Jalisco
Entre protestas, sacrifican un árbol en colonia Americana
Repetidos gritos de ¡asesino! se escucharon cuando personal del Ayuntamiento de Guadalajara taló un joven árbol en la colonia Americana esta mañana
GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2012).- Repetidos gritos de "¡asesino!" se escucharon cuando personal del Ayuntamiento de Guadalajara taló un joven árbol en la colonia Americana esta mañana. El motivo: sus raíces ocasionaban daños estructurales a la sucursal de un restaurante de franquicia estadounidense ubicado en Prisciliano Sánchez y Enrique Díaz de León, que tenía por vecino al espécimen, hoy sacrificado.
A pesar del descontento de los vecinos por la tala del ficus, de 18 años de edad, la secretaria de Medio ambiente y ecología del Ayuntamiento tapatío, Magdalena Ruiz, encabezó con los inconformes un acto sin precedentes: se acordó que se reforestaría la colonia y despidieron al árbol.
Reunidos alrededor del afectado, autoridades, vecinos y empleados del restaurante, intercambiaron sus opiniones encontradas y acordaron la plantación de 700 macetas en la plaza Expiatorio, así como otros árboles más.
Personal de la franquicia de comida rápida argumentó que existen daños al drenaje y al suelo de su inmueble comercial, por lo que recibieron el permiso de las autoridades para sustituirlo por una especie "adecuada", es decir, que no sus raíces no salgan de control: un arrayán.
"La empresa es la invasora, no el árbol. Se derriba bajo protesta", repuso Sergio Morales, vecino de la colonia.
Además, en el diálogo estaban presentes miembros de la comunidad wirrárica de Jalisco, quienes dieron su postura al respecto atrapando la atención del resto de los involucrados.
"Nuestros abuelos nos han enseñado a respetar la naturaleza porque somos hijos de la madre tierra, es una lástima que la tratemos de esta manera".
"Estamos peleando en estos días en todo el mundo por la paz, entonces ¿qué estamos haciendo? (...) Yo sé que no ha marcha atrás, pero también pido conciencia para que nuestra madre tierra no esté enfurecida con nosotros como nosotros con ella (por el maltrato a los seres vivos)", sostuvo Abel, a voz de su grupo.
La funcionaria y algunos otros participantes aplaudieron el diálogo y las reflexiones que ahí se vertieron.
"Nos hemos equivocado, estoy totalmente de acuerdo, la relación que hemos establecido con la naturaleza por su puesto que ha sido equivocada, utilitaria, no sabemos elegir cuáles van a ser nuestros compañeros (plantas), después decimos que no los queremos y eso es un error", reconoció Ruiz con respecto a la planeación de arbolado urbano, argumentando que no se elige el adecuado para cada ubicación y, cuando crecen, vienen los problemas.
Después, todos los ahí reunidos procedieron a despedirse del poco frondoso pero sano ficus. Lo tocaron, le agradecieron su vida, se tomaron una fotografía con él y se alejaron.
Una sierra eléctrica lo destazó en minutos.
Para saber:
El restaurante afectado por las raíces del árbol obtuvo de la Secretaría de medio ambiente y ecología de Guadalajara el permiso para sacrificarlo, sin embargo, acordó con los inconformes sustituirlo por uno más delgado, que fue plantado inmediatamente tras destoconar el área, además, se abrió espacio para plantar otros dos a un costado del inmueble.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
A pesar del descontento de los vecinos por la tala del ficus, de 18 años de edad, la secretaria de Medio ambiente y ecología del Ayuntamiento tapatío, Magdalena Ruiz, encabezó con los inconformes un acto sin precedentes: se acordó que se reforestaría la colonia y despidieron al árbol.
Reunidos alrededor del afectado, autoridades, vecinos y empleados del restaurante, intercambiaron sus opiniones encontradas y acordaron la plantación de 700 macetas en la plaza Expiatorio, así como otros árboles más.
Personal de la franquicia de comida rápida argumentó que existen daños al drenaje y al suelo de su inmueble comercial, por lo que recibieron el permiso de las autoridades para sustituirlo por una especie "adecuada", es decir, que no sus raíces no salgan de control: un arrayán.
"La empresa es la invasora, no el árbol. Se derriba bajo protesta", repuso Sergio Morales, vecino de la colonia.
Además, en el diálogo estaban presentes miembros de la comunidad wirrárica de Jalisco, quienes dieron su postura al respecto atrapando la atención del resto de los involucrados.
"Nuestros abuelos nos han enseñado a respetar la naturaleza porque somos hijos de la madre tierra, es una lástima que la tratemos de esta manera".
"Estamos peleando en estos días en todo el mundo por la paz, entonces ¿qué estamos haciendo? (...) Yo sé que no ha marcha atrás, pero también pido conciencia para que nuestra madre tierra no esté enfurecida con nosotros como nosotros con ella (por el maltrato a los seres vivos)", sostuvo Abel, a voz de su grupo.
La funcionaria y algunos otros participantes aplaudieron el diálogo y las reflexiones que ahí se vertieron.
"Nos hemos equivocado, estoy totalmente de acuerdo, la relación que hemos establecido con la naturaleza por su puesto que ha sido equivocada, utilitaria, no sabemos elegir cuáles van a ser nuestros compañeros (plantas), después decimos que no los queremos y eso es un error", reconoció Ruiz con respecto a la planeación de arbolado urbano, argumentando que no se elige el adecuado para cada ubicación y, cuando crecen, vienen los problemas.
Después, todos los ahí reunidos procedieron a despedirse del poco frondoso pero sano ficus. Lo tocaron, le agradecieron su vida, se tomaron una fotografía con él y se alejaron.
Una sierra eléctrica lo destazó en minutos.
Para saber:
El restaurante afectado por las raíces del árbol obtuvo de la Secretaría de medio ambiente y ecología de Guadalajara el permiso para sacrificarlo, sin embargo, acordó con los inconformes sustituirlo por uno más delgado, que fue plantado inmediatamente tras destoconar el área, además, se abrió espacio para plantar otros dos a un costado del inmueble.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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