Jalisco
Escoltan a la ''Generala'' para demostrar su fe
Cada 12 de octubre, la ''Generala'' -como también se conoce a la Virgen- es escoltada por cientos de fieles desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan
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GUADALAJARA, JALISCO (12/OCT/2011).- En un amanecer frío y lluvioso en Guadalajara, casi como tantos otros, pero este es distinto. Es día de la Romería, la fiesta religiosa más importante de la capital tapatía. En 2010 se contabilizó un total de un millón 800 mil asistentes al evento cuya celebración comenzó hace ya más de 200 años. Se trataba de una procesión de la Virgen de Zapopan para pedirle que Guadalajara no se inundara, con justa razón, ya que aquí cuando llueve es cosa seria.
Cada 12 de octubre, la ''Generala'' -como también se conoce a la Virgen- es escoltada por cientos de fieles desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan. La marcha comprende un recorrido de siete kilómetros a recorrerse en un promedio de cuatro horas y media. A la gran concurrencia de 2011 poco le importa la lluvia, incluso llevan niño pequeños y -haciendo gala de la creatividad mexicana- bebés en carriolas con plásticos, lonas y cuanto ingenioso impermeable casero pueda improvisar un padre.
Los tambores de los danzantes resuenan a todo lo largo de la Avenida Alcalde, laten como el corazón mexicano; lleno de fe. Desgraciadamente, el fervor que vive la Romería parece peleado con la urbanidad; en la Plaza de Armas y la Plaza Liberación se pueden observar montículos de basura dejados por los comensales que apenas la noche anterior se deleitaban con los antojitos que ahí ofrecían los comerciantes. Según el conteo de 2010 el evento dejó unas 133 toneladas de basura en el centro histórico.
Mientras el sol sale, la gente se congrega frente a la Catedral tapatía, esperando que su fervor perdure en el tiempo por 200 años, e incluso más.
EL INFORMADOR / EDNA MONTES
GUADALAJARA, JALISCO (12/OCT/2011).- En un amanecer frío y lluvioso en Guadalajara, casi como tantos otros, pero este es distinto. Es día de la Romería, la fiesta religiosa más importante de la capital tapatía. En 2010 se contabilizó un total de un millón 800 mil asistentes al evento cuya celebración comenzó hace ya más de 200 años. Se trataba de una procesión de la Virgen de Zapopan para pedirle que Guadalajara no se inundara, con justa razón, ya que aquí cuando llueve es cosa seria.
Cada 12 de octubre, la ''Generala'' -como también se conoce a la Virgen- es escoltada por cientos de fieles desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan. La marcha comprende un recorrido de siete kilómetros a recorrerse en un promedio de cuatro horas y media. A la gran concurrencia de 2011 poco le importa la lluvia, incluso llevan niño pequeños y -haciendo gala de la creatividad mexicana- bebés en carriolas con plásticos, lonas y cuanto ingenioso impermeable casero pueda improvisar un padre.
Los tambores de los danzantes resuenan a todo lo largo de la Avenida Alcalde, laten como el corazón mexicano; lleno de fe. Desgraciadamente, el fervor que vive la Romería parece peleado con la urbanidad; en la Plaza de Armas y la Plaza Liberación se pueden observar montículos de basura dejados por los comensales que apenas la noche anterior se deleitaban con los antojitos que ahí ofrecían los comerciantes. Según el conteo de 2010 el evento dejó unas 133 toneladas de basura en el centro histórico.
Mientras el sol sale, la gente se congrega frente a la Catedral tapatía, esperando que su fervor perdure en el tiempo por 200 años, e incluso más.
EL INFORMADOR / EDNA MONTES
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