Jalisco
Encuentra alternativa en el CRIT, hoy hace planes con la música
A sus 13 años y con un problema de distrofia muscular, este pequeño sueña con ser un reconocido 'DJ'
GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2012).- Hace cinco años que Javier Rodríguez pisó el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) Occidente por primera vez. El pronóstico que él y su madre, la señora Mía Salazar, tenían a su llegada a este centro de rehabilitación, era poco favorable. Javier nació como cualquier otro pequeño, pero en su desarrollo motriz se empezó a notar que, en vez de avanzar, el niño retrocedía, a causa de la distrofia muscular con la que nació.
La alternativa de Teletón vino a cambiar la vida, primero, de Javier: hace cinco años le era imposible prácticamente sostenerse, pero hoy, la vida le pinta diferente, pues la constancia y tenacidad han logrado grandes avances en su estado de salud y adaptación a la sociedad. Montado en una silla de ruedas automatizada, Javier recorre el área de terapias de salón en salón.
Se encontraba ahí, atento a las instrucciones de su terapeuta musical, dentro de esa sala llena de instrumentos. Frente a una computadora, Javier mezclaba canciones de género electrónico en un innovador y poco legible programa de mezcla musical. “Es mi actividad musical favorita: mezclar y las percusiones”.
Toma las baquetas y empieza a tocar las percusiones con un ritmo sorprendente. Ya la movilidad de sus manos y brazos ha mejorado en un porcentaje alto.
Verdadero espíritu de superación
Javier cursa ahora el primer año de secundaria, pero la batalla para llegar hasta este nivel fue complicada. Durante su formación académica de nivel primaria, Javier tuvo que cambiarse de escuela más de cuatro ocasiones. Según refiere su mamá, no lo aceptaban en ninguna institución debido a su discapacidad.
“En la última escuela en la que estuvo, la Urbana Cristóbal Colón, tuvimos muchos problemas. El salón en Enciclomedia de la escuela estaba en la planta de arriba, y nos costaba mucho trabajo subirlo y bajarlo diario por las escaleras. Hablamos con el director pero nos dijo que no bajaría el salón sólo por un niño, que eso generaba dinero”.
Javier logró egresar de su primera etapa de estudios, pero venía una vez más una labor más que complicada, la secundaria. Pero en la Secundaria 14, ahí todo cambió. El contexto académico y social que rodea a Javier es totalmente distinto al que vivió años atrás. La escuela se encuentra adaptada con rampas desde su ingreso, patios, salones y escaleras, el inmueble ofrece una alternativa plausible. “Ahí me tratan muy bien, todos, mis maestros y mis compañeros, me gusta ir ahí”.
De esta manera, Javier se convierte en un caso de éxito más del CRIT Occidente; ejemplo de lucha y superación, fusionados con una hambre musical que… habrá que ver.
FRASE
"Lo catalogan como una persona especial pero la única discapacidad de Javier es lo físico "
Mía Salazar,
madre de Javier.
La alternativa de Teletón vino a cambiar la vida, primero, de Javier: hace cinco años le era imposible prácticamente sostenerse, pero hoy, la vida le pinta diferente, pues la constancia y tenacidad han logrado grandes avances en su estado de salud y adaptación a la sociedad. Montado en una silla de ruedas automatizada, Javier recorre el área de terapias de salón en salón.
Se encontraba ahí, atento a las instrucciones de su terapeuta musical, dentro de esa sala llena de instrumentos. Frente a una computadora, Javier mezclaba canciones de género electrónico en un innovador y poco legible programa de mezcla musical. “Es mi actividad musical favorita: mezclar y las percusiones”.
Toma las baquetas y empieza a tocar las percusiones con un ritmo sorprendente. Ya la movilidad de sus manos y brazos ha mejorado en un porcentaje alto.
Verdadero espíritu de superación
Javier cursa ahora el primer año de secundaria, pero la batalla para llegar hasta este nivel fue complicada. Durante su formación académica de nivel primaria, Javier tuvo que cambiarse de escuela más de cuatro ocasiones. Según refiere su mamá, no lo aceptaban en ninguna institución debido a su discapacidad.
“En la última escuela en la que estuvo, la Urbana Cristóbal Colón, tuvimos muchos problemas. El salón en Enciclomedia de la escuela estaba en la planta de arriba, y nos costaba mucho trabajo subirlo y bajarlo diario por las escaleras. Hablamos con el director pero nos dijo que no bajaría el salón sólo por un niño, que eso generaba dinero”.
Javier logró egresar de su primera etapa de estudios, pero venía una vez más una labor más que complicada, la secundaria. Pero en la Secundaria 14, ahí todo cambió. El contexto académico y social que rodea a Javier es totalmente distinto al que vivió años atrás. La escuela se encuentra adaptada con rampas desde su ingreso, patios, salones y escaleras, el inmueble ofrece una alternativa plausible. “Ahí me tratan muy bien, todos, mis maestros y mis compañeros, me gusta ir ahí”.
De esta manera, Javier se convierte en un caso de éxito más del CRIT Occidente; ejemplo de lucha y superación, fusionados con una hambre musical que… habrá que ver.
FRASE
"Lo catalogan como una persona especial pero la única discapacidad de Javier es lo físico "
Mía Salazar,
madre de Javier.
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