Jalisco
Especialista explica uso correcto para bachear
Las prisas por evitar afectación al tránsito vehicular, causa de un trabajo ineficaz
GUADALAJARA, JALISCO (13/JUL/2012).- Paso por paso, el secretario de la Academia de Vías Terrestres del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jaime Ramírez Huaracha, explica el método más certero para asegurar que las labores de bacheo no tengan réplica en, al menos, un año.
Delimitar la zona dañada, recortando toda el área hundida y verificar que se incide en todo el bache.
Proteger la zona con señalamiento visible para evitar percances con vehículos motorizados, ciclistas o peatones.
Recortar el asfalto deteriorado y escarificar la zona.
Retirar todo el material cuya consistencia sea inapropiada, cuidando que tampoco haya humedad.
Evitar implementar estas acciones cuando llueve o hay encharcamientos próximos; en caso de que así suceda, esperar a que el área se ventile.
Si hay tuberías cerca, verificar que no hay fugas de agua. En caso de que así sea, reportarlas para que se reparen de inmediato, pues ello impediría éxito en el bacheo.
Rellenar el hueco que quedó con arena apropiada, grava y un poco de cal, de ser necesario.
Compactar el terreno para que el material de reposición tome una consistencia similar al encarpetado.
Vaciar el asfalto caliente y verificar que éste se halle a nivel exacto, para que permita continuidad con la superficie de rodamiento.
El asfalto debe aplicarse cuando se halla caliente, aunque también hay aditivos especiales que permiten colocarlo en frío.
Dependiendo la calidad del material utilizado, este método permitirá que no se repita la operación en la zona dañada por un año, o más. Sin embargo, lo mejor en una calle que constantemente se ve afectada por baches es su repavimentación total.
Poner en práctica este método representaría un mayor gasto inicial para las autoridades, y un ritmo significativamente más lento de reparación, pero estas desventajas eventualmente se verían superadas, y la ciudadanía atravesaría menos problemas por los baches.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
Delimitar la zona dañada, recortando toda el área hundida y verificar que se incide en todo el bache.
Proteger la zona con señalamiento visible para evitar percances con vehículos motorizados, ciclistas o peatones.
Recortar el asfalto deteriorado y escarificar la zona.
Retirar todo el material cuya consistencia sea inapropiada, cuidando que tampoco haya humedad.
Evitar implementar estas acciones cuando llueve o hay encharcamientos próximos; en caso de que así suceda, esperar a que el área se ventile.
Si hay tuberías cerca, verificar que no hay fugas de agua. En caso de que así sea, reportarlas para que se reparen de inmediato, pues ello impediría éxito en el bacheo.
Rellenar el hueco que quedó con arena apropiada, grava y un poco de cal, de ser necesario.
Compactar el terreno para que el material de reposición tome una consistencia similar al encarpetado.
Vaciar el asfalto caliente y verificar que éste se halle a nivel exacto, para que permita continuidad con la superficie de rodamiento.
El asfalto debe aplicarse cuando se halla caliente, aunque también hay aditivos especiales que permiten colocarlo en frío.
Dependiendo la calidad del material utilizado, este método permitirá que no se repita la operación en la zona dañada por un año, o más. Sin embargo, lo mejor en una calle que constantemente se ve afectada por baches es su repavimentación total.
Poner en práctica este método representaría un mayor gasto inicial para las autoridades, y un ritmo significativamente más lento de reparación, pero estas desventajas eventualmente se verían superadas, y la ciudadanía atravesaría menos problemas por los baches.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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