Estudian los impactos de las ladrilleras
Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan también tienen problemas con los talleres
GUADALAJARA, JALISCO (07/AGO/2016).- Adriana Rodríguez Villavicencio, directora de Gestión en Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), informó que a finales de septiembre estará listo un estudio sobre las cadenas de valor de las ladrilleras para conocer detalles de la actividad: “Es una actividad altamente informal y eso nos ha impedido tener la información precisa. Es un tema muy perceptible en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El eslabón más afectado es el del productor, ese tipo de información nos falta”.
La funcionaria señaló que desde 2014 quieren impulsar una norma para regular al sector ya que no solamente hay ladrilleras en Tlajomulco sino en Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan, pero no contaban con los datos necesarios, como el número actualizado de ladrilleros y ubicaciones: “Buscamos un padrón actualizado, requiriendo mayor detalle, porque estamos viendo que en una misma coordenada están poniendo varias unidades”.
Rodríguez Villavicencio dijo que se acercaron a los municipios para compartirles su visión y que el estudio que se lleva a cabo de la cadena de valor fue pagado con dinero del Gobierno del Estado: “Estamos buscando caminar en una ruta que nos permita tener componentes interesantes; el Iteso ha estado haciendo estudios en Tlajomulco y nos han compartido los resultados; el estudio de la cadena de valor tiene que terminar en dos meses más, finales de septiembre. La finalidad de esto es tratar de buscar la forma de reconvertir la cadena productiva a una de bajas emisiones”.
Explicó que el tema de ladrilleras es muy complejo ya que no sólo es cambiar los hornos, sino más elementos a considerar en una estrategia de intervención. “Hay mucha incertidumbre de cómo se puede tener este abordaje porque el tema de reubicarlos no siempre resulta exitoso, tienen que darse una serie de condiciones que les permita seguir produciendo sin dañar”.
La directora de gestión en calidad del aire calificó al tema de las ladrilleras como prioritario para reducir emisiones de lo que se llaman contaminantes climáticos de vida corta, que afectan la salud y contribuyen a generar un efecto invernadero. “Fue hasta 2012 que la ONU identificó sectores para reducir este tipo de contaminantes. Uno es el sector ladrillero por el proceso tan artesanal. No hemos podido estimar cuántas emisiones representa la actividad ladrillera porque hay tanta deficiencia de información”.
Adelantó que a la par de regular el sector deberán diseñar programas de apoyo para el productor o el municipio. “Estamos pensando en el Fondo Ambiental, ahora que el gobernador dio a conocer su iniciativa de la calidad del aire. Le estamos apostando a este fondo. Apoyar proyectos de parques ladrilleros, por allí va un poco la visión”.
LAS CIFRAS
216 ladrilleras operan en Tlajomulco de Zúñiga
63 han sido reubicadas
Mejorar técnicas
Adrián Nava, encargado del tema de ladrilleras en Tlajomulco de Zúñiga, agregó que entre las opciones para mejorar las tecnologías en el gremio ladrillero están los hornos de tiros y opciones de quema con polímeros naturales. “Pero los costos se elevan: estamos hablando de 600 mil pesos hasta un millón de pesos de acuerdo con el tipo de tecnificación. Buscamos bajar recursos nacional o internacionales, sabemos que el tema del medioambiente importa mucho pero no hay recurso que le alcance a un productor, al menos en Tlajomulco”.
LA VOZ DEL EXPERTO
Beneficios que no serán permanentes
René Solinis, especialista ambiental.
René Solínis Noyola, consultor ambiental, enfatizó que la contaminación de las ladrilleras afecta la calidad del aire y que llega a Guadalajara por los vientos dominantes.
“Deberían de tener (autoridades) un mayor conocimiento técnico en cuanto a la dirección de los vientos. Se debería de hacer un plan más definido de todas las fuentes de contaminación, no nada más las ladrilleras. Se hizo hace 20 años un plan de manejo, pero se dejó allí” explicó el especialista.
Consideró que reubicar las ladrilleras tres o cuatro kilómetros tendrá beneficios a corto plazo, y que el hecho de que ya no se utilice leña para quemar los ladrillos y no plásticos sí ayuda pero no del todo.
“Primero hay que ver a largo plazo la capacidad de las materias primas que se tienen. En segundo el tipo de combustibles que se usa y en tercero un conocimiento más adecuado, y ver alternativas como la tecnología de producir un quemador a base de gas, aunque sale caro. El objetivo es seguir estudiando posibles soluciones”.
Productores minimizan los daños ambientales
Leocadio Juan Pedro Rojo ha ejercido el oficio de ladrillero por 30 años, desde que su padre le enseñó el negocio a él y a sus hermanos, y aseguró que nunca ha tenido problemas de salud: “Ya no es tan fácil dejarlo, hasta que uno se muera. Todo el día está el humo, pero como es pura leña natural creo que no perjudica a la salud”.
Rojo cumplirá cuatro años en el parque ladrillero el próximo septiembre, y aseveró que sí se ha visto beneficiado por la renta. “Lo malo es que ya no quieren venir a trabajar. Hace falta sacar una línea de camión, ya toda la carretera está llena de talleres, si hubiera una línea que pasara nos beneficiaría. Aquí nos sentimos libres, cantamos, bailamos y nadie nos dice nada y en otros lados si cantamos se molestan”.
En ese espacio han buscado maneras de mejorar sus procesos, por ejemplo Leocadio ideó un molino que activa con la llanta de un automóvil. “Yo lo diseñé para hacer un ladrillo que mezcla barro, estiércol de caballo, tepetate, aserrín. Ya que está todo disuelto se prende el molino... nos ahorra trabajo físico, nos ahorramos tres horas de trabajo”.
El también maestro de karate contó que ha recibido visitas por parte de académicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) para ver sus procedimientos, y que las propuestas que les hagan podrían ser una alternativa para mejorar, aunque consideró que el proyecto va muy lento.
“También nosotros queremos acercarnos cada vez más a la perfección, tener la mejor calidad para llegar a competir con los grandes productores de ladrillos, como son los vecinos de Sayula que también ya hacen tabiques”.
Regulación, un proceso que ha tardado más de un lustro
La reubicación de ladrilleras en Tlajomulco de Züñiga comenzó en 2010, con la realización del parque ladrillero dentro del municipio.
Sin embargo, el debate sobre la contaminación que éstas generan en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara incluye a más municipios. En ese año el Gobierno de Tlajomulco fue el primero en acatar las recomendaciones, principalmente las que decían que los plásticos utilizados para quemar los hornos aumentaban mucho la contaminación. En 2012 Tlajomulco publicó un reglamento que establece las condiciones que deben tener los sitios destinados para la reubicación de las ladrilleras.
El Artículo 10 de esa reglamentación dice que: “Queda estrictamente prohibido el uso de combustibles como: llantas, cámaras, plásticos, hules, polietileno, aceites gastados, residuos de la industria del calzado y curtiduría, desperdicio de ropa, solventes, productos químicos, cualquier tipo de residuo peligroso que durante la combustión generen contaminación atmosférica y daños a la salud”.
En marzo de 2015 Magdalena Ruiz, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), planteó la posibilidad de cambiar las tecnologías utilizadas por las ladrilleras sobre todo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, principalmente porque Jalisco es el segundo productor de ladrillos a nivel nacional, sin embargo la informalidad dentro del sector y los altos costos de tecnificación afectan las mejoras dentro del gremio.
EL MUNICIPIO APOYA ECONÓMICAMENTE LA 'MUDANZA'
Talleres de Tlajomulco, renuentes a su reubicación
Miguel Oswaldo Carreón, coordinador general de Desarrollo Económico de Tlajomulco, informó que de las 123 ladrilleras que están aún en la cabecera municipal, este año moverán otras 10, por lo que el compromiso de su administración es reubicar entre 30 y 40% de las restantes.
“El plan viene de administraciones anteriores, esto con la finalidad de mover a las ladrilleras que prácticamente están pegadas a las zonas conurbadas. Se les apoya con un monto de 20 mil pesos para el traslado de su material y demás, esto en dos etapas”.
El funcionario aceptó que muchos talleres son renuentes a reubicarse debido a que ya no hay espacio en el parque ladrillero y los demás deben buscar los terrenos. “Por parte del Gobierno se les da para que celebren contratos de arrendamiento entre el ladrillero y el particular, mínimo por lo que resta de la administración para que garantice que no se va a mover”.
Recalcó que de su parte hacen inspecciones para ofrecer la reubicación, y aunque están diez productores en trámite algunos no quieren por el tema de la renta. Explicó que hay ladrilleros cuyo terreno es propio,los trabajadores tienen que desplazarse y eso les implica un gasto en el traslado.
Sobre darles tierras en comodato, como el caso del parque ladrillero (donde el acuerdo permite a los ladrilleros utilizar el espacio por 99 años y heredarlo siempre y cuando sigan trabajando) informó que no tienen predios en esa zona. “No tenemos terrenos vistos con las necesidades que ellos requieren, como es el agua. Es un elemento primordial para realizar su actividad”.
Recordó que para que los beneficiarios puedan acceder al apoyo de 20 mil pesos, el primer requisito es que se registren en el padrón de ladrilleros, no haber recibido este apoyo anteriormente, tener un dictamen de uso de suelo al lugar que propone retirarse, que sea factible, una licencia municipal y dictamen de medio ambiente.
“La segunda etapa es que, una vez que ya esté instalando, se le da la otra parte. Diez mil pesos en la primera etapa y en la segunda etapa se hace una revisión de la jefatura de ladrilleras y se le dan los otros 10 mil pesos para que continúe con su operación”.