Jalisco
En México hay 117 mil hectáreas de cultivos de Organismos Genéticamente Modificados
Actualmente se siembran en ocho estados y están en fase experimental, por lo que no se destinan a la comercialización
GUADALAJARA, JALISCO.- El cierre de estadísticas de 2007 reveló que en el campo mexicano se tienen actualmente 117 mil hectáreas de cultivos agrícolas con Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Estas plantaciones se encuentran en fase de experimentación o pruebas piloto sin que esto represente volúmenes de productos que se destinen a la comercialización.
La gran mayoría de esta producción (113,507 hectáreas) supone siembras de algodón en entidades del norte del país, como Sonora, Chihuahua y Baja California.
Otras extensiones se tienen en cultivos de soya en la península de Yucatán, y unas superficies reducidas de maíz amarillo (12.5 hectáreas) en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Chihuahua; además, existe una pequeña parcela de trigo (0.2 hectáreas) en Morelos.
Así lo informó el director general de inocuidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Octavio Carranza de Mendoza, quien precisó que su dependencia realiza la tarea de revisar el aspecto agronómico (las prácticas agrícolas) del uso de los transgénicos, mientras que las Secretarías de Salud y Medio Ambiente revisan otros impactos, como el sanitario y el ambiental, respectivamente.
Hizo mención de que el cultivo de OGM más evaluado en el campo mexicano ha sido el algodón, dado que se han cumplido diez años de haberse introducido al campo mexicano. Citó que en este lapso el empleo de materiales transgénicos ha demostrado una resistencia ante los insectos lepidópteros (como diversas variedades de mariposas, cuya fase larvaria es de gusanos), lo que ha permitido el ahorro en los gastos de plaguicidas en beneficio de los agricultores. Dijo también que otra ventaja del algodón de OGM es que requiere menos agua.
Agregó que el experimento de trigo con material de OGM que se tiene en marcha, es un resultado de una cruza de variedades de un material de germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), y se enfoca a contar con una semilla resistente a periodos de sequía, en respuesta a los retos que plantea el cambio climático.
Asimismo, comunicó que se han tenido rechazos a varias solicitudes para cultivos experimentales de canola y alfalfa, las que se rechazaron por no cumplir requisitos de seguridad. También detalló que se atienden por parte de la Sagarpa las quejas sobre sospechas de flujo de genes que pudieran afectar materiales nativos, para lo que se tiene un laboratorio especializado en el Distrito Federal (teléfono 01 55 50903000, ext .51502 y 51501).
Necesarias, políticas coherentes
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Reynaldo Ariel Álvarez Morales, expuso que el país tiene el reto de diseñar políticas públicas coherentes para poner al alcance de los productores mexicanos de alimentos los beneficios de las herramientas biotecnológicas, desde el conocimiento, hasta la transferencia y comercialización de sus productos, como las semillas de OGM, si se aprueban para su utilización.
Indicó que México debe aplicar medidas similares a otros países que tienen éxito y que, incluso, han facilitado que sus empresas nacionales sean competitivas en la comercialización de semillas de calidad, como el caso de Brasil, cuya empresa paraestatal Embrapa, ha alcanzado gran competitividad como para incursionar con éxito en la competencia con las grandes transnacionales semilleras, como Monsanto y Dupont.
Interrogado sobre el objetivo de experimentar actualmente con maíz transgénico, siendo nuestro país el centro de origen mundial de este grano, respondió que esto obedece a se tiene necesidad de pruebas encaminadas a generar nuevas alternativas de semillas para la agricultura comercial.
Abundó que los resultados científicos de los cultivos experimentales de maíz amarillo, habrán de dar conclusiones como para que se decida si se autoriza o se niega la entrada de este cereal al campo mexicano. Insistió en que esto será con criterios científicos y por la simple oposición de los detractores de los OGM.
Ambos fueron entrevistados en el foro internacional de biotecnología que se realiza en Guadalajara, bajo la coordinación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
PARA SABER
La vigilancia de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM9 corre a cargo de las secretarías de Agricultura, Salud y Medio Ambiente, así como la Cibiogem.
Al momento se ha autorizado la importación y utilización de 77 productos que suponen material con OGM, por parte la Secretaría de Salud.
La gran mayoría de esta producción (113,507 hectáreas) supone siembras de algodón en entidades del norte del país, como Sonora, Chihuahua y Baja California.
Otras extensiones se tienen en cultivos de soya en la península de Yucatán, y unas superficies reducidas de maíz amarillo (12.5 hectáreas) en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Chihuahua; además, existe una pequeña parcela de trigo (0.2 hectáreas) en Morelos.
Así lo informó el director general de inocuidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Octavio Carranza de Mendoza, quien precisó que su dependencia realiza la tarea de revisar el aspecto agronómico (las prácticas agrícolas) del uso de los transgénicos, mientras que las Secretarías de Salud y Medio Ambiente revisan otros impactos, como el sanitario y el ambiental, respectivamente.
Hizo mención de que el cultivo de OGM más evaluado en el campo mexicano ha sido el algodón, dado que se han cumplido diez años de haberse introducido al campo mexicano. Citó que en este lapso el empleo de materiales transgénicos ha demostrado una resistencia ante los insectos lepidópteros (como diversas variedades de mariposas, cuya fase larvaria es de gusanos), lo que ha permitido el ahorro en los gastos de plaguicidas en beneficio de los agricultores. Dijo también que otra ventaja del algodón de OGM es que requiere menos agua.
Agregó que el experimento de trigo con material de OGM que se tiene en marcha, es un resultado de una cruza de variedades de un material de germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), y se enfoca a contar con una semilla resistente a periodos de sequía, en respuesta a los retos que plantea el cambio climático.
Asimismo, comunicó que se han tenido rechazos a varias solicitudes para cultivos experimentales de canola y alfalfa, las que se rechazaron por no cumplir requisitos de seguridad. También detalló que se atienden por parte de la Sagarpa las quejas sobre sospechas de flujo de genes que pudieran afectar materiales nativos, para lo que se tiene un laboratorio especializado en el Distrito Federal (teléfono 01 55 50903000, ext .51502 y 51501).
Necesarias, políticas coherentes
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Reynaldo Ariel Álvarez Morales, expuso que el país tiene el reto de diseñar políticas públicas coherentes para poner al alcance de los productores mexicanos de alimentos los beneficios de las herramientas biotecnológicas, desde el conocimiento, hasta la transferencia y comercialización de sus productos, como las semillas de OGM, si se aprueban para su utilización.
Indicó que México debe aplicar medidas similares a otros países que tienen éxito y que, incluso, han facilitado que sus empresas nacionales sean competitivas en la comercialización de semillas de calidad, como el caso de Brasil, cuya empresa paraestatal Embrapa, ha alcanzado gran competitividad como para incursionar con éxito en la competencia con las grandes transnacionales semilleras, como Monsanto y Dupont.
Interrogado sobre el objetivo de experimentar actualmente con maíz transgénico, siendo nuestro país el centro de origen mundial de este grano, respondió que esto obedece a se tiene necesidad de pruebas encaminadas a generar nuevas alternativas de semillas para la agricultura comercial.
Abundó que los resultados científicos de los cultivos experimentales de maíz amarillo, habrán de dar conclusiones como para que se decida si se autoriza o se niega la entrada de este cereal al campo mexicano. Insistió en que esto será con criterios científicos y por la simple oposición de los detractores de los OGM.
Ambos fueron entrevistados en el foro internacional de biotecnología que se realiza en Guadalajara, bajo la coordinación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
PARA SABER
La vigilancia de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM9 corre a cargo de las secretarías de Agricultura, Salud y Medio Ambiente, así como la Cibiogem.
Al momento se ha autorizado la importación y utilización de 77 productos que suponen material con OGM, por parte la Secretaría de Salud.
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