Esto significa que, en el periodo que cubre el estudio demoscópico, 5% de la población tapatía sufrió de una disminución en sus posibilidades de costear su ritmo de vida.
En materia de combate a la pobreza y reducción de las desigualdades sociales, los resultados no son los óptimos. Por un lado, la población que tiene garantizados los alimentos a diario y en condiciones de cubrir los nutrientes necesarios para una calidad de vida adecuada cayó de 74% en 2011 a 65% en 2012. Esto significa que, en un año, 9% más de tapatíos cayó en algún tipo de vulnerabilidad económica.
Así, siguiendo con esta tendencia, aquellos que sufren de inseguridad leve pasaron de ser 13% de la población a convertirse en la quinta parte de los habitantes de la ciudad. Los habitantes que sufren de inseguridad grave, el más lacerante de los niveles de vulneración social y económica, pasaron de 6% a 9% en el mismo periodo.
Cuando hablamos de seguridad económica, los datos de la Encuesta presentada por el observatorio Jalisco Cómo Vamos señalan una tendencia que marca a buena parte de los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara: el salario percibido no es una fuente de seguridad para los tapatíos. Así, 56% de los habitantes de la urbe se dicen inseguros por su condición salarial, lo que supera a otras inseguridades no materiales, como la carencia de estudios profesionales o la falta de acceso a un programa social gubernamental. Por el contrario, sólo 29% de los tapatíos se siente inseguro por no tener un seguro médico.
En consonancia con datos que han surgido de otros estudios, la mayoría de los tapatíos se sienten igual o incluso mejor que sus coterráneos en distintos tópicos. Por ejemplo, en acceso a parques o espacios públicos, 82% de los habitantes de la ciudad cree que tienen el mismo o mejor acceso que otros ciudadanos a estos bienes públicos; caso semejante es el de temas como la disponibilidad del agua potable o la equidad de género. De hecho, en casi todos los temas la sensación de recibir el mismo o mejor trato que otros habitantes de la ciudad creció en este periodo 2011-2012.
En el mismo sentido, los tapatíos demuestran su buena fe en el futuro económico: seis de cada 10 habitantes de la metrópoli piensan que su situación económica mejorará en el futuro, contra sólo 12% que son más pesimistas y creen que empeorará.
Sin embargo, todos estos datos, que identifican una tendencia positiva para la economía de la ciudad, chocan con una realidad de insuficiencia de ingresos. A la pregunta “¿Usted cree que el ingreso familiar le alcanza?”, una tercera parte de los encuestados cree que no le ajusta para vivir con suficiencia, cuando en 2011 esta cifra era de 27 por ciento. Esto significa que, en el periodo que cubre el estudio demoscópico, 5% de la población tapatía sufrió de una disminución en sus posibilidades de costear su ritmo de vida.
En materia de combate a la pobreza y reducción de las desigualdades sociales, los resultados no son los óptimos. Por un lado, la población que tiene garantizados los alimentos a diario y en condiciones de cubrir los nutrientes necesarios para una calidad de vida adecuada cayó de 74% en 2011 a 65% en 2012. Esto significa que, en un año, 9% más de tapatíos cayó en algún tipo de vulnerabilidad económica.
Así, siguiendo con esta tendencia, aquellos que sufren de inseguridad leve pasaron de ser 13% de la población a convertirse en la quinta parte de los habitantes de la ciudad. Los habitantes que sufren de inseguridad grave, el más lacerante de los niveles de vulneración social y económica, pasaron de 6% a 9% en el mismo periodo.
Cuando hablamos de seguridad económica, los datos de la Encuesta presentada por el observatorio Jalisco Cómo Vamos señalan una tendencia que marca a buena parte de los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara: el salario percibido no es una fuente de seguridad para los tapatíos. Así, 56% de los habitantes de la urbe se dicen inseguros por su condición salarial, lo que supera a otras inseguridades no materiales, como la carencia de estudios profesionales o la falta de acceso a un programa social gubernamental. Por el contrario, sólo 29% de los tapatíos se siente inseguro por no tener un seguro médico.
En consonancia con datos que han surgido de otros estudios, la mayoría de los tapatíos se sienten igual o incluso mejor que sus coterráneos en distintos tópicos. Por ejemplo, en acceso a parques o espacios públicos, 82% de los habitantes de la ciudad cree que tienen el mismo o mejor acceso que otros ciudadanos a estos bienes públicos; caso semejante es el de temas como la disponibilidad del agua potable o la equidad de género. De hecho, en casi todos los temas la sensación de recibir el mismo o mejor trato que otros habitantes de la ciudad creció en este periodo 2011-2012.
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