Jalisco

El tomate verde crece bien con aguas negras

El alcalde electo se compromete a gestionar ante las autoridades estatal y federal para terminar con la contaminación del Santiago

GUADALAJARA, JALISCO.- El campo de San Cristóbal de la Barranca ha recibido muy bien en sus suelos agrícolas al cultivo de tomates verdes en los últimos cinco años. Tan así, que este producto ha generado una gran derrama económica, que además de beneficiar los agricultores, se convierte en una fuente de empleo hasta para 500 jornaleros (en su gran mayoría indígenas wixarikas) en los tiempos de plantación y cosechas.

Así lo informó el secretario de este municipio, Jair Arroyo González, quien dijo en respuesta al fenómeno social de los migrantes huicholes ya se tiene en construcción un albergue comunitario para el hospedaje para estos trabajadores, con todo lo que esto implica en apoyos de salud y vivienda.

El pago para los cortadores del tomate supone un peso por cada kilogramo recolectado. Según el vigor de las plantaciones, los rendimientos van de las 30 a las 50 toneladas por hectárea.

La parte cuestionable de la producción del tomate de cáscara es que una porción de sus parcelas son irrigadas por aguas contaminadas con las descargas del drenaje de la zona conurbada tapatía, puesto que los cultivos se ubican en las inmediaciones del río Santiago, cuyo torrente actualmente luce líquidos grises y espumosos, además de sus olores hediondos.

El candidato ganador a la alcaldía de San Cristóbal, Isauro Sánchez Santana, admite que el río Santiago es todo un problema de salud pública para la cabecera municipal y otras comunidades, dado que además de un color incómodo durante buena parte del año, es un foco permanente de insalubridad, aunque afortunadamente no se han disparado las enfermedades en forma notable porque no hay consumo de su agua para el ser humano.

Una vez que tome posesión de su cargo al inicio de año, hace hincapié en que hará todas las gestiones posibles para que las autoridades estatales y federales tomen las medidas adecuadas para terminar con la contaminación del Santiago y que de éste vuelva a ser un sitio propicio para las especies que antes lo habitaban, como los camarones de río (conocidos en otros lugares, como chacales y acamayas), como ocurría hace 40 años.

En una visita efectuada al cauce del río pudieron verse algunas parcelas tomateras en producción, cuyo crecimiento es estimulado por la técnica del acolchado (uso de plásticos en los surcos). También pudo observarse la contaminación del río y su pestilente olor; y el avance en la construcción de los albergues.

Bovinos “con menudo negro”

Mario Esparza se dedica a trabajar en el campo en lo que el caiga, como el cuidado de huertas de calabacitas, en siembras de maíz y recientemente en el cultivo de tomates verdes. Comenta que a menudo se sabe de enfermedades del ganado, cuyos dueños no lo alejan del cauce del río Santiago y al tomar de sus aguas, los animales se enferman.

El entrevistado detalla que se sabe que “a los animales se les ponen el menudo negro por tomar agua contaminada, lo que es una señal de su carne se echó a perder y ya no es buena para que se la coma la gente”.

En cambio sañala que al ganado que se le alimenta de los ríos sin contaminación, como el Cuixtla y el de Juchipila, no le pasa nada. Cabe señalar que cerca de al cabecera de San Cristóbal se tiene el paso de los tres señalados.

EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO
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