Jalisco
Esencial, analizar cada una de las manifestaciones: Jorge Alonso
Antropólogo y estudioso de fenómenos políticos, Alonso Sánchez considera que hay movilizaciones con auténtica base social, y las que son producto de un “estilo corporativo”
(CIESAS), Jorge Alonso Sánchez, consideró que si bien hay manifestaciones que están respaldada por una base social democrática, también hay ejemplos históricos de manifestaciones que tienen “un estilo corporativo”.
El académico y ex funcionario electoral de Jalisco precisó al conceder una entrevista a este diario, que no ha tenido conocimiento de la publicación del pasado 4 de septiembre, que generó la indignación de numerosos organismos civiles, pero indicó que sí puede “hablar desde una perspectiva teórica”.
“Obviamente, hay que hacer el análisis de cada una de las movilizaciones. Hay movilizaciones que son y siempre han sido producto de lo que se llama un ‘estilo corporativo’ para llevar adelante sus propósitos, que no surgen de las bases, sino que las dirigencias las planean y las hacen para sus propios fines corporativos.
“Así fue por ejemplo en los años 70, con todas las movilizaciones que hizo Fidel Velázquez para impedir la democratización de los sindicatos. Así pues, cuando hubo movimientos de bases para democratizar los sindicatos (citó a Rafael Galván como el dirigente de éstos) pues Fidel amenazaba con hacer contramovilizaciones y contramarchas para amedrentar a quienes quisieran tener este tipo de expresiones”.
Insistió Jorge Alonso en que “habría que analizar movilización por movilización. Sí hay movilizaciones donde existen intereses de grupos corporativos, de gente que ve lesionados sus intereses y tiene bases fieles, que no actúan democráticamente sino que tienen consignas, éstas sí son manejadas por líderes”.
Ejemplificó: “Hay movimientos en los que simplemente, si yo soy dueño de camiones, y a lo mejor van a afectar mis intereses y yo tengo gente, pues la movilizo para evitarlo con una marcha o una manifestación”.
Anotó inmediatamente que “por otra parte, hay movimientos que surgen de la base, que responden a los intereses de la base, y que de alguna manera la autoridad no vio la información correcta y no platicó o dialogó con ellos de una manera adecuada y esos movimientos tienen su razón de ser”.
Detalló que en este último caso están “las manifestaciones que en realidad son movimientos de vecinos, colonos, indígenas, campesinos, obreros, ecologistas, etcétera... y querer tachar todas las movilizaciones que surgen desde abajo como si fueran manipuladas por cúpulas pues es un error, pero también es un error negar que no existen los movimientos manipulados”.
Consideró que entre las organizaciones democráticas y de base “está el Parlamento de Colonias; son movimientos que han surgido en la ciudad por el descontento en la falla de servicios públicos o la mala administración de la vialidad. Entonces sus integrantes pueden manifestarse y actúan democráticamente, tienen asambleas y programas; las decisiones no se imponen porque son expresiones propias de quienes participan”.
Imposible que un grupo manipule a un sector de manera falsa: Tamayo
El doctor Jaime Tamayo Rodríguez, investigador del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara, consideró injustificado el argumento manejado por este diario en su publicación del pasado 4 de septiembre, a propósito de las manifestaciones y sus liderazgos.
Subrayó que su primera impresión fue que se trataba de “una inserción de Fernando Guzmán”, secretario general del Gobierno del Estado, pero insistió en que “es imposible que un grupo de profesionales movilice a un sector social de manera falsa”. Detalló que como miembro del Comité de Análisis Social de la misma universidad, este mismo día se publicará un desplegado en medios impresos locales para condenar “las agresiones contra los manifestantes del pasado 29 de agosto”.
El académico indicó: “Más allá de las apreciaciones hay cuestiones fundamentales. Las luchas sociales, manifestaciones, movilizaciones, casi siempre responden a demandas sociales (...), las movilizaciones responden a una demanda legítima de al menos una parte del sector social, aunque sí se puedan colar algunas personas con intereses políticos o partidistas”.
Tamayo Rodríguez citó una larga lista de ejemplos históricos para reforzar su postura, y entre éstos figuró el rechazo de que fue objeto Richard Nixon “allá por finales de los años 50, cuando era vicepresidente de Estados Unidos; hizo una gira fuera de su país y el gobierno norteamericano declaró que todo era obra de un grupo organizado contra ellos (...), lo que existía era un auténtico rechazo”.
Puso como caso también el de las manifestaciones estudiantiles en México, en el año 1968, “el movimiento era estudiantil y popular en contra del Estado mexicano, era mucho más amplio que lo que cualquier profesional de la política pudiera hacer aparecer, aunque se aseguraba que era orquestado por un grupo comunista”.
Y agregó: “Lo mismo se puede decir del caso del Macrobús; evidentemente que hay un sector que lo rechaza. Que algunos líderes sociales o políticos se incrusten, no le quita legitimidad al movimiento; hay un gran rechazo por una serie de afectados.
“Siempre aparecen estos líderes (citó a Gilberto Parra y Saúl Cotero), pero más allá de eso, sí se moviliza gente que sí se siente afectada. Los movimientos en eses sentido tienen una legitimidad de origen”.
Reacciones al tema de las manifestaciones públicas en la ciudad
Los materiales periodísticos que se han publicado acerca de las manifestaciones en Guadalajara y de los líderes sociales que las encabezan, han generado una respuesta por demás generosa en reacciones de todo tipo.
Considerando que editarlas, recortarlas o extractarlas implica el riesgo de desvirtuarlas, y ante la imposibilidad de incluirlas todas en nuestra edición impresa, optamos por incluirlas, todas e íntegras, en nuestra página de internet, en el siguiente link: www.informador.com.mx/7285/cartas-lectores
Agradecemos públicamente, aquí, a algunos de los remitentes de estos mensajes y cartas:
* Enrique Ibarra Pedroza (diputado federal).
* Bernardo Jaén Jiménez.
* Jorge Enrique Rocha Quirarte.
* Margarita Sierra.
* Moisés Guerrero.
* Gilberto Parra Rodríguez.
* Elsa Stettner.
* Gerardo Montes de Oca.
GUADALAJARA, JALISCO.- El investigador y académico en antropología política del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
El académico y ex funcionario electoral de Jalisco precisó al conceder una entrevista a este diario, que no ha tenido conocimiento de la publicación del pasado 4 de septiembre, que generó la indignación de numerosos organismos civiles, pero indicó que sí puede “hablar desde una perspectiva teórica”.
“Obviamente, hay que hacer el análisis de cada una de las movilizaciones. Hay movilizaciones que son y siempre han sido producto de lo que se llama un ‘estilo corporativo’ para llevar adelante sus propósitos, que no surgen de las bases, sino que las dirigencias las planean y las hacen para sus propios fines corporativos.
“Así fue por ejemplo en los años 70, con todas las movilizaciones que hizo Fidel Velázquez para impedir la democratización de los sindicatos. Así pues, cuando hubo movimientos de bases para democratizar los sindicatos (citó a Rafael Galván como el dirigente de éstos) pues Fidel amenazaba con hacer contramovilizaciones y contramarchas para amedrentar a quienes quisieran tener este tipo de expresiones”.
Insistió Jorge Alonso en que “habría que analizar movilización por movilización. Sí hay movilizaciones donde existen intereses de grupos corporativos, de gente que ve lesionados sus intereses y tiene bases fieles, que no actúan democráticamente sino que tienen consignas, éstas sí son manejadas por líderes”.
Ejemplificó: “Hay movimientos en los que simplemente, si yo soy dueño de camiones, y a lo mejor van a afectar mis intereses y yo tengo gente, pues la movilizo para evitarlo con una marcha o una manifestación”.
Anotó inmediatamente que “por otra parte, hay movimientos que surgen de la base, que responden a los intereses de la base, y que de alguna manera la autoridad no vio la información correcta y no platicó o dialogó con ellos de una manera adecuada y esos movimientos tienen su razón de ser”.
Detalló que en este último caso están “las manifestaciones que en realidad son movimientos de vecinos, colonos, indígenas, campesinos, obreros, ecologistas, etcétera... y querer tachar todas las movilizaciones que surgen desde abajo como si fueran manipuladas por cúpulas pues es un error, pero también es un error negar que no existen los movimientos manipulados”.
Consideró que entre las organizaciones democráticas y de base “está el Parlamento de Colonias; son movimientos que han surgido en la ciudad por el descontento en la falla de servicios públicos o la mala administración de la vialidad. Entonces sus integrantes pueden manifestarse y actúan democráticamente, tienen asambleas y programas; las decisiones no se imponen porque son expresiones propias de quienes participan”.
Imposible que un grupo manipule a un sector de manera falsa: Tamayo
El doctor Jaime Tamayo Rodríguez, investigador del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara, consideró injustificado el argumento manejado por este diario en su publicación del pasado 4 de septiembre, a propósito de las manifestaciones y sus liderazgos.
Subrayó que su primera impresión fue que se trataba de “una inserción de Fernando Guzmán”, secretario general del Gobierno del Estado, pero insistió en que “es imposible que un grupo de profesionales movilice a un sector social de manera falsa”. Detalló que como miembro del Comité de Análisis Social de la misma universidad, este mismo día se publicará un desplegado en medios impresos locales para condenar “las agresiones contra los manifestantes del pasado 29 de agosto”.
El académico indicó: “Más allá de las apreciaciones hay cuestiones fundamentales. Las luchas sociales, manifestaciones, movilizaciones, casi siempre responden a demandas sociales (...), las movilizaciones responden a una demanda legítima de al menos una parte del sector social, aunque sí se puedan colar algunas personas con intereses políticos o partidistas”.
Tamayo Rodríguez citó una larga lista de ejemplos históricos para reforzar su postura, y entre éstos figuró el rechazo de que fue objeto Richard Nixon “allá por finales de los años 50, cuando era vicepresidente de Estados Unidos; hizo una gira fuera de su país y el gobierno norteamericano declaró que todo era obra de un grupo organizado contra ellos (...), lo que existía era un auténtico rechazo”.
Puso como caso también el de las manifestaciones estudiantiles en México, en el año 1968, “el movimiento era estudiantil y popular en contra del Estado mexicano, era mucho más amplio que lo que cualquier profesional de la política pudiera hacer aparecer, aunque se aseguraba que era orquestado por un grupo comunista”.
Y agregó: “Lo mismo se puede decir del caso del Macrobús; evidentemente que hay un sector que lo rechaza. Que algunos líderes sociales o políticos se incrusten, no le quita legitimidad al movimiento; hay un gran rechazo por una serie de afectados.
“Siempre aparecen estos líderes (citó a Gilberto Parra y Saúl Cotero), pero más allá de eso, sí se moviliza gente que sí se siente afectada. Los movimientos en eses sentido tienen una legitimidad de origen”.
Reacciones al tema de las manifestaciones públicas en la ciudad
Los materiales periodísticos que se han publicado acerca de las manifestaciones en Guadalajara y de los líderes sociales que las encabezan, han generado una respuesta por demás generosa en reacciones de todo tipo.
Considerando que editarlas, recortarlas o extractarlas implica el riesgo de desvirtuarlas, y ante la imposibilidad de incluirlas todas en nuestra edición impresa, optamos por incluirlas, todas e íntegras, en nuestra página de internet, en el siguiente link: www.informador.com.mx/7285/cartas-lectores
Agradecemos públicamente, aquí, a algunos de los remitentes de estos mensajes y cartas:
* Enrique Ibarra Pedroza (diputado federal).
* Bernardo Jaén Jiménez.
* Jorge Enrique Rocha Quirarte.
* Margarita Sierra.
* Moisés Guerrero.
* Gilberto Parra Rodríguez.
* Elsa Stettner.
* Gerardo Montes de Oca.
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