Jalisco
En corto
Otro espacio público que se convirtió en un bunker fue el Congreso al retomar el tema de la Ley Antiaborto
Una gran diferencia se dio en el primer informe del rector general de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, con relación al del año pasado de Carlos Briseño. Ya no hubo alfombra roja, ni las figuras políticas priistas encumbradas como la dirigente nacional, Beatriz Paredes, o el no tan encumbrado “góber Precioso”, el poblano Mario Marín. En esta ocasión fue un informe sobrio, sin protagonismos, con invitados locales y en un ambiente universitario, pero eso sí, la sombra de que huestes briseñistas quisieran reventar el evento se sintió con los más de 150 elementos de seguridad de todas las corporaciones, tanto la privada de la universidad, pasando por la municipal, estatal y vialidad, que hicieron presencia con un notorio cerco.
DERECHO DE APARTADO
Otro espacio público que se convirtió en un bunker fue el Congreso al retomar el tema de la iniciativa popular que blinda la vida desde la concepción hasta la muerte con la llamada Ley Antiaborto. Y, otra vez, las damas de blanco les ganaron la partida a las de negro, cuando llegaron desde las ocho de la mañana y agandallaron todas las butacas del recinto legislativo; y para evitar el ingreso de las que reprobaban la citada ley, el Gobierno estatal se reforzó además de agentes con una docena de mujeres policías… por si hacía falta.
CALLAR Y OBEDECER
En ese tema de la iniciativa popular, apareció en el Congreso el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán, al igual que el presidente estatal del PRI, Javier Guízar, para reunirse con los coordinadores de los partidos y destrabar la iniciativa. Se dice que el priista se reunió en días pasados con gente de la Iglesia católica para platicar sobre el tema y de paso semblantear el panorama con miras a la próxima elección. Como había un pacto, la orden que se dio a los diputados del tricolor fue que todos, sin excepción, la votarían a favor, pero hubo una diputada que se mostró en contra y pidió razonar su voto o excusarse de la sesión, pero la voz de su coordinador, Juan Carlos Castellanos, fue tajante: o se acataba la orden o habría sanciones.
LAS GOLONDRINAS…
Al que le dieron las gracias por participar fue al presidente del Instituto de Transparencia, Augusto Valencia. Los diputados ya le habían mandado varios mensajes para que supiera que no lo querían cuatro años más y, a sabiendas de que tenía mal ambiente, se presentó a la sesión y encaró los argumentos que le dijo la presidenta de la Comisión de Participación Ciudadana, Norma Angélica Aguirre, quien de protagonista no lo bajó. Con los colores subidos en el rostro, Augusto permaneció parado escuchando los argumentos y después de ver correr los 15 segundos de la votación, salió con la frente en alto del lugar. No falta mucho para saber quién será el presidente a modo que buscarán los partidos para el Itei, como lo han hecho con otras instituciones “ciudadanas”.
…Y OTRAS GOLONDRINAS
La sorpresa del día la dio el ex alcalde tapatío, Fernando Garza, quien de buenas a primeras, luego de quejarse de las irregularidades en el proceso donde perdió, y de asegurar que su partido el PAN estaba secuestrado por Francisco Ramírez, Jorge Salinas y Eduardo Rosales, dijo que renunciaba a su partido tras 24 años de militancia. Admitió que en el panismo pasó las mejores experiencias como político, pero eso no frenó su decisión “muy dolorosa”. Dejó abierta la puerta a ofrecimientos de otros partidos para contender, pero dijo que de momento se dedicaría a su empresa de inyección de plástico.
Síguenos en