Jalisco
En cinco años se han registrado 15 homicidios en cárceles
Tan sólo 10 fueron en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara
GUADALAJARA, JALISCO (10/JUL/2015).- El 15 de marzo una joven de 17 años se acercó desesperada a pedir ayuda a los custodios de Puente Grande. Tenía una herida en el pecho que le causó uno de los internos a quien había ido a visitar, Domingo Villa Arellano, quien era pareja de su madre.
Los custodios ingresaron al área de visitas conyugales y dentro de uno de los dormitorios encontraron muertos a la madre y a sus dos hijos de seis y cuatro años. El interno, ex policía de Zapotlanejo, los había asfixiado hasta morir y luego había tratado de suicidarse.
La joven que pidió ayuda finalmente falleció en el hospital días después por las heridas. El último reporte señaló que el agresor, quien cumplía una pena por asesinar a su ex pareja y abusar sexualmente de su hija, se encontraba estable y bajo vigilancia en el Hospital Civil.
De acuerdo con información de la Fiscalía General del Estado, en los últimos cinco años, se han iniciado un total de 15 averiguaciones previas por homicidio doloso en los centros carcelarios de Jalisco. Tan sólo 10 de ellas, han sido en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara.
La fiscal de reinserción social, Marisela Gómez Cobos, explica que dentro de las cárceles jaliscienses se llevan a cabo varias acciones para prevenir los delitos.
“Las actividades que nosotros realizamos son primero la supervisión de nuestro personal de seguridad y del personal técnico que nos apoya”, detalla Gómez Cobos. “Por otro lado también tenemos revisiones permanentes que se hacen diariamente en los centros para estar pendientes de las actividades ilícitas que se puedan dar”.
De hecho, tras el homicidio registrado en Puente Grande se llevó a cabo un operativo de seguridad dentro de la prisión donde se incautaron, entre otros objetos, 12 teléfonos celulares, tres tabletas, 51 litros de tequila, 30 objetos punzocortantes y más de 100 mil pesos en efectivo.
“En Jalisco ha habido casos de vergüenza”, señala por su parte, el doctor Eduardo Barajas Languren, profesor investigador del Departamento de Justicia y Derecho de CUCiénega.
“Se ha demostrado que los visitantes no tienen seguridad para acudir a visitar a sus familiares en el interior”.
Van cuatro mil 700 objetos decomisados
En poco menos de cinco años, se han decomisado cuatro mil 758 objetos prohibidos por la Ley de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Estado de Jalisco. Además, se han asegurado 51 litros de tequila y 2.5 litros de fermento alcohólico en el Complejo Penitenciario de Puente Grande.
Entre los objetos asegurados sobresalen máquinas contadoras de billetes, tabletas electrónicas, tanques de aire comprimido, videograbadoras y hasta ropa de color prohibido por el reglamento.
Prohibiciones
El Artículo 43 de la Ley de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Estado de Jalisco prohibe que los internos posean libros, revistas, periódicos, textos, fotografías o dibujos que provoquen desdén hacia el pueblo mexicano o que impacten de forma negativa en su proceso de readaptación. Además, tampoco permite la tenencia o el uso de aparatos electrónicos como celulares y computadoras.
“Tenemos la revisión de nuestro personal al ingreso y la revisión permanente al interior del personal de seguridad”, indica Gómez Cobos. “También tenemos el apoyo de nuestro personal de áreas técnicas para la supervisión de internos”.
Por su parte, Barajas Languren refiere que las cárceles son un negocio en virtud de que personal que labora en su interior realiza cobros por ofrecer “servicios” como permitir portar un arma para la protección o el consumo de alcohol.
De acuerdo con el informe de la CNDH, en algunos reclusorios de Jalisco hay presencia de cobros por parte de custodios para protección, asignación de estancia, mantenimiento de dormitorios y visitas. Además, señala la existencia de áreas de privilegios, de objetos y sustancias prohibidas.
Hay un custodio por cada 10 internos
De acuerdo con Marisela Gómez Cobos, en los centros carcelarios a cargo del Gobierno de Jalisco hay alrededor de 17 mil internos y tan sólo cerca de mil 700 custodios están trabajando. Es decir, cada uno debe vigilar a alrededor de 10 internos.
Crecimiento
“Los centros crecen día con día y el personal se ha ido incrementando. A finales del año pasado entraron 100 custodios más, pero nosotros esperamos que este año podamos tener más plazas”, explica la funcionaria estatal.
La fiscal de reinserción social revela que sí ha habido bajas de guardias pero que son reemplazados de forma inmediata y señala que solamente cuatro han sido cesados por no aprobar los exámenes de control de confianza.
“Tenemos personal que se ha jubilado, que ha renunciado por ir a otras corporaciones y personal que ha concluido una carrera y que solicita cambio de área”, precisa. “Pero plaza que se va desocupando se reemplaza en máximo tres o cuatro días”.
DIÁGNOSTICO DE SUPERVISIÓN PENITENCIARIA
Delitos contra la salud, los crímenes más comunes en los reclusorios
Por el aseguramiento de estupefacientes y psicotrópicos al interior de los reclusorios del Estado de Jalisco, se han iniciado un total de 21 averiguaciones previas por delitos contra la salud en los últimos cinco años.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, dichas investigaciones representan 43% del total de las indagaciones realizadas en ese periodo.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria del 2013, realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en las cárceles de Jalisco hay tráfico de sustancias prohibidas entre los internos.
Según información de la Fiscalía, al interior del Centro de Atención Integral Juvenil del Estado de Jalisco, es donde más se registran este tipo de delitos. En la llamada “correccional de menores” se han iniciado 14 averiguaciones previas desde el 2010 a la fecha por delitos contra la salud.
Para evitar el tránsito de drogas, la titular de la Fiscalía de Reinserción Social Marisela Gómez Cobos explica que se realizan revisiones diarias a todo el personal que labora en los reclusorios, tanto a la entrada como a la salida. Así como a los visitantes, a los objetos y vehículos que tengan acceso a la propia institución. Además, los reglamentos de cada centro carcelario prevén practicar todos los registros rutinarios necesarios en cualquier área del lugar.
Sin embargo, en los operativos realizados al interior de los centros carcelarios del Estado durante los últimos cinco años se han decomisado un total de 101 pipas, 593 pastillas, 76 envoltorios con polvo blanco y 22 gramos de vegetal verde. De hecho, en un cateo llevado a cabo en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara en 2011, al interior de una celda encontraron más de 200 paquetes de mariguana.
El doctor Eduardo Barajas Languren considera que el tráfico de drogas en las prisiones del Estado se debe fundamentalmente a la corrupción. “Se da la oportunidad de que las consuman porque alguien deja pasar algo”, indica el académico. “Claro que hay autogobierno, pero el estado nunca lo va a reconocer”.
Barajas Languren señala que el consumo de drogas al interior de los penales se debe a que la privación de la libertad en México es sólo un castigo que quita el derecho de “ambular” y que tiene pocas características que ayuden a los reos a reintegrarse a la sociedad.
“Quien está ahí no trabaja, no estudia pero sí vive una vida cómoda’’.
Los objetos decomisados más fuera de lo común
Máquinas para contar billetes
Tabletas iPad
Videograbadoras
Tanques de aire
Tequila
Los custodios ingresaron al área de visitas conyugales y dentro de uno de los dormitorios encontraron muertos a la madre y a sus dos hijos de seis y cuatro años. El interno, ex policía de Zapotlanejo, los había asfixiado hasta morir y luego había tratado de suicidarse.
La joven que pidió ayuda finalmente falleció en el hospital días después por las heridas. El último reporte señaló que el agresor, quien cumplía una pena por asesinar a su ex pareja y abusar sexualmente de su hija, se encontraba estable y bajo vigilancia en el Hospital Civil.
De acuerdo con información de la Fiscalía General del Estado, en los últimos cinco años, se han iniciado un total de 15 averiguaciones previas por homicidio doloso en los centros carcelarios de Jalisco. Tan sólo 10 de ellas, han sido en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara.
La fiscal de reinserción social, Marisela Gómez Cobos, explica que dentro de las cárceles jaliscienses se llevan a cabo varias acciones para prevenir los delitos.
“Las actividades que nosotros realizamos son primero la supervisión de nuestro personal de seguridad y del personal técnico que nos apoya”, detalla Gómez Cobos. “Por otro lado también tenemos revisiones permanentes que se hacen diariamente en los centros para estar pendientes de las actividades ilícitas que se puedan dar”.
De hecho, tras el homicidio registrado en Puente Grande se llevó a cabo un operativo de seguridad dentro de la prisión donde se incautaron, entre otros objetos, 12 teléfonos celulares, tres tabletas, 51 litros de tequila, 30 objetos punzocortantes y más de 100 mil pesos en efectivo.
“En Jalisco ha habido casos de vergüenza”, señala por su parte, el doctor Eduardo Barajas Languren, profesor investigador del Departamento de Justicia y Derecho de CUCiénega.
“Se ha demostrado que los visitantes no tienen seguridad para acudir a visitar a sus familiares en el interior”.
Van cuatro mil 700 objetos decomisados
En poco menos de cinco años, se han decomisado cuatro mil 758 objetos prohibidos por la Ley de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Estado de Jalisco. Además, se han asegurado 51 litros de tequila y 2.5 litros de fermento alcohólico en el Complejo Penitenciario de Puente Grande.
Entre los objetos asegurados sobresalen máquinas contadoras de billetes, tabletas electrónicas, tanques de aire comprimido, videograbadoras y hasta ropa de color prohibido por el reglamento.
Prohibiciones
El Artículo 43 de la Ley de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Estado de Jalisco prohibe que los internos posean libros, revistas, periódicos, textos, fotografías o dibujos que provoquen desdén hacia el pueblo mexicano o que impacten de forma negativa en su proceso de readaptación. Además, tampoco permite la tenencia o el uso de aparatos electrónicos como celulares y computadoras.
“Tenemos la revisión de nuestro personal al ingreso y la revisión permanente al interior del personal de seguridad”, indica Gómez Cobos. “También tenemos el apoyo de nuestro personal de áreas técnicas para la supervisión de internos”.
Por su parte, Barajas Languren refiere que las cárceles son un negocio en virtud de que personal que labora en su interior realiza cobros por ofrecer “servicios” como permitir portar un arma para la protección o el consumo de alcohol.
De acuerdo con el informe de la CNDH, en algunos reclusorios de Jalisco hay presencia de cobros por parte de custodios para protección, asignación de estancia, mantenimiento de dormitorios y visitas. Además, señala la existencia de áreas de privilegios, de objetos y sustancias prohibidas.
Hay un custodio por cada 10 internos
De acuerdo con Marisela Gómez Cobos, en los centros carcelarios a cargo del Gobierno de Jalisco hay alrededor de 17 mil internos y tan sólo cerca de mil 700 custodios están trabajando. Es decir, cada uno debe vigilar a alrededor de 10 internos.
Crecimiento
“Los centros crecen día con día y el personal se ha ido incrementando. A finales del año pasado entraron 100 custodios más, pero nosotros esperamos que este año podamos tener más plazas”, explica la funcionaria estatal.
La fiscal de reinserción social revela que sí ha habido bajas de guardias pero que son reemplazados de forma inmediata y señala que solamente cuatro han sido cesados por no aprobar los exámenes de control de confianza.
“Tenemos personal que se ha jubilado, que ha renunciado por ir a otras corporaciones y personal que ha concluido una carrera y que solicita cambio de área”, precisa. “Pero plaza que se va desocupando se reemplaza en máximo tres o cuatro días”.
DIÁGNOSTICO DE SUPERVISIÓN PENITENCIARIA
Delitos contra la salud, los crímenes más comunes en los reclusorios
Por el aseguramiento de estupefacientes y psicotrópicos al interior de los reclusorios del Estado de Jalisco, se han iniciado un total de 21 averiguaciones previas por delitos contra la salud en los últimos cinco años.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, dichas investigaciones representan 43% del total de las indagaciones realizadas en ese periodo.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria del 2013, realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en las cárceles de Jalisco hay tráfico de sustancias prohibidas entre los internos.
Según información de la Fiscalía, al interior del Centro de Atención Integral Juvenil del Estado de Jalisco, es donde más se registran este tipo de delitos. En la llamada “correccional de menores” se han iniciado 14 averiguaciones previas desde el 2010 a la fecha por delitos contra la salud.
Para evitar el tránsito de drogas, la titular de la Fiscalía de Reinserción Social Marisela Gómez Cobos explica que se realizan revisiones diarias a todo el personal que labora en los reclusorios, tanto a la entrada como a la salida. Así como a los visitantes, a los objetos y vehículos que tengan acceso a la propia institución. Además, los reglamentos de cada centro carcelario prevén practicar todos los registros rutinarios necesarios en cualquier área del lugar.
Sin embargo, en los operativos realizados al interior de los centros carcelarios del Estado durante los últimos cinco años se han decomisado un total de 101 pipas, 593 pastillas, 76 envoltorios con polvo blanco y 22 gramos de vegetal verde. De hecho, en un cateo llevado a cabo en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara en 2011, al interior de una celda encontraron más de 200 paquetes de mariguana.
El doctor Eduardo Barajas Languren considera que el tráfico de drogas en las prisiones del Estado se debe fundamentalmente a la corrupción. “Se da la oportunidad de que las consuman porque alguien deja pasar algo”, indica el académico. “Claro que hay autogobierno, pero el estado nunca lo va a reconocer”.
Barajas Languren señala que el consumo de drogas al interior de los penales se debe a que la privación de la libertad en México es sólo un castigo que quita el derecho de “ambular” y que tiene pocas características que ayuden a los reos a reintegrarse a la sociedad.
“Quien está ahí no trabaja, no estudia pero sí vive una vida cómoda’’.
Los objetos decomisados más fuera de lo común
Máquinas para contar billetes
Tabletas iPad
Videograbadoras
Tanques de aire
Tequila
| Delitos más comunes |
|
| Delitos contra la salud | 21 |
| Homicidio doloso | 15 |
| Lesiones dolosas | 4 |
| Evasión de presos | 4 |
| Extorsión | 2 |
| (averiguaciones previas de 2010 a 2015) |
| Objetos decomisados más comunes |
|
| Objetos prohibidos | 2092 |
| Cartuchos de arma de fuego | 1507 |
| Pastillas | 543 |
| Armas blancas | 145 |
| Pipas | 101 |
| (en operativos de 2010 a 2015) |
| Reclusorios con más delitos | |
| Centro de Atención Integral Juvenil del Estado de Jalisco | 14 |
| Reclusorio preventivo de Guadalajara | 13 |
| Centro de Readaptación social | 6 |
| Centro de observación, clasificación y diagnóstico | 6 |
| Reclusorio de Puerto Vallarta | 4 |
| (averiguaciones previas de 2010 a 2015) |
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