Jalisco
En el Día de la Santa Cruz, ellos sólo trabajan
El gusto al trabajo o la falta de oportunidades han llevado a Pedro y José a trabajar en el oficio de la albañilería
Uno dijo llamarse José Mota. El otro, Pedro Nava. Tienen poco tiempo en la construcción que se encuentra en el Centro de Guadalajara. Allí, en lo más alto de la estructura, colocaron una cruz adornada con papel de china para conmemorar el Día de la Santa Cruz, dedicado a los trabajadores de la cuchara y el cemento.
José parece de unos 15 años. Apenas le salen de sus mejillas algunos vellos, inicios de una barba prometedora; se protege la cabeza con una gorra. Pedro ya luce sus años como trabajador de la construcción en lo largo de sus bigotes y barba repartida en pequeñas islas sobre su rostro.
Pedro inició en la albañilería desde los 12 años, llevándole el lonche a su cuñado, quien lo metió al negocio. En cambio, José no pudo ingresar a la secundaria y tuvo que ponerse a trabajar “en lo que sale algo”.
Ambos iniciaron como “chalanes”, como se dice en el oficio a los que son novatos.
“Yo sí me vi dedicándome a esto desde chico. Mi papá hacía esto también y yo jugaba con la cuchara, me imaginaba trabajando”, dice Pedro con una sonrisa tímida. Desde los 19 años inició de lleno en la construcción para mantener a su pareja; ahora tiene 34 años y se enorgullece de ello.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 7.26% de la población mexicana de 14 años o más se dedica a la construcción. De éstos, 51 mil 101 están en Jalisco.
Pedro y José no tienen aspiraciones de dedicarse a otra cosa; les gusta ser albañiles. “Esto es entretenido, no te aburres. No como los que trabajan en oficinas, hasta quedan cansados”, dice el más joven de los dos. Sí, demeritan los kilos de mezcla que cargan en sus hombros, las horas bajo el sol y las rasgaduras en las manos; eso no es cansancio, es sólo la chamba de diario.
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