Jalisco

En corto

Que sí fue cierto que un día antes del regreso de Jorge Vizcarra, las oficinas del Ayuntamiento trabajaron hasta tarde

COMO ES, COMO SEÑORONES

Que sí fue cierto que un día antes del regreso del alcalde electo de Tonalá, Jorge Vizcarra, las distintas oficinas del Ayuntamiento trabajaron hasta tarde para hacer “ajustes”. De todas estas actividades nocturnas le llegó en sobre cerrado el reporte al edil, y horas antes de tomar posesión mandó cambiar chapas en algunas oficinas para evitar que continuaran con el negocio. De lo que se enteró fue que los directores y gente de confianza firmaron nombramientos en la Dirección General de Administración por tiempo indefinido para evitar que los movieran del cargo, acto que prohíbe la ley. Uno de esos casos es el del director de Relaciones Laborales, Gerardo Portillo, cuyo contrato tiene irregularidades como la firma del anterior alcalde, Agustín Ordóñez, y el sello de la Secretaría General, y por si fuera poco, el señor ya se amparó para cobrar finiquito.
 
FUE MUCHO PICANTE

Al que le hicieron daño los chilaquiles que se desayunó en el restaurante del mismo nombre el martes por la mañana fue al diputado electo Abraham González Uyeda, luego que después de reunirse con otro diputado electo, Ramón Guerrero “El Mochilas”, pagaron su cuenta y al salir se toparon de frente con un personaje que lo culpó de ser el artífice de todos los problemas ocurridos en Tonalá, y hasta de su encarcelación, el presidente municipal versión reloaded, Jorge Vizcarra. El nerviosismo de Abraham fue notorio, y más cuando Vizcarra se le acercó para saludarlo y decirle: “Estoy de regreso en la administración municipal y poniéndome a las órdenes de lo que se necesite”. ¿Qué recordaría González Uyeda que lo puso tan nervioso?

NO AGUANTA NADA

Resulta que la intención de la ex directora de Panteones de Guadalajara y miembro del Comité Estatal del PAN, Vanesa Pérez Rubí, de interponer un recurso en el Trife para no ser removida del cargo una vez que se vaya el jefe estatal, Eduardo Rosales, se debe al pleito que se dio entre su esposo, el diputado Juan Carlos Márquez, y el mismo Rosales. Según comentaron en corto, Márquez ya se había apuntado para ser el próximo director del recién creado Instituto de Justicia Alternativa, una vez que dejara el hueso de legislador, pero de buenas a primeras Rosales decidió que no se la daban, e incluso pidió a su cuñado y coordinador del PAN en el Congreso, Jorge Salinas, que desaparecieran el organismo, lo que molestó a Márquez y ahora bloqueará todo lo que huela a rosalistas.
 
¿SERÁN CAPACES?

El que ya habló para que lo saquen del enjuague, es el secretario general del Congreso con la llevada y traída teoría de la conspiración, en donde algunos “gandallas” panistas piensan reformar la Ley Orgánica para que la elección de ese cargo se haga por mayoría calificada, de modo que antes de concluir la Legislatura renunciaría Argüelles, y la aplanadora panista nombraría otro, que no podría ser removido por falta de votos y consenso en la próxima Legislatura (si se da, adiós aspiraciones de los que andan calientitos: Bravo, Morales, etc.). Sin embargo, el funcionario aclara que no lo verán esos ojos perversos, aunque sean albiazules, ya que no renunciará sino hasta que termine su cargo antes de brincar nuevamente como diputado.
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