Jalisco

En Santa Cecilia perciben la inseguridad en aumento

Cada año, la colonia de Guadalajara destaca por sus condiciones de inseguridad e incluso desconfianza de la autoridad

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2014).- Una madrugada de 2012 comenzó a escuchar sonidos en el cancel que resguardaba su negocio sobre la calle Julián Carrillo, en Santa Cecilia. Eran dos sujetos que lo forzaban al punto de casi safarlo de la pared. En su desesperación tomó la pistola de su marido, de pequeño calibre, sacó la mano por una ventana y disparó al aire en un par de ocasiones. Los malhechores huyeron; sin embargo, al poco rato llegó la policía porque alguien (que no alertó por el ruido del intento de robo) denunció detonaciones de arma de fuego, por lo que la tomaron contra ella.
 
Los policías se fueron pero regresaron un par de meses después, a inicios de 2013, e irrumpieron en su negocio, encontraron la pistola y amenazaron con encarcelar al marido si no pagaban 50 mil pesos. La mujer, quien reservó su nombre, denunció el hecho y autoridades estatales intervinieron en el presunto intento de extorsión a favor de ella.
 
La percepción sobre inseguridad derivada de delitos patrimoniales, vandalismo y el temor de sufrir agresiones físicas se mantiene y aumenta en la colonia Santa Cecilia, en Guadalajara, una de las que cada año destaca en condiciones de inseguridad y en las que incluso se desconfía de la autoridad, acorde a los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, que halló un incremento de 2.2% en el levantamiento de septiembre del año pasado.
 
La gran mayoría de los entrevistados en un sondeo hecho por este medio en la colonia señalaron que la inseguridad es mayor que antes.
 
Una maestra de la primaria Juan Gil Preciado --quien se cambió de domicilio por las batallas campales entre pandilleros en el parque Juan Soriano-- atribuyó parte de ello a la educación en las familias desde donde se corre riesgo de formar malos ciudadanos: "Uno no le puede decir nada a los niños porque los padres de familia se molestan".
 
Una mujer más, propietaria de una tienda de abarrotes, coincidió con el aumento en la inseguridad: "Yo tengo diez años aquí y apenas en este año me asaltaron", y fueron sujetos bien vestidos, "tipo junior", por lo que ya no se puede fiar de ningún desconocido sin importar su apariencia. Para ella, la inseguridad se reduciría si se confirma la "legalidad de los patrulleros", es decir, que no solapen a los maleantes como presume que ocurre; y más fuentes de empleo para que la gente no tenga necesidad de robar.
 
La comerciante de Julián Carrillo finalmente se quejó del vandalismo de los muchachitos de secundaria, que hacen grafiti y desmanes sin que la autoridad haga algo porque son menores de edad. También cree que los padres de familia deberían atender más a los jovencitos para evitar que se conviertan en maleantes.
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