Jalisco

Fallas en consultorios de minifarmacias

Ante el auge de estos establecimientos privados desde 2010, falta una mayor supervisión de autoridades sanitarias

GUADALAJARA, JALISCO (31/MAR/2015).- Es la tercera vez en nueve meses que el estudiante Aldo Salazar recurre a un médico de farmacia. La última fue por una infección respiratoria. “Prefiero venir aquí por lo rápido; vengo sin cita y es barato”.

Como él, cinco de cada 10 tapatíos han consultado a un médico de farmacia y, con base en su experiencia, la mitad volvería, revela la Encuesta de Percepción Ciudadana 2014 del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos. Tlajomulco y Tonalá son los que más utilizan el servicio, con 68% y 59%, respectivamente, de la población entrevistada.

En Jalisco existen siete mil 540 farmacias registradas, de las cuales 781 tienen un consultorio adjunto. Exceptuando a las grandes o reconocidas farmacias, que cumplen con las normas sanitarias, el problema está en el resto de establecimientos: el último reporte (2014) de la autoridad arrojó que la mitad de los negocios verificados incumplía en al menos uno de los lineamientos federales obligatorios.

Las principales irregularidades son: los médicos no reportan a la Secretaría de Salud los casos de enfermedades infecto-contagiosas, no cuentan con acceso para pacientes discapacitados ni con áreas de interrogatorio delimitadas o espacio para guardar expedientes clínicos.

Por ello especialistas piden mayor supervisión a las pequeñas farmacias. El problema es que la Cofepris no se da abasto para verificar a los 15 mil negocios con consultorio que hay en el país: apenas supervisaron cuatro de cada 10 entre noviembre de 2013 y febrero pasado.

“La atención de los derechohabientes deja mucho que desear, el Gobierno no tiene la capacidad ni los recursos humanos para atender a todos los pacientes”, subraya Francisco Arroyo Paz, director médico de la clínica Sport Med. “La gente prefiere invertir una pequeña cantidad de dinero para ser atendidos rápidamente (en las farmacias)”.

Augusto Chacón, presidente del Observatorio, advierte: “Corresponde a la autoridad darle certeza a los usuarios de que el servicio brindado allí es de buena calidad”.

Alma, una doctora que consulta en una de las farmacias en el Centro tapatío, responde: “Las carencias que tiene el Gobierno llevan a la gente a venir con nosotros… los pacientes no se sienten tratados como seres humanos”.

El auge de estos negocios se atribuye, en parte, a las deficiencias del sistema de salud público (IMSS, Secretaría de Salud o Cruz Verde) y su incapacidad de atender a toda la población: de los 583 centros de salud en el Estado, casi la mitad carece de un médico general titulado. Además, en 2010 se prohibió vender antibióticos sin receta médica en México y, desde entonces, las cadenas de farmacias aumentaron la instalación de consultorios.
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