Jalisco
En Corto
La manifestación y toma de las instalaciones del PRI estatal se debieron a diferencias con el presidente del partido
El “madruguete”, literal, que intentó la dirigencia del PRI para imponer a los regidores en las planillas de los candidatos a presidentes municipales y que fueron registrados a las 7:30 de la mañana en el Instituto Electoral para evitar que les brincaran los inconformes, les fue de lo más contraproducente y levantó protestas airadas, al grado que el primero de los cuatro aspirantes metropolitanos en amenazar con renunciar fue el de Zapopan, Héctor Vielma, al que el propio dirigente estatal, Javier Guízar, intervino para bajar los ánimos en una reunión en un hotel cercano a la glorieta Colón. Por la tarde se unieron a la advertencia el de Tlaquepaque, Miguel Castro, y el de Tonalá, Antonio Mateos, mientras que Jorge Aristóteles no decidía si seguir los pasos de sus compañeros.
PRIMERO LE DAN Y LUEGO LE QUITAN
Tan enfurecidas estaban las huestes priistas, que a las 7:00 de la tarde llegaron camiones con croquistas del “güero” Barba a tomar las instalaciones del Comité Estatal, vacío por cierto, en protesta y exigencia de la imposición de la que fueron víctimas, según dijo en corto el diputado federal, quien dio de plazo el día de hoy para que cambiaran los nombres de los integrantes de las regidurías de Tlaquepaque y además exigió que tanto Guízar como Manuel Carrillo y José Luis Monterde renunciaran por la ambición desmedida que mostraron en la integración de las planillas. También comentó que le solicitó a su coordinador en San Lázaro, Emilio Gamboa, para que enviara de urgencia un delegado especial al Estado para resolver el asunto, ya que de no haber una solución, la advertencia es hacer huelga de brazos caídos y votar en contra, esto porque partidos como el PAN y Convergencia ya se habían acercado para hacer un frente en contra del PRI.
AHORA SÍ, BOLAS EL ENGRUDO
La manifestación y toma de las instalaciones del PRI estatal no fue sólo por los priistas tlaquepaquenses; se sumaron tonaltecas y de otros municipios como Vallarta. Llamó la atención las mantas que colgaron de las rejas de las instalaciones, “Guízar vete a tu pueblo a matar perros”, “Guízar saca las manos del proceso”. Otro de los inconformes fue el candidato por Jocotepec, Sergio Ramos, quien está en contra de llevar en su planilla de regidores a un maestro, Ramón Velázquez, denunciado por los padres de familia por su poco ortodoxo estilo para dar una clase de biología ante alumnos y alumnas.
POR IRSE HASTA LA COCINA
Tan encendidos se pusieron los ánimos en la toma del edificio de Calzada del Campesino, que cuando llegaron los manifestantes golpearon al subsecretario de elecciones, Jaime Beltrán, y se dedicaron a saquear la oficina de la Secretaría de Acción Electoral, destruyeron dos computadoras, voltearon escritorios y se llevaron documentos que habían entregado algunos de los militantes para ser registrados.
ADEMÁS, EN LA LELA
Para colmo, los panistas de municipios como Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá fueron los primeros en enterarse de las acciones que tomarían los candidatos priistas a las alcaldías de esos municipios una vez que se enteraron por los medios, que se habían registrado sus planillas, sin tomarlos en cuenta. Algunos blanquiazules presumieron que tenían infiltrados en las reuniones y les informaban de primera mano.
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