Jalisco
Extinguen fideicomiso de la Villa Panamericana
Los predios alrededor del Parque Morelos pasarán al patrimonio del Ayuntamiento tapatío, y luego serán cedidos para el proyecto de Ciudad Creativa Digital
GUADALAJARA, JALISCO (31/JUL/2012).- El Ayuntamiento de Guadalajara aprobó finalmente la extinción del fideicomiso que fue creado en 2008 para la construcción de la Villa Panamericana en el Centro Histórico tapatío, lo que le permitirá destinar los terrenos adquiridos alrededor del Parque Morelos para el proyecto de Ciudad Creativa Digital (CCD).
En la figura del fideicomiso reside aún la propiedad de los 55 predios y un cine que fueron comprados originalmente para albergar a la Villa (que finalmente se desarrollaría en Zapopan), y que dotaron a la autoridad municipal de una reserva urbana estratégica de 21 mil 423 metros cuadrados en el corazón de la ciudad.
Ahora, con la disolución aprobada del fideicomiso, estos bienes pasarán a formar parte del patrimonio municipal del Ayuntamiento de Guadalajara, para luego dirigirlos a la concreción de la CCD.
Dice el decreto aprobado por la mañana por el Ayuntamiento tapatío:
“Estos inmuebles se consideran ideales para fomentar la inversión y cambiar el entorno del Centro Histórico, por lo que son considerados factibles para acondicionar en ellos la CCD, proyecto que se ha materializado ya mediante convenio de colaboración celebrado el 30 de enero del 2012, entre el Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Economía; el fideicomiso público ProMéxico; por otra parte, el Ejecutivo del Estado libre y soberano de Jalisco; el municipio de Guadalajara y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, Delegación Regional Occidente (Canieti); y con la finalidad de fomentar y colocar a esta ciudad como centro de operaciones de empresas de cine y animación, se ha decidido desarrollar un proyecto con el que se pretende crear un espacio de industrias creativas, que tiene como objetivo convertir a la ciudad de Guadalajara en un nodo global de producción audiovisual, digital e interactiva, dando como resultado uno de los sitios físicos de medios digitales más importantes de América Latina”.
Aunque se extingue el fideicomiso, señala el mismo documento, seguirán en desahogo las investigaciones de índole penal sobre el manejo de los recursos que se hizo a través de él durante la gestión 2007-2009, lo cual mereció denuncias ante el Ministerio Público por parte de esta administración, y múltiples críticas de presuntos pagos a sobreprecio, entre otros (aún no confirmados).
Una irregularidad demostrada es que la Tesorería Municipal transfirió 40 millones de pesos al fideicomiso no previstos inicialmente y sin contar con la autorización previa del pleno del Ayuntamiento, lo que fue “maquillado” con una aprobación a posteriori de la operación durante los últimos momentos de aquella gestión ( EL INFORMADOR 1/6/2010).
El fideicomiso erogó en números totales 405 millones 541 mil 29 pesos, de los cuales, 351 millones 172 mil 863 pesos fueron exclusivamente para la adquisición de los inmuebles.
Todavía hoy el presidente municipal, Francisco Ayón López, se refirió a todo este caso como “esa triste historia de la Villa Panamericana”, la que finalmente migraría a Zapopan ante el rechazo de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), que llamó al proyecto tapatío “ruinas de Cacaxtla” (Mario Vázquez Raña dixit), pero que dejaría, a la postre, una reserva urbana con un potencial suficiente para atraer el proyecto federal de CCD y los 20 mil empleos que generará en la ciudad.
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA
En la figura del fideicomiso reside aún la propiedad de los 55 predios y un cine que fueron comprados originalmente para albergar a la Villa (que finalmente se desarrollaría en Zapopan), y que dotaron a la autoridad municipal de una reserva urbana estratégica de 21 mil 423 metros cuadrados en el corazón de la ciudad.
Ahora, con la disolución aprobada del fideicomiso, estos bienes pasarán a formar parte del patrimonio municipal del Ayuntamiento de Guadalajara, para luego dirigirlos a la concreción de la CCD.
Dice el decreto aprobado por la mañana por el Ayuntamiento tapatío:
“Estos inmuebles se consideran ideales para fomentar la inversión y cambiar el entorno del Centro Histórico, por lo que son considerados factibles para acondicionar en ellos la CCD, proyecto que se ha materializado ya mediante convenio de colaboración celebrado el 30 de enero del 2012, entre el Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Economía; el fideicomiso público ProMéxico; por otra parte, el Ejecutivo del Estado libre y soberano de Jalisco; el municipio de Guadalajara y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, Delegación Regional Occidente (Canieti); y con la finalidad de fomentar y colocar a esta ciudad como centro de operaciones de empresas de cine y animación, se ha decidido desarrollar un proyecto con el que se pretende crear un espacio de industrias creativas, que tiene como objetivo convertir a la ciudad de Guadalajara en un nodo global de producción audiovisual, digital e interactiva, dando como resultado uno de los sitios físicos de medios digitales más importantes de América Latina”.
Aunque se extingue el fideicomiso, señala el mismo documento, seguirán en desahogo las investigaciones de índole penal sobre el manejo de los recursos que se hizo a través de él durante la gestión 2007-2009, lo cual mereció denuncias ante el Ministerio Público por parte de esta administración, y múltiples críticas de presuntos pagos a sobreprecio, entre otros (aún no confirmados).
Una irregularidad demostrada es que la Tesorería Municipal transfirió 40 millones de pesos al fideicomiso no previstos inicialmente y sin contar con la autorización previa del pleno del Ayuntamiento, lo que fue “maquillado” con una aprobación a posteriori de la operación durante los últimos momentos de aquella gestión ( EL INFORMADOR 1/6/2010).
El fideicomiso erogó en números totales 405 millones 541 mil 29 pesos, de los cuales, 351 millones 172 mil 863 pesos fueron exclusivamente para la adquisición de los inmuebles.
Todavía hoy el presidente municipal, Francisco Ayón López, se refirió a todo este caso como “esa triste historia de la Villa Panamericana”, la que finalmente migraría a Zapopan ante el rechazo de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), que llamó al proyecto tapatío “ruinas de Cacaxtla” (Mario Vázquez Raña dixit), pero que dejaría, a la postre, una reserva urbana con un potencial suficiente para atraer el proyecto federal de CCD y los 20 mil empleos que generará en la ciudad.
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA
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