Jalisco
En Jalisco, 13 mil niños trabajan para sobrevivir
Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Guanajuato, son los principales estados “expulsores”, de infantes jornaleros, de los que la Entidad recibe casi 80%, indica la SEP.
GUADALAJARA.- Hoy, millones de niños mexicanos festejan que el 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), reafirmó sus derechos universalmente. No obstante, existen más de 13 mil infantes en Jalisco que rentan su fuerza de trabajo para apoyar a sus familias, o en el peor de los casos, subsistir.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la mayor concentración de fuerza de trabajo infantil de Jalisco se encuentra en el sector rural, con una población cercana a los 12 mil niños jornaleros. El DIF estatal, sostiene que hay cerca mil infantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) en esta condición, y otros 600 –dato que el propio Felipe Valdez De Anda, director del organismo, tachó de “conservadora”- que se dedican a la prostitución.
Un estudio desarrollado conjuntamente por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en que se basa el organismo estatal, fue realizado en el año 2000, y no hay actualizaciones.
En el caso de los niños jornaleros migrantes, Dalila López Salmorán, directora de Programas Educativos para Grupos en Situación de Vulnerabilidad, de la SEP, explica que de estos doce mil niños, sólo mil 200 logran recibir atención y ser adoptados por medio de guarderías del DIF y el aparato educativo estatal, aumentando con ello su expectativa de vida (un promedio de 40 años).
Por su parte, Ana María Anguiano Molina, investigadora del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explicó que en el caso de la ZMG, “de cada diez niños en situación de calle, la mitad tiene adicción a las drogas; dos de éstos en grados muy avanzados, por lo que es difícil recuperarlos”.
Rostros pequeños en los campos de Jalisco
Para López Salmorán, el problema de los niños jornaleros migrantes “no es menor”. Sin embargo, contrastó que en 2007, el Gobierno de Jalisco erogó un recurso de atención para esta población no mayor a los 500 mil pesos.
De acuerdo con la funcionaria, los estados de Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Guanajuato, son los principales “expulsores”, de niños jornaleros, de los que Jalisco recibe casi el 80% de jornaleros, mientras el otro el otro 20% proviene de la propia entidad.
La funcionaria federal explica que la pobreza y desigualdad son los principales factores para propiciar este esquema de migración interna, que se acentúa con la falta del servicio educativo, lo que vuelve el ritmo de este grupo “un círculo vicioso”.
La carencia de instrucción básica para este sector es, a decir de la funcionaria, “verdaderamente alarmante”: 70% de los niños jornaleros migrantes se enclava en primer y segundo grado de primaria; el 100% está desfasado de su nivel de estudios, como mínimo por un periodo de dos años.
Por su parte, Cristina Armas Cortés, coordinadora estatal del Programa de Educación Preescolar y Primaria a los Niños Migrantes, adjunto a la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), explicó que una de las principales dificultades para atender con servicio educativo a estos niños, es el ciclo de trabajo “y vida”, condicionado por los periodos de zafra, ya que cuando estos concluyen, las familias regresan a sus pueblos natales con el dinero reunido durante el temporal, para regresar el año entrante. Otros, continúan al norte, siguiendo las cosechas de los campos agrícolas de Nayarit, Sinaloa y Baja California Norte, y Sur.
En el Estado, hay once albergues instalados por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), en coordinación con la SEJ, que están en posibilidades de “adoptar” a estos niños con una expectativa de vida no mayor a los 40 años, aunque “son insuficientes”.
Sólo 10 % de la población de niños migrantes puede acceder a uno de estos espacios, que con el recurso erogado en 2007 (500 mil pesos) posibilita el salario de 60 profesores. Para el presente año, el CONAFE y la Secretaría de Educación Jalisco, pretenden duplicar el sistema de cobertura de los albergues así como el número de maestros, con un recurso cercano a los dos millones 600 mil pesos; aún quedarían más de siete mil niños sin posibilidad de ser atendidos.
Niños en la ZMG
De acuerdo con Ana María Anguiano Molina, investigadora del Departamento de Trabajo Social (UdeG), la rehabilitación de un menor con más de seis mese en la calle, implica un costo cercano a los 800 mil pesos por persona; 74 % de ellos abandona la escuela.
Para la especialista, una de las soluciones al problema de los niños en situación de calle no está en la creación de albergues, sino en la vigilancia de las “colonias expulsoras” de la ZMG, que llegan a ser 70, y de las que el mayor número se concentra en la periferia en un 86 %, y el 14% de expulsados en el centro, y cuyo número aumenta anualmente en 8%; Tonalá es el municipio que más niños arroja a las calles.
“Es correcto que el Gobierno invierta en albergues y centros de rehabilitación, pero debería tener más vigilancia en las colonias expulsoras, y prevenir las situaciones de maltrato a tiempo, que es una de las causas para que un niño salga de casa”.
De acuerdo con María Anguiano, las retribuciones económicas que reciben los niños al trabajar en la calle son mejores que las que podrían obtener en un establecimiento: “Cada jornada de cuatro horas de trabajo de un niño en esta situación, implica una ganancia de 200 pesos; de ahí el peligro que corren al competir con adultos que llegan a las esquinas y los desplazan: una consecuencia es que mejor algunos se prostituyan o hagan otro tipo de actividades ilícitas”.
Con referencia a los niños que se dedican a la prostitución infantil, tanto María Anguiano, como Felipe Valdez De Anda, reconocen que la cifra se incrementa considerablemente cada año.
Frase: “La solución al problema de los niños de la calle no es crear más albergues, sino vigilar las colonias “expulsoras”; Tonalá es el municipio que
más niños arroja a las calles”: Ana María Anguiano Molina, investigadora de la UdeG
Sólo 10% de los niños migrantes puede acceder a uno de los once albergues instalados por el CONAFE; su expectativa de vida no supera los 40 años.
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